Mt 18, 15-20
“15 ‘Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. 16 Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que = todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. = 17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano. 18 ‘Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.19 ‘Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.’”
COMENTARIO
Es
verdad que el Hijo de Dios tenía que corregir muchas de las actuaciones
que los miembros del pueblo elegido por Dios llevaban a cabo pero que,
en realidad, no acordaban nada con la Voluntad del Padre Eterno.
Se debe
corregir a quien se equivoca pero no hay que equivocarse en la forma de
corregir. Es decir, las cosas deben arreglarse entre el corregido y
quien procura su bien. Pero muchas veces no hacemos eso sino todo lo
contrario.
Debemos
tener en cuenta, por otra parte, lo último dicho por Cristo: si pedimos
se nos concederá pero no deberíamos creer que se nos concederá todo sino
lo que, según la Voluntad de Dios, nos convenga porque, como bien
sabemos, demasiadas veces pedimos lo que no nos conviene pero queremos y
ansiamos...
JESÚS, gracias por decir las cosas como deben ser dichas.
Eleuterio Fernández Guzmán
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