12 de septiembre de 2020

Construir sobre la Roca

Lc 6, 43-49

"'Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.«¿Por qué me llamáis: `Señor, Señor' y no hacéis lo que digo? 'Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, os voy a mostrar a quién es semejante: Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa.'"

COMENTARIO

Lo que nos dice el Hijo de Dios en este texto del Evangelio de San Lucas tiene que ver, en realidad, con cómo somos en materia de fe y, en resumen, con cómo debemos proceder.
De lo bueno sólo puede salir lo bueno pero, de lo malo, sólo lo malo puede salir. Y esto porque el corazón, de donde salen las obras, atesora el cómo somos.
En realidad, todo esto tiene que ver con sobre qué construimos nuestra vida y sobre qué, en realidad somos. Y nos dice Jesucristo que debemos construir sobre la Roca, que es Él porque, de otra forma, naufragará nuestra vida.

JESÚS, gracias por decir las cosas como deben ser dichas.

Eleuterio Fernández Guzmán

11 de septiembre de 2020

De parte de Dios, consejos

Lc 6, 39-42
"Les añadió una parábola: '¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo por encima del maestro. Será como el maestro cuando esté perfectamente instruido. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?¿Cómo puedes decir a tu hermano: `Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo', si no ves la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano.'"

COMENTARIO

Muchas veces el Hijo de Dios aprovecha para darnos a entender qué es lo que, en diferentes realidades, debemos tener por bueno y mejor. Y es cierto que no siempre lo que dice nos viene bien porque nos propone aquello que, para nosotros, resulta difícil de llevar a cabo.
En el texto del Evangelio de San Lucas que corresponde hoy nos dice que:

-No creamos que somos más que el Maestro,

-Tengamos en cuenta nuestros propios fallos antes de hacer ver a los demás los que creemos son los suyos,

-Debemos procurar sanar nuestras maldades.

Jesucristo nos dice esto no para molestarnos o para que quedemos mal ante nadie. No. Nos lo dice porque sabe que son cosas que debemos evitar y, en caso de caer en ellas, corregir.


JESÚS, gracias por darnos a entender lo que nos conviene entender.

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de septiembre de 2020

Tener cuidado

Lc 6, 27-38
'"Pero a vosotros, los que me escucháis, yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y tratad a los hombres como queréis que ellos os traten. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio; entonces vuestra recompensa será grande y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los perversos. «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.'" 

COMENTARIO

Rogar por los que nos maldicen,
presentar la otra mejilla,
dar al que pida y dar más de lo que te pida,
hacer a los demás lo que queremos nos hagan,
amar a lo que no nos aman,
hacer el bien a todos,
prestar aún sabiéndolo que no será devuelvo lo prestado,
amad a los enemigos,
sed compasivos,
dar para que nos dé Dios,
medid según queramos que nos mida Dios.

Todo esto es, en efecto, manifestación de fe. Así de sencillo

JESÚS, gracias por ser tan claro con lo que importa.

Eleuterio Fernández Guzmán

9 de septiembre de 2020

Bienaventurados

Lc 6, 20-26
"Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía:
'Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.
Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.
Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.
'Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre.
¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.
¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas."
COMENTARIO

En este texto del Evangelio de San Lucas aparecen, digamos, algunas de las denominadas Bienaventuranzas que también aparecen en el de San Mateo. Aquí, sin embargo, lo hacen refiriéndose a temas muy concretos.
El evangelista recoge que el Hijo de Dios, que tenía muy en cuenta a los pobres, les dice que de ellos es el Reino de Dios. ¿Hay, pues, que ser pobre para alcanzar la vida eterna?
En realidad, Jesucristo se ha de referir a los que son injustamente tratados por la sociedad. Por eso habla de los ricos y los zahiere si es que no hacen uso de sus muchos bienes para mitigar algo la pobreza ajena. Y es que Cristo dice las cosas de una manera que parece no seamos capaces de entender.

JESÚS, gracias por salir siempre en defensa del Bienaventurado, por serlo.

Eleuterio Fernández Guzmán

8 de septiembre de 2020

Nace María, Madre nuestra

Los textos bíblicos que se nos ofrecen para el día de hoy, 8 de septiembre, tienen que ver con la generación de Jesucristo, con la venida al mundo del Hijo de Dios.

Permita Dios que, sin embargo, dediquemos este pequeño comentario a lo que celebramos hoy: el nacimiento de su Madre.


María debía venir al mundo, así estaba dispuesto en el corazón de Dios desde ante de todo, en su misma eternidad. Por eso la privó, para su bien, del pecado original en el momento de ser concebida, también, de forma milagrosa por una mujer ya anciana. 
María vino al mundo para que el mundo se salvara. Tal era la misión que tenía encomendada en su corazón. Y, como no podía fallar… no falló.

Pero hoy, 8 de septiembre, celebramos (y damos gracias a Dios por eso) que nuestra Madre, y la suya (o, mejor al revés) nació. Y estamos exultantes y gozosos, como el salmista que da gracias al Todopoderoso por haberlo defendido. Y es que no fue poco que María nos defendiese del Mal aceptando, con un sí eterno, la propuesta que, años después (tampoco muchos, la verdad) le hiciera Gabriel, el Ángel de Dios.



DIOS Y PADRE NUESTRO,  gracias por darnos a María, tu Madre y la nuestra.

Eleuterio Fernández Guzmán


7 de septiembre de 2020

Hacer el bien a pesar de lo que tenga que pesar


Lc 6, 6-11

“Otro sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: ‘Levántate y ponte ahí en medio.’ Él se levantó y se puso allí. Entonces Jesús les dijo: ‘Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla.’ Y, mirando a todos ellos, le dijo: ‘Extiende tu mano.’ Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. Ellos se ofuscaron y deliberaban entre sí qué harían a Jesús.”

COMENTARIO

Es bien cierto que, lo mismo que ahora pasa, en tiempos del Mesías había muchas personas que sufrían enfermedades que no tenían cura. La diferencia entre entonces y ahora es que entonces tenían a Quien todo podía curarlo.

Al parecer había quien no tenía por bueno que se hiciera el bien en sábado que era un día, espiritualmente, muy especial. Y es que no acaban de entender lo que quería decir que la misericordia era muy importante.

Cuando Jesucristo curó a quien tanto había sufrido había, como decimos, quien aquello le parecía mal. Pero al Hijo de Dios sabía que el amor podía con aquella manera de pensar y lo curó.



JESÚS,  gracias por hacer lo que debías hacer.

Eleuterio Fernández Guzmán

6 de septiembre de 2020

Estar reunidos en nombre de Cristo


Mt 18, 15-20

“15 ‘Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. 16 Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que = todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. = 17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el  publicano. 18 ‘Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. 19 ‘Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.’”


COMENTARIO


Lo que hace en este texto del Evangelio de San Mateo el Hijo de Dios es darnos la posibilidad de hacer uso de la corrección fraterna pero hacerlo de forma correcta y no sin pensar dos veces lo que vamos a hacer.

La corrección de quien pueda estar equivocado ha de ser el privado. Y, sólo si no se aviene a hacer lo correcto, entonces se pueden llamar a testigos para procurar la corrección. De todas formas, es posible que no preste atención a nada. Y, en ese lugar, hay que tenerlo por persona de ninguna fe.

Jesucristo nos recomienda, muchas veces, la oración. Y ahora nos dice que siempre que dos de nosotros nos pongamos de acuerdo para pedir algo, Dios nos lo concederá. Y es que pedir en nombre de Cristo ha de ser del gozo de su Padre.



JESÚS,  gracias por ponernos en el bueno camino hacia el Cielo.

Eleuterio Fernández Guzmán