29 de abril de 2023

Ir a Cristo

Mt 11, 25-30


"Jesús dijo:

'Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontraran alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.'"


COMENTARIO

Cuando el Hijo se dirige al Padre es que la relación existente entre ambos es inmejorable. Por eso sabe que todo lo que hace Dios Todopoderoso es bueno para sus criaturas e, incluso, ocultar lo mejor a los que se consideran "sabios" y dárselo a entender a los humildes que están más preparados para recibir la Buena Noticia.

Jesucristo, como aquí nos dice, quiere a sus hermanos muy cerca de sí. Por eso nos llama con tanta atención. Y es que sabe que a su lado nada podemos temer y será el mejor de los mundos. 

Es cierto que pudiera parecer que el yugo de Cristo es duro por cómo fue su vida y su fidelidad a Dios y cómo, en fin... somos nosotros. Sin embargo, nos dice que es justo lo contrario: su yugo es suave y su carga liviana...


JESÚS, gracias por tranquilizar nuestros corazones con la Verdad. 

Eleuterio Fernández Guzmán

27 de abril de 2023

Creer para salvarnos

Jn 6, 44-51


Jesús dijo a la gente: Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y Yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: “Todos serán instruidos por Dios”. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza viene a mí.

Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo Él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida.

Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.

Pero éste es el pan que desciende del cielo, para que aquél que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo.

COMENTARIO

La verdad... podemos decir que este texto del Evangelio de San Juan es bastante clarificador al respecto de cómo debemos ser y de qué o, mejor, en Quién debemos creer.

Lo dice con toda claridad el Hijo de Dios: debemos creer porque, de hacerlo, no es asegurada la Vida eterna. Y aceptar a Cristo como enviado de Dios al mundo para que el mundo se salve es un buen camino para conseguirlo. 

Debemos aceptar que Cristo es el Pan que da la vida eterna. Y sólo así, en efecto, la alcanzaremos.

JESÚS, gracias por decir la Verdad de esta forma. 

Eleuterio Fernández Guzmán

26 de abril de 2023

Ser sal y ser luz

Mt 5, 13-16


"Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.

Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo."


COMENTARIO

Lo que dice el Hijo de Dios en este texto es verdaderamente importante porque es lo que, exactamente, deben hacer los discípulos del mismo. 

Debemos ser sal; debemos ser luz. Y eso supone que no podemos esconder la fe debajo de ningún celemín. Y esa es una recomendación que nos viene la mar de bien porque otra cosa no deberíamos poder hacer. 

En todo caso, bien lo dice Jesucristo: debe brillar lo que somos que no es otra cosa que luz en un mundo tenebroso como el que nos encontramos. 


JESÚS, gracias por ser luz y ser sal. 

Eleuterio Fernández Guzmán