16 de octubre de 2021

Espíritu Santo

Lc 12, 8-12


"Jesús dijo a sus discípulos:

'Les aseguro que aquél que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Pero el que no me reconozca delante de los hombres no será reconocido ante los ángeles de Dios.

Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.

Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir.'" 

COMENTARIO

En determinadas ocasiones, las palabras del Hijo de Dios parecen muy duras a los oídos de los que se conforman con poca cosa a la hora de entender su relación Dios y con su hermano Jesucristo.

Es verdad que no en pocas ocasiones no entendemos al Espíritu Santo. Y es que somos duros de corazón y no acabamos de aceptar que el nuestro es Su templo y que, por eso mismo, no podemos dejar de aceptar sus gemidos inefables.

Dice Cristo algo que es terrible: no se perdona la blasfemia contra el Espíritu Santo. Y en otro lugar de la Sagrada Escritura se dice que no se perdonará “ni en está vida ni en la otra” con lo cual nos dice Jesucristo que hay otra vida y que no nos conviene, para nada, hacer eso contra el Espíritu Santo-Dios.



JESÚS, gracias por decir las cosas como deben ser dichas aunque duelan.



Eleuterio Fernández Guzmán

15 de octubre de 2021

Descansar en Cristo

Mt 11, 25-30


"!Jesús dijo:

'Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.

Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontraran alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.'"

COMENTARIO

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que en este texto del Evangelio de San Mateo, el Hijo de Dios hace un llamamiento más que claro a sus hermanos los hombres. Y lo hace a acercarse a Él y a descansar en Él.

En realidad, lo que dice no es nada raro porque nosotros sabemos que es Dios hecho hombre. Pero escuchar eso en aquel tiempo es seguro que produjo malestar en muchos pero gozo en otros tantos.

El caso es que Jesucristo se ofrece a que descansemos en Él porque sabe que muchas veces vamos a estar cansados y agobiados. Por eso ofrece su corazón y, además, nos dice que ir con Él no es tan duro como podría parecer...



JESÚS, gracias por ofrecernos tu corazón.



Eleuterio Fernández Guzmán

14 de octubre de 2021

La insidia tiene las patas cortas

Lc 11, 47-54


"Jesús dijo a los fariseos y a los doctores de la Ley: '¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros.

Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: 'Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos». Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.

¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden'”.

Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación."



COMENTARIO

Como es más que sabido, cuando el Hijo de Dios fue enviado al mundo por el Todopoderoso había quien, en el pueblo judío, tenía el control de lo espiritual y todo el pueblo había acabado aceptando lo que decían fariseos, legistas, etc. Sin embargo, Jesucristo vino para corregir muchas cosas y formas de hacerlas.

Cuando Jesucristo les habla, a los poderosos en cuanto al espíritu de su tiempo, de cosas que ellos no quieren escuchar, no hace nada malo ni es porque les tenga manía. Lo que para es que había sido enviado al mundo para corregir lo que estaba mal.

Ya podemos imaginar que cuando les echaba en cara que sus contemporáneos mostraban acuerdo con sus antepasados que mataron a muchos profetas, eso no les hacía gracia alguna. Por eso, y por otras verdades que decía Cristo, querían perseguirlo… hasta matarlo.


JESÚS, gracias por ser fuerte y decir las cosas como deben ser dichas.



Eleuterio Fernández Guzmán

13 de octubre de 2021

No olvidemos que Dios lo conoce todo


Lc 11,42-46

 

“En aquel tiempo, el Señor dijo: ‘¡Ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello. ¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer asiento en las sinagogas y que se os salude en las plazas! ¡Ay de vosotros, pues sois como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!’. Uno de los legistas le respondió: ‘¡Maestro, diciendo estas cosas, también nos injurias a nosotros!’. Pero Él dijo: ‘¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!’.

 

 

COMENTARIO

 

Entre los que escuchaban a Jesús también se encontraban aquellos que eran considerados conocedores de la Palabra de Dios y, en general, “sabios”. Creían tener, en su corazón, la Verdad y por eso actuaban, muchas veces, de forma poco de acuerdo a la voluntad del Creador.

 

Jesús, sin embargo, bien que los conoce. Sabe que en sus corazones no tienen más que rapiña y que saben menos de lo que creen saber acerca de lo que Dios quiere de ellos. Y siempre que tiene ocasión les echa en cara, para que sepan lo que es la Verdad, sus mentiras y sus manipulaciones.

 

Si había algo que Jesús, siendo Dios hecho hombre, no podía soportar, era el abuso de alguien cuando lo sostenía en el Creador y en su Ley. Por eso llama la atención, por ejemplo, a los legistas que hacían lo posible para que los demás, no ellos, soportasen pesadas cargas.

 

JESÚS, ayúdanos a cumplir la voluntad de Dios por mucho que sea muy contraria a la nuestra.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

12 de octubre de 2021

Las cosas claras

Lc 11, 27-28



27 Sucedió que, estando él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la gente, y dijo: ‘¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron! 28 Pero él dijo: ‘Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.’”



COMENTARIO

Es más que seguro que aquella mujer se llevara algo así como una desilusión cuando quiso decir algo que a ella le parecía importante. Y, en realidad lo era pues suponía alabar a la Virgen María aunque ella, seguramente, no supiera quien era. Ella quería dejar claro que había quien merecía un respeto muy algo y así lo hacía saber.

Ciertamente, no es poco importante alabar a la madre de alguien pues supone eso que hay cierta querencia por ella aunque no se la conozca. Sin embargo, como tantas veces sucede, el Hijo de Dios ve las osas de otra manera y no siempre está de acuerdo con quien dice algo que, en principio, se puede recibir como cosa buena.

El caso es que para Jesucristo es importante quien al escuchar la Palabra de Dios no dice algo así como “qué bonita es” sino que la tiene por Verdad (y es que lo es) y,acto seguido, como dice Cristo, la guarda. Pero no la guarda para esconderla debajo de ningún celemín sino que lo hace para ponerla en su corazón y, desde ahí, llenar de vida todo el ser. Y eso es lo que hizo María.



JESÚSgracias por poner en un punto tal alto a tu Madre.




Eleuterio Fernández Guzmán

11 de octubre de 2021

¿Qué signo más que Cristo?

Lc 11, 29-32

 

”’La gente seguía agolpándose a su alrededor y Él se puso a decirles: ‘Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predilección de Jonás y aquí hay uno que es más que Jonás”.

 

COMENTARIO

Los que seguían a Jesús no siempre lo hacían porque confiaran totalmente en su persona y en lo que decía y hacía. Muchas veces querían que hiciera patente Quien era. No confiaban, pues, en su persona.

Jesús sabe que Él mismo es el signo primordial de Dios y que les debería bastar con lo que estaban viendo y oyendo porque era la mejor manera de que ver que se cumplía la Ley.

Jesús sabe qué ha de pasar cuando llegue el Juicio particular y el Juicio final. Por eso previene a los que necesitan más de lo que ya tienen que deberían tener más en cuenta lo que hace el Mesías y menos sus propias intenciones y voluntades.

 

 

 

JESÚS, ayúdanos a confiar en Ti y a no buscar más allá de Quien eres.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

 

10 de octubre de 2021

El verdadero amor

 

Mc 10, 17-30

 

17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: ’Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?’ 18 Jesús le dijo: ‘¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: = No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, = no seas injusto, = honra a tu padre y a tu madre.’= 20 El, entonces, le dijo: ‘Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.’ 21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: ‘Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los  pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.’ 22 Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. 23 Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: ‘¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el  Reino de Dios!’ 24 Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: ‘¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.’ 26 Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: ‘Y ¿quién se podrá salvar?’ 27 Jesús, mirándolos fijamente, dice: ‘Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para  Dios.’ 28 Pedro se puso a decirle: ‘Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.’ 29 Jesús dijo: ‘Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio,      30 quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.’”

 

 

 

COMENTARIO

 

Cuando el Hijo de Dios dice algo con relación a lo que supone seguirlo lo hace porque sabe que es importante que aquellos que van con él y aquellos que creen en su mensaje, sepan la verdad de las cosas aunque pueda doler tal verdad.

 

Aquel joven era rico. Y eso, en sí mismo, ni era problema entonces ni puede serlo ahora mismo. Sin embargo, Jesucristo, portados de la Verdad, sabe que eso no es suficiente sino que se ha de dar un paso más amando a su prójimo y haciendo lo posible para echarle una mano cuando eso sea necesario.

 

Y, el final de este texto, lo mejor: quien sigue al Hijo de Dios y sabe y cree que es el Mesías enviado por el Todopoderoso, es posible que pueda perderlo todo en el mundo pero, luego, en el otro mundo, todo lo tendrá. Y, es más, también en éste.

 

JESÚS,  gracias por poner sobre la mesa la verdad de las cosas.

 

Eleuterio Fernández Guzmán