Lc 12, 8-12
“8 'Yo os digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres,
también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios. 9 Pero
el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de
Dios'. 10 'A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le
perdonará; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
11 Cuando os lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no
os preocupéis de cómo o con qué os defenderéis, o qué diréis, 12 porque el
Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir'”.
COMENTARIO
Debemos confiar en Dios y en su santa Providencia. Eso es lo que
podemos deducir de las palabras santas de Jesucristo en este texto del
Evangelio de San Lucas. Y es que es la única manera que puede conducirse un
hijo del Creador.
Sabe, por otra parte, Jesucristo, que habrá muchos discípulos suyos
que, en momentos de tribulación, no van a alejarse de Quien los estaba amando
tanto. Esos serán defendidos por el Hijo ante el Padre.
Pero, tristemente, también habrá que se aleje de Jesucristo por
miedo o por conveniencia o por cualquier otra excusa. Y tales discípulos no
pueden ser tenidos en cuenta ante Dios porque han defraudado la confianza que
había puesto en ellos.
JESÚS, ayúdanos a nunca
negarte ante los hombres.
Eleuterio Fernández Guzmán