Mc 11, 27, 33
29 de mayo de 2021
No responder a quien no se lo merece
28 de mayo de 2021
Y buscaban cómo podían matarle
Mc 11, 11-25
27 de mayo de 2021
Eucaristía
Mc 14,12a. 22-25
“12 El
primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero Pascual 22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo
bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: ‘Tomad, este es mi cuerpo.’ 23 Tomó
luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. 24 Y
les dijo: ‘Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. 25 Yo
os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba
nuevo en el Reino de Dios.’”
COMENTARIO
No
podemos negar que si hay un momento importante en la historia de la salvación
es éste. En la Última Cena, el Hijo de Dios lleva a cabo lo que bien podríamos
denominar primera Eucaristía pues lo que dice y lo que hace es lo que quería
que se hiciese luego, tras su marcha al Cielo.
Ciertamente,
es más que posible que en aquellos momentos los presentes no entendiesen
demasiado aquello que estaba pasando ante sus ojos pero es más que probable que
luego, con el paso del tiempo, acabaron dándose cuenta de que todo lo que había
dicho y hecho su Maestro se cumplía en sus actos.
Y
nosotros nos preguntamos que cómo es el vino nuevo en el definitivo Reino de
Dios, el Cielo.
JESÚS, gracias por mostrarnos el camino al Cielo.
Eleuterio Fernández Guzmán
26 de mayo de 2021
Servir
Mc 10, 33-35.37-45
25 de mayo de 2021
Ser últimos
Mc 10, 28-31
24 de mayo de 2021
Perder el alma
Lc 9,22-25
Jesús dijo a sus discípulos:
“El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los
ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y
resucitar al tercer día”.
Después dijo a todos: “El que quiere venir detrás de mí, que
renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que
quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se arruina a
sí mismo?”
COMENTARIO
La
verdad es que escuchar las palabras que el Hijo de Dios dijo aquel día no debió
ser fácil para sus discípulos y, menos aún, para sus Apóstoles. Sin embargo,
era lo que tenía que pasar y pasó.
Sin
embargo, además de esto Jesucristo dice algo que es muy importante. Y es que
habla de la cruz que cada uno llevamos y que debemos cargar para seguirlo a Él,
que también llevará la suya.
No
vale ganar el mundo si a cambio de eso se pierde el alma. Y es que, como
podemos imaginar y siendo el alma la parte de nuestro se que no muerte al morir
el cuerpo…no es nada descabellado pensar que no es nada bueno perder el alma
para ganar algo del mundo que tan traidor es.
JESÚS, gracias por
decir las cosas como deben ser dichas.
Eleuterio Fernández
Guzmán
23 de mayo de 2021
Enviados por Cristo
Jn 20, 19-23
“19 Al
atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a
los judíos, las puertas del lugar donde
se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo:
‘La paz con vosotros.’ 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los
discípulos se alegraron de ver al Señor. 21 Jesús
les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.’ 22 Dicho esto, sopló
sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los
pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan
retenidos.’”
COMENTARIO
Hoy
es un día muy especial porque celebramos el día de Pentecostés y, siendo cierto
y verdad que el texto del Evangelio de hoy no es de tal momento sino del mismo
de la Resurrección, no es poco cierto que pasa algo que, en esencia es lo
mismo.
Que
los Apóstoles tuvieran miedo a sus hermanos en la fe no era nada extraño pues
si habían hecho lo que habían hecho con el Hijo de Dios es seguro que ellos no
recibirían menos “justicia”. Por eso se escondían y allí los visitó Jesucristo.
El
caso es que lo que hace Cristo es lo mismo que pasará luego en Pentecostés: envía,
los envía, a que predique al mundo que la Buena Noticia se ha cumplido y que el
Reino de Dios vino y se ha quedado para siempre. Y, además, les otorga la
gracia de perdonar o retener pecados.
JESÚS, gracias por
enviar al mundo a tus Apóstoles.
Eleuterio Fernández Guzmán