11 de octubre de 2024

Estar con Cristo

Lc  11, 15-26


"Habiendo Jesús expulsado un demonio, algunos de entre la muchedumbre decían: 'Éste expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios'. Otros, para ponerlo a prueba, exigían de Él un signo que viniera del cielo.

Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: 'Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿Cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- Yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si Yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si Yo expulso a los demonios con la fuerza de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.

Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita las armas en las que confiaba y reparte sus bienes.

El que no está conmigo está contra mí; y el que no recoge conmigo desparrama.

Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: 'Volveré a mi casa, de donde salí'. Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada. Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio'"
 

COMENTARIO 

Era hasta lógico que quien estaba contra el Hijo de Dios buscase cualquier ocasión para ponerlo mal ante los demás. Y la ocasión dada cuando expulsaba demonios era más que buen para ellos...

El caso es que Jesucristo iba a darles una lección bien buena cuando les habla de quien defiende su casa, entendemos la espiritual, pero, sobre todo, de a Quién había que seguir y estar junto a sí.

Dice Cristo que quien no está con Él está contra Él. Y dado que bien sabemos Quien es Aquel que había venido al mundo para que el mundo se salvase... sabemos a Quién debemos seguir...


JESÚS,  gracias por poner sobre la mesa las verdades que nos son importantes. 

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de octubre de 2024

Padre Nuestro

Lc 11, 1-4


Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos”.

Él les dijo entonces: “Cuando oren, digan:

Padre, santificado sea tu Nombre,

que venga tu Reino,

danos cada día nuestro pan cotidiano;

perdona nuestros pecados,

porque también nosotros perdonamos

a aquéllos que nos ofenden;

y no nos dejes caer en la tentación”  

COMENTARIO

Los discípulos más allegados del Hijo de Dios querían aprender a orar como lo hacía Jesucristo porque habían visto o escuchado que los discípulos de Juan el Bautista había hecho eso con ellos. Y Jesucristo, en efecto, les enseña a orar.

Lo que hace Cristo no es enseñar una oración que fuera buena y ya está sino que hace que aprendan el Padre Nuestro.

En realidad, debería resultar muy difícil poder continuar con el rezo del Padre Nuestro si nos diéramos cuenta de verdad lo que supone que Dios sea, en efecto, "Padre Nuestro"...


JESÚS,  gracias por enseñarnos el Padre Nuestro. 

Eleuterio Fernández Guzmán

6 de octubre de 2024

Ser, de verdad, como niños

Mc 10, 2-16



“2 Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: ‘¿Puede el marido repudiar a la mujer?’ 3 El les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?’ 4 Ellos le dijeron: ‘Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.’ 5 Jesús les dijo: ‘Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto. 6 Pero desde el comienzo de la creación, = El los hizo varón y hembra. =7 = Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, =8 = y los dos se harán una sola carne. = De manera que ya no son dos, sino  una sola carne.9 Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.’10 Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. 11  El les dijo: ‘Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; 12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.’13 Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían.14 Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: ‘Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios.15 Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él.’16 Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.”

COMENTARIO 

Como es bien conocido, cuando Dios envío al mundo a su Único Hijo para que el mundo se salvases, es cierto y verdad que en el mundo había personas que eran más consideradas que otras y habían quien lo era menos y mucho menos. Y en tal situación estaban los niños.

Cuando, al respecto de eso, Jesucristo trata de corregir los errores en los que habían caído aquellos que habían hecho de la Ley de Dios un trasunto de hombres y dejado de que fuera divino, sabe que a mucho no les va gustar nada de nada lo que les dice. Pero Cristo sabe que la misión, su misión, ha de ser cumplida. 


JESÚS,  gracias por poner las cosas en su sitio... el de Dios. 

Eleuterio Fernández Guzmán

5 de octubre de 2024

Pedir como se debe pedir

Mt 7, 7-11


"Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.

Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!»."

COMENTARIO

Quien busca encuentra. Eso nos dice el Hijo de Dios. Y es que, en realidad, debemos tener intención de buscar a Dios y no esperar a que el Todopoderoso nos resuelva nuestros asuntos. Él espera a que sus hijos se dirijan a Su corazón para ser escuchados. 

Es cierto y verdad que no siempre vamos a alcanzar aquello que anhelamos porque es más que posible que eso no sea bueno para nosotros. Y, claro, Dios sabe más que bien qué es lo que nos conviene aunque a nosotros no nos venga bien tal pensamiento...

El caso es que, por eso mismo, Dios no da nada malo a quien le pide. 

JESÚS,  gracias por enseñarnos a pedir a Dios. 


Eleuterio Fernández Guzmán

4 de octubre de 2024

¡Rechazar a Dios!

Lc 10, 13-16


"Jesús dijo:
¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza. Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. El que los escucha a ustedes me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes me rechaza a mí; y el que me rechaza rechaza a Aquél que me envió."


COMENTARIO 

El Hijo de Dios, que había venido al mundo para que el mundo se salvase, no podía dejar de extrañarse de que muchos de los que veían lo que hacía y decía no creyesen en lo que hacía y decía. Y es que, aunque conociera la naturaleza del hombre, era para preocupar que, viendo lo que veían, siguieran en sus trece de no creerlo. 

El caso es que entonces había (y ahora) algo muy importante y que era que rechazar a Jesucristo no era rechazar las enseñanzas de un hombre cualquiera. No. Rechazar a Cristo era hacer con Dios mismo pues Él era Dios hecho hombre. ¡Rechazar a Dios!

Es cierto que eso es tan grave que no es necesario decir nada más...

JESÚS,  gracias por enseñarnos que nunca hay que rechazar a Dios. 

Eleuterio Fernández Guzmán 

3 de octubre de 2024

Los envió a anunciar

Lc 10, 1-12


"Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir. Y les dijo:

'La mies es mucha y los obreros pocos. Rueguen, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Vayan; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saluden a nadie en el camino. En la casa en que entren, digan primero: `Paz a esta casa.’ Y si hubiere allí un hijo de paz, su saludo de paz reposará sobre él; si no, se volverá a ustedes. Permanezcan en la misma casa, coman y beban lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayan de casa en casa. En la ciudad en que entren y los reciban, coman lo que les pongan; curen los enfermos que haya en ella, y díganles: `El Reino de Dios está cerca de ustedes.’ En la ciudad en que entren y no los reciban, salgan a sus plazas y digan: `Sacudimos sobre ustedes hasta el polvo de su ciudad que se nos ha pegado a los pies. Sepan, de todas formas, que el Reino de Dios está cerca.’ Les digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad.'"

COMENTARIO

Como es lógico, el Hijo de Dios era más que consciente de que había venido al mundo para salvar al mundo y que para eso Su Reino debía ser anunciado. Y por envía a los setenta y dos y les da las instrucciones correspondientes. Y ellos, como podemos imaginar, cumplen con su misión como en el Evangelio, en otro lugar, se nos dice. 

Aquellos que iban a anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios debían estar sometido a la Santísima Providencia de Dios pues por eso mismo les dice Jesucristo que no deben preocuparse por los bienes materiales porque su Creador iba a proveer como debía proveer. 

Ellos debían pedir a Dios que hiciese surgir de entre su pueblo elegido a trabajadores para Su mies. Y ellos, como estamos seguros, cumplieron con tal petición. 


JESÚS, gracias por enviar a los setenta y dos a dar noticia de la Buena Noticia. 

2 de octubre de 2024

El más grande en el Reino de los Cielos

Mt 18, 1-5.10


"En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: '¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?' Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: 'Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo.'"

COMENTARIO 

Ya podemos imaginar que aquellos que seguían más de cerca al Hijo de Dios estaban muy interesados en saber quién iba a ser importante en el Reino de los Cielos por, si acaso, era alguno de ellos...

El caso es que Jesucristo les tenía preparada una sorpresa porque, como es sabido, a los niños no se les tenía demasiada consideración en aquel tiempo. Pues bien, había que ser como un niño...

Debemos tener en cuenta las palabras de Cristo porque, de otra manera, es casi seguro que no seremos muy grandes en el Reino de los Cielos. 

JESÚS, gracias por enseñarnos el camino al Cielo.

Eleuterio Fernández Guzmán

1 de octubre de 2024

No comprender gran cosa

Lc 9, 51-56


"Jesucristo según san Lucas

Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de Él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.

Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: 'Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?' Pero Él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo.'"

COMENTARIO 

No podemos negar que aquellos que iban más cerca del Hijo de Dios eran....¡hombre! y así actuaban. Para ellos, era primero su proceder humano sin acabar de comprender, en el fondo, lo que les estaba pasando desde que fueron escogidos por Jesucristo para ser discípulos suyos. Y por eso mismo lo único que se les ocurre es pedir al Cielo, a Dios, que arroje fuego sobre un lugar porque no les aceptaban. Y además querían ellos "mandar" que eso pasara. ¡Ellos!

Jesucristo sabia que tal manera de actuar no era la adecuada porque el odio no engendraba más que odio. Pero eso ellos... como que no lo sabían...

JESÚS,  gracias por enseñar con Amor. 

Eleuterio Fernández Guzmán

26 de septiembre de 2024

Una insana curiosidad

Lc 9, 7-9


"El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que Jesús hacía y enseñaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: 'Es Juan, que ha resucitado'. Otros decían: “Es Elías, que se ha aparecido”, y otros: 'Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado'.

Pero Herodes decía: 'A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿Quién es éste del que oigo decir semejantes cosas?' Y trataba de verlo."

COMENTARIO 

Aquel hombre, Herodes, era un malvado y lo había demostrado con la ilegítima muerte de Juan el Bautista. Toda herrumbre espiritual abundaba en su corazón y no debía ser persona digna de ser tenida en cuenta para nada bueno. Y eso lo demostró muchas veces como, precisamente, ahora mismo. 

Herodes había oído hablar del Hijo de Dios. Y eso le hacía pensar que quería conocerlo. Sin embargo, no lo quería conocer porque pudiera decirle algo que a él le pudiese gustar porque ya había encarcelado y asesinado al primo de Jesucristo, Juan el Bautista, por no decir cosas que a Herodes gustasen. Era sólo su ansia de poder y de creer que todo lo podía hacer. 

JESÚS, gracias por no haber respondido nada a Herodes cuando llegó el momento de callar ante semejante individuo. 

Eleuterio Fernández Guzmán

25 de septiembre de 2024

Bajo la santísima Providencia de Dios

Lc 9, 1-6


"Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para sanar las enfermedades. Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos, diciéndoles: 'No lleven nada para el camino, ni bastón, ni provisiones, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno. Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir. Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos'."

COMENTARIO 

El Hijo de Dios sabía muy bien que la Buena Noticia debía ser difundida por todos los lugares donde fuera posible. Por eso envía  los Doce a que prediquen y que, si es necesario, limpien de enfermedades a quien las pueda tener. Así iban a proclamar el Reino de Dios que se había implantado en el mundo cuando llegó Jesucristo al mismo.

Como era de imaginar, bien sabía Cristo que no todo el mundo los iba a recibir bien y que no todo aquel que los escuchase iba a estar de acuerdo con sus palabras aunque fuera el mensaje del Mesías. Por eso les recomienda no pleitear ni nada por el estilo sino, simplemente, irse del lugar donde no habían sido acogidos y dejar allí, incluso, el polvo de sus pies para que quedar constancia que de ellos no querían nada de nada...ni siquiera el polvo. 


JESÚS,  gracias por instruir a los Apóstoles. 

Eleuterio Fernández Guzmán

24 de septiembre de 2024

Los que practican la Palabra de Dios

Lc 8, 19-21


"La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”. Pero Él les respondió: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”."

COMENTARIO

El texto del Evangelio de San Lucas que el Calendario Litúrgico nos tiene reservado para hoy ha sido objeto de alguna que otra duda acerca de lo que el Hijo de Dios dice aquí. Y es que pudiera dar la impresión de que hacía de menos a su Madre, María Santísima. Y, sin embargo, es todo lo contrario porque aquí se refiere Jesucristo a que hay quien escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica. Y eso es lo que hace su Madre desde el mismo momento en el el Ángel Gabriel le dijo que había sido escogida por Dios para ser su Madre. Y por eso dijo aquello de que se consideraba una esclava del Señor...

JESÚS, gracias por hablar de forma tan clara y clarificadora. 

Eleuterio Fernández Guzmán

20 de septiembre de 2024

Servir

Lc 8, 1-3


"Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes."

COMENTARIO 

Como podemos imaginar, cuando el Hijo de Dios andaba por aquellos caminos de Israel no iba solo sino que era acompañado, digamos, por aquellos que había escogido porque quiso escogerlos. Y Los Apóstoles lo acompañaban porque ellos mismos también habían escogido seguirlo cuando Jesucristo los señaló por encima de todos aquellos que podían haber sido elegidos. Pero fueron ellos y por eso los Doce fueron los que más cercan estaban del Maestro.

Sin embargo, no sólo eran hombres los que acompañaban a Jesucristo sino que también algunas mujeres, que habían sido beneficiadas por la Misericordia de Cristo, lo acompañaban por intención de servicio a Quien las había salvado. Y es que servir, para ellas, era algo natural. 

JESÚS, gracias por dejarte acompañar. 

Eleuterio Fernández Guzmán

19 de septiembre de 2024

Lo que puede la fe

Lc 7, 36-50


"Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume.

Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: 'Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!'.

Pero Jesús le dijo: 'Simón, tengo algo que decirte'. 'Di, Maestro', respondió él. 'Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?'.

Simón contestó: 'Pienso que aquel a quien perdonó más'. Jesús le dijo: 'Has juzgado bien'. Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: '¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies.

Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor'. Después dijo a la mujer: 'Tus pecados te son perdonados'.

Los invitados pensaron: '¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?'. Pero Jesús dijo a la mujer: 'Tu fe te ha salvado, vete en paz'."

COMENTARIO

Como tantas veces le pasó al Hijo de Dios va a verse sorprendido por aquellos que sí, lo quieren conocer pero, en el fondo, no gusta para nada ni de lo que dice ni de lo que hace. 

Aquella mujer, seguramente, había sido limpiada su alma por acción de Jesucristo. Y por eso hacía lo que hacía en aquella cosa donde habían invitado al Maestro para tener allí a alguien, digamos, famoso. 

El Hijo de Dios es Dios hecho hombre y por eso puede perdonar pecados que era algo impensable para muchos... quizá para todos los presentes. 

JESÚS, gracias por ser bueno y misericordioso. 

Eleuterio Fernández Guzmán

17 de septiembre de 2024

Un Amor como el de Dios

LC 7, 11-17


"Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: “No llores”. Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: “Joven, yo te lo ordeno, levántate”. El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo”. El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina"

COMENTARIO 

No podemos negar que ver resucitar a un muerto no debía ser cosa común ni en tiempos de la primera venida al mundo del Hijo de Dios ni hoy mismo. Y eso es lo que pasó en Naím.

Jesucristo, que debía conocer muy bien la situación en la que iba a quedar aquella mujer viuda y, además, sin el hijo que la pudiera ayudar, no pudo resistirse a poner remedio a aquella situación. Y resucita al hijo...

Es fácil imaginar que quienes vieron aquello se dieron cuenta de que aquel hombre que había hecho aquello no podía ser un hombre cualquiera sino que, en efecto, era Dios que había visitado a su Pueblo. Pero eso, como bien sabemos, no todos lo comprendieron. 

JESUS,  gracias por ser Bueno y Misericordioso. 

Eleuterio Fernández Guzmán

15 de septiembre de 2024

Salvarse si queremos salvarnos...

Mc 8, 27-35


“27 Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus  discípulos: ‘¿Quién dicen los hombres que soy yo?’ 28 Ellos le dijeron: ‘Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas.’ 29 Y él les preguntaba: ‘Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?’’ Pedro le contesta: ‘Tú eres el Cristo.’ 30 Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él. 31 Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. 32 Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle.33 Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: ‘¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.’ 34 Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí  mismo, tome su cruz y sígame.35 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará’”.


COMENTARIO 

Estamos seguros que Pedro quería lo mejor para el Hijo de Dios y para nada quería que le pasase eso de su muerte, así, tan repentina para ellos. 

También es seguro que Pedro no acababa de comprender todavía ni lo que estaba pasando con aquellos que seguían Maestro ni mucho menos lo que iba a pasar pronto. Era un hombre...

Jesucristo habla así, a veces, y nos deja perplejos pues ¿Quién va a ganar su vida perdiéndola? Pues aquel que quiera dejar atrás el hombre viejo y siga a Cristo, el hombre nuevo. 


JESÚS,  gracias por poner sobre la mesa la forma de salvarnos. 

Eleuterio Fernández Guzmán

13 de septiembre de 2024

Es que las cosas son así...

Lc 6, 39-42



"En aquel tiempo ponía Jesús a sus discípulos esta parábola: '¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado, será como su maestro. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: 'Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo', no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano.'"

COMENTARIO

No podemos negar que el Hijo de Dios tenía que presentar ante el mundo la Verdad. Y es que no siempre la Verdad había sido tenida en cuenta sino lo que de las misma el hombre había querido entender. 

Aquí Jesucristo nos dice muchas cosas que son importantes: que no podemos pretender ser buenos hermanos si nosotros no lo somos, que debemos tener en cuenta nuestros errores antes que hacérselos ver a los demás...

En realidad, lo que quería Cristo era poner las cosas en su sitio de donde nunca deberían haber salido. 

JESÚS, gracias por decirnos las cosas como deben ser dichas aunque a veces pueda dolernos.

Eleuterio Fernández Guzmán

12 de septiembre de 2024

El listón de Cristo es muy alto según somos...

Lc 6, 27-28


"En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: 'Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿Qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿Qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿Qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después. Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados; den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos'."

COMENTARIO

Siendo cierto que el Hijo de Dios fue enviado al mundo para que el mundo se salvase, no podemos negar que su misión implicaba decir las cosas como tenían que ser dichas... aunque eso doliese mucho y siga soliendo hoy en día. 

Quiere Cristo que amemos a nuestros enemigos, que demos de verdad a quien necesita recibir, hagamos el bien siempre y, en fin, todo eso a lo que no estamos muchas veces dispuestos porque somos egoístas... como poco. 

El caso es que debemos saber que si perdonamos seremos perdonados y que si damos se nos dará... Ahí está el meollo de nuestro comportamiento si es que sabemos entender lo que eso significa. Nos es crucial, eso sí. 

JESÚS, gracias por decir la verdad aunque muchas veces nos pueda doler. 

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de septiembre de 2024

Escogió a los que quiso

Lc 6, 12-19

"Jesús se retiró a la montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse sanar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos."

COMENTARIO

Cuando el Hijo de Dios quiso escoger a los que irán cabe sí lo hizo como hacía todas las cosas: orando y pidiendo a Dios, su Padre

Podemos decir que Jesucristo escogió a los que quiso porque sabía a quién escogía. En eso no hubo error ni equivocación alguna y si hubiese querido escoger a otros o a otras... lo hubiera hecho. Sin embargo, hizo lo que hizo...

La fuerza que salía de Cristo era la misma que Dios le había entregado porque aquel hombre era Dios hecho, eso, hombre. 


JESÚS, gracias por haber querido venir al mundo para salvar al mundo. 

Eleuterio Fernández Guzmán

9 de septiembre de 2024

Escogió a los quiso

Lc 6, 12-19


"Jesús se retiró a la montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse sanar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos."

COMENTARIO

Cuando el Hijo de Dios quiso escoger a los que irán cabe sí lo hizo como hacía todas las cosas: orando y pidiendo a Dios, su Padre

Podemos decir que Jesucristo escogió a los que quiso porque sabía a quién escogía. En eso no hubo error ni equivocación alguna y si hubiese querido escoger a otros o a otras... lo hubiera hecho. Sin embargo, hizo lo que hizo...

La fuerza que salía de Cristo era la misma que Dios le había entregado porque aquel hombre era Dios hecho, eso, hombre. 


JESÚS, gracias por haber querido venir al mundo para salvar al mundo. 

Eleuterio Fernández Guzmán

7 de septiembre de 2024

Señor del sábado

Lc 6, 1-5


"Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían.

Algunos fariseos les dijeron: '¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?'

Jesús les respondió: '¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros'

Después les dijo: “El Hijo del hombre es dueño del sábado'."

COMENTARIO 

No podemos negar que en tiempos de la primera venida al mundo del Hijo de Dios muchas costumbres se habían arraigado en el pueblo elegido por Dios. 

El caso que había quien no podía soportar que se contravinieran aquellas costumbres y eso se lo hacían ver a Jesucristo. Y es, según ellos, en sábado había muchas cosas que no se podían hacer. 

Jesucristo no duda en dejar claro que Él es Señor del sábado y por eso sus discípulos hacen lo que hacen.

JESÚS.  gracias por manifestar la verdad a quienes la ignoran. 

Eleuterio Fernández Guzmán

6 de septiembre de 2024

El añejo es mejor...

Lc 5, 33-39


"Los escribas y los fariseos dijeron a Jesús: 'Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben'.

Jesús les contestó: '¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar'.

Les hizo además esta comparación: 'Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a éste no quedará bien en el vestido viejo. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán más. El vino nuevo se pone en odres nuevos. Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: el añejo es mejor'."

COMENTARIO 

No podemos negar que aquellos que no querían para nada al Hijo de Dios no dejaban pasar ocasión para ponerlo en entredicho aunque se tratara de la actitud de sus discípulos. 

Jesucristo, que sabían muy bien del pie que cojeaban aquellos que lo criticaban, no deja pasar ocasión, tampoco, para enseñarles. Y es que debían aprender aún mucho para dejar de lado sus viejas ideas.

El caso es que aquí mismo lo dice el Enviado de Dios: el vino añejo es mejor o, lo que es lo mismo, la Ley de Dios, la recibida hacía muchos siglos por el pueblo elegido era, sin duda, mucho mejor que el trasunto de ley que ellos habían hecho con el paso del tiempo. 

JESÚS,  gracias por dejar las cosas muy claras para entendimiento de cualquiera que quiera entender. 

Eleuterio Fernández Guzmán

5 de septiembre de 2024

Y fueron pescadores de hombres

Lc 5, 1-11


"En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y Él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: 'Navega mar adentro, y echen las redes'.

Simón le respondió: 'Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si Tú lo dices, echaré las redes'. Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.

Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: 'Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador'. El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.

Pero Jesús dijo a Simón: 'No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres'."

COMENTARIO

Como es de imaginar, cuando aquellos que siguieron más de cerca al Hijo de Dios (sus Apóstoles) vieron lo que vieron en muchas ocasiones les hizo, al menos, creer que su Maestro era algo más que un Maestro.

Aquel asunto de la pesca no se les había dado bien aquella noche. En efecto, no habían pescado nada y, por decirlo pronto, su vida no iba a ser más fácil precisamente...

Las palabras de Jesucristo fueron escuchadas por Pedro porque sabía de lo que era capaz el Maestro. Y por eso, por su confianza, lo hizo pescador de hombres... hasta hoy. 


JESÚS, gracias por hacer pescador de hombres a Pedro y a los demás. 

Eleuterio Fernández Guzmán

4 de septiembre de 2024

Sanó y todo lo hizo bien

Lc 4, 38-44


"Al salir de la sinagoga, Jesús entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y ésta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos.

Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y Él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. De muchos salían demonios, gritando: '¡Tú eres el Hijo de Dios!' Pero Él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías.

Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero Él le dijo: 'También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado'."

COMENTARIO

Son varias las ocasiones en las que, en el Evangelio, se nos dice que el Hijo de Dios expulsaba los demonios que poseían a personas. Y ellos, claro está, lo reconocían aunque no quisiera Jesucristo que aún se dijera Quién era. 

Son muchas las personas a las que sana el Emmanuel. Las sana porque necesitan ser sanadas y lo mismo le da un pobre ciego o leproso que la suegra de Simón. Él había venido al mundo a que el mundo se salvase y eso era lo que hacía. 

Jesucristo era absolutamente consciente de Quién era. No había duda alguna en su pensamiento acerca de eso y lo manifiesta así muchas veces. Y es que, como dice él mismo, había sido enviado para anunciar la Buena Noticia con todo lo que eso conllevaba. 

JESÚS, gracias por curar y sanar a quien lo necesitaba. 

Eleuterio Fernández Guzmán