16 de septiembre de 2023

Debemos construir sobre Cristo

Lc 6, 43-49


"Jesús decía a sus discípulos:

'No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla su boca. ¿Por qué ustedes me llaman: 'Señor, Señor', y no hacen lo que les digo? Yo les diré a quién se parece todo aquél que viene a mí, escucha mis palabras y las practica. Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la inundación, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en práctica se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande.'"


COMENTARIO

Pudiera parecer que lo que dice el Hijo de Dios no tiene que ver una cosa con la otra. Es decir, que hablar sobre el árbol y sus frutos y luego de cómo se construye una, poco tiene que ver. Sin embargo, siendo Cristo quien así habla...

En efecto, sí tiene que ver. Y es quien hace lo que debe hacer acaba obteniendo buen fruto. Por eso construir nuestra vida teniendo como sustento a Jesucristo sólo puede ser algo bueno para nosotros, para nuestros corazones y para nuestra vida. 

Es verdad que, haciendo eso que decimos arriba, nos procurará decir "Señor, Señor" cumpliendo su voluntad y seremos, en esencia, buenos. 

JESÚS, gracias por tu, tan, certera Palabra. 

Eleuterio Fernández Guzmán

15 de septiembre de 2023

Junto a la Cruz sí estaban

Jn 19, 25-27


"Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tiene a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tiene a tu madre”. Y desde aquella Hora el discípulo la recibió como suya."

COMENTARIO 

No podemos negar que, de todas aquellas personas que conocían bien al Hijo de Dios sólo unas pocas tuvieron el valor de permanecer junto a la Cruz en la que entregaría su alma al Padre Jesucristo. 

Podemos imaginar aquella situación pero sólo podemos imaginarla. Tanto Juan como María y las demás mujeres, seguro habían acompañado a Jesucristo a través de las calles de Jerusalén y, luego, por el camino que le llevaría al Calvario. No sería demasiado buena. 

Entonces Jesucristo hace un gesto que nos ha valido para que su Madre María sea también la nuestra. Y por eso Juan la acogió en su casa y en su corazón: también era su Madre. 


JESÚS, gracias por entregarnos a tu Madre para que también sea la nuestra. 

Eleuterio Fernández Guzmán

13 de septiembre de 2023

Nos conviene estar entre los felices

Lc 6, 20-26


"Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo:

¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban el nombre de ustedes, considerando os infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!

Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!"

COMENTARIO

Lo que hoy nos trae el Evangelio de San Juan son, ni más ni menos, que las Bienaventuranzas que también recoge, de otra forma, otro Evangelio como es el de San Mateo.

Aquí podemos apreciar fácilmente, por decirlo así, dos bandos: el de los bienaventurados (aquí se dice "felices") y el otro, el de los que no lo son según dice el Hijo de Dios. 

A nosotros nos conviene muy mucho ser del primero de los grupos. Sí, se llora, se es pobre, se pasa hambre pero, al final (que es lo que importa y que tiene que ver con la vida eterna) el premio es más que importante. Y, mientras, los otros, los que no saben ser ricos porque no arriman el hombro a quien lo necesita... en fin... que todo está aquí dicho...


JESÚS, gracias por las Bienaventuranzas. 

Eleuterio Fernández Guzmán

12 de septiembre de 2023

Y los escogió

Lc 6, 12-19


"Jesús se retiró a la montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse sanar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos."

COMENTARIO


Del Hijo de Dios salía una fuerza que sanaba a todos es lo que se nos dice en este Evangelio de San Lucas. Y es que no era para menos en tanto y en cuanto se curaban todos los que lo tocaban. 

El caso es que Jesucristo subió al monte como hacía muchas veces para estar más cerca de Dios, su Padre, y orar. Y lo que hace luego ha quedado para siempre inscrito en los libros de la fe: escogió a los que iban a ser sus Apóstoles, testigos del Hijo y, así, del Padre.

Es cierto y verdad que en otros Evangelios  Cristo va escogiendo a sus Apóstoles uno a uno pero no quita que, en efecto, los escogió. 


JESÚS,  gracias por escoger a los Doce. 

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de septiembre de 2023

Estar con Cristo

Mt 18, 15-20

 
“15 ‘Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. 16 Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que = todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. = 17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el  publicano. 18 ‘Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.19  ‘Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.’”


COMENTARIO 

Es verdad que el Hijo de Dios tenía que corregir muchas de las actuaciones que los miembros del pueblo elegido por Dios llevaban a cabo pero que, en realidad, no acordaban nada con la Voluntad del Padre Eterno.

Se debe corregir a quien se equivoca pero no hay que equivocarse en la forma de corregir. Es decir, las cosas deben arreglarse entre el corregido y quien procura su bien. Pero muchas veces no hacemos eso sino todo lo contrario. 

Debemos tener en cuenta, por otra parte, lo último dicho por Cristo: si pedimos se nos concederá pero no deberíamos creer que se nos concederá todo sino lo que, según la Voluntad de Dios, nos convenga porque, como bien sabemos, demasiadas veces pedimos lo que no nos conviene pero queremos y ansiamos...


JESÚS, gracias por decir las cosas como deben ser dichas. 

Eleuterio Fernández Guzmán