1 de junio de 2024

La autoridad de Dios

Mc 11, 27-33


"Después de haber expulsado a los vendedores del Templo, Jesús volvió otra vez a Jerusalén. Mientras caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a Él y le dijeron: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?”

Jesús les respondió: “Yo también quiero hacerles una pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. Díganme: el bautismo de, Juan Bautista, ¿venía del cielo o de los hombres?”

Ellos se hacían este razonamiento: “Si contestamos: “Del cielo”, Él nos dirá: “¿Por qué no creyeron en Él?” ¿Diremos entonces: “De los hombres”?” Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: “No sabemos”.

Y Él les respondió: “Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas”."

COMENTARIO 

No podemos negar que aquellos que no querían para nada al Hijo de Dios y, sencillamente, querían verlo muerto, no cejaban en su intención de hacerlo caer en alguna trampa espiritual. Y no podemos dejar de creer que, de verdad, no sabían lo que hacían.

Cuando aquellos le preguntan a Jesucristo acerca de la autoridad que tiene para hacer lo hace y lo que dice ellos no saben que le preguntan a Dios mismo. 

Ciertamente, la respuesta que les da el Hijo de Dios es la que se merecen pues ellos, con sus trampas, demostraban que no merecían respuesta alguna. 

JESÚS, gracias por da a cada uno según merece. 

Eleuterio Fernández Guzmán



31 de mayo de 2024

Magnífica María

Lc 1, 39-56


"María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:

'¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor'.

María dijo entonces:

'Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquéllos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia para siempre”.
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa."

COMENTARIO

Podemos imaginar a la Virgen María saliendo a toda prisa para visitar a su prima Isabel  porque el Ángel le había dicho que estaba embarazada. No lo dudó nada a pesar de la distancia que había entre una casa y la otra. 

Enseguida sabe Isabel que quien viene no es una persona cualquiera sino la madre de su Señor. Y por eso se llena de Espíritu Santo y quien seria llamado Juan salta en su vientre de alegría y de gozo.

María, por su parte, proclama una oración que es maravillosa y que muestra el poder de Dios y qué ha hecho por ella. Y nosotros, a tanta distancia temporal de aquello también nos gozamos por ella. 


JESÚS, gracias por tener una Madre así. 

Eleuterio Fernández Guzmán

30 de mayo de 2024

La fe salva

Mc 10, 46-52


"Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino.

Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: '¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!'.

Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: '¡Hijo de David, ten piedad de mí!'.

Jesús se detuvo y dijo: 'Llámenlo'. Entonces llamaron al ciego y le dijeron: '¡Animo, levántate! El te llama'.

Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él."

Jesús le preguntó: '¿Qué quieres que haga por ti?'. El le respondió: 'Maestro, que yo pueda ver'.

Jesús le dijo: 'Vete, tu fe te ha salvado'. En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino."

COMENTARIO 

No resulta difícil imaginar la vida que podía llevar una persona ciega en tiempos de la primera venida del Hijo de Dios al mundo.  En realidad, era una persona n tenida en cuenta y apartada de la sociedad. 

El ciego sabe a ciencia y corazón ciertos que aquel hombre, Jesucristo, puede hacer mucho por él. Y lo llama insistentemente aunque algunos de los discípulos de Jesús no querían que lo "molestara"...

El Hijo de Dios cura a aquel hombre porque bien sabía Cristo la necesidad que tenía y es que, además, tenía mucha fe.


JESÚS, gracias por mostrar lo importante que es la fe. 

Eleuterio Fernández Guzmán

29 de mayo de 2024

Ser servidores

Mc 10, 32-45


"Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: 'Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos: ellos se burlarán de Él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y tres días después, resucitará'. Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: 'Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir'.

Él les respondió: '¿Qué quieren que haga por ustedes?' Ellos le dijeron: 'Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria'.

Jesús les dijo: '¡No saben lo que piden! ¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé y recibir el bautismo que Yo recibiré?” 'Podemos', le respondieron.

Entonces Jesús agregó: “Ustedes beberán el cáliz que Yo beberé y recibirán el mismo bautismo que Yo. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados'.

Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos. Jesús los llamó y les dijo: 'Ustedes saben que aquéllos a quienes se considera gobernantes dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande que se haga servidor de ustedes, y el que quiera ser el primero que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud'."

COMENTARIO

Tampoco debería extrañarnos mucho que aquellos que seguían más de cerca al Hijo de Dios quisiese ocupar buenos puestos sociales. Era una forma de reaccionar muy humana. 

Jesucristo, sin embargo, entendía las cosas de una forma muy distinta y podría decirse que pone las cosa en su sitio. 

Hay que servir, ser servidores de nuestro prójimo. Así manifestaremos amor hacia el mismo y Dios nos lo tendrá en cuenta. Y es que si Cristo vino a servir... ¿Qué debemos hacer nosotros?

JESÚS,  gracias por servir como Tú serviste. 

28 de mayo de 2024

Nos conviene mucho ser ahora de los últimos

Mc 10, 28-31


"Pedro le dijo a Jesús: 'Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido'.

Jesús respondió: 'Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.

Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros'."

COMENTARIO

Como podemos comprender, muchas de las palabras que el Hijo de Dios pronunció no acabaron de ser entendidas hasta, justamente, después de su muerte y resurrección. 

Es cierto que sus Apóstoles lo habían dejado todo para seguir a Jesucristo y así se lo hacen ver. Pero el Mesías les da la respuesta que, en realidad, se merecen: el que todo lo deja por Él... todo lo tiene. 

Es cierto lo que nos dice Cristo al final de este texto. Y es que si queremos ser beneficiados con la Vida Eterna se nos debe olvidar para siempre que aquí, en el mundo, debemos ser de los primeros...

JESÚS,  gracias por mostrarnos el camino hacia el Cielo.

Eleuterio Fernández Guzmán

26 de mayo de 2024

Los envió

Mt 28, 16-20



 “16 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17 Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: ‘Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.’”


COMENTARIO

No podemos negar que este texto del Evangelio de San Mateo tiene una importancia vital para la vida de los discípulos del Hijo de Dios. Y es  en el momento que los envía a predicar la Buena Noticia y a bautizar comienza la verdadera expansión del cristianismo. 

Dice el texto que algunos tuvieron dudas cuando vieron a Jesucristo. Y es que habían pasado muchas cosas desde que sufriera su Pasión. 

Sin embargo, Jesucristo los envía a bautizar y hacer discípulos Suyos. Y es que debía transmitirse la Buena Noticia de que el Reino de Dios se había instaurado en la Tierra en beneficio de todos aquellos que lo aceptaran. 

JESÚS, gracias por enviar a tus discípulos a manifestar que todo el Bien había llegado al mundo. 

Eleuterio Fernández Guzmán