14 de septiembre de 2019

Lo que debía de pasar, pasó

Jn 3, 13-17
"13 Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, 15 para que todo el que crea tenga por él vida eterna. 16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él."
COMENTARIO
Es bien cierto que hay quien sostiene que el Hijo de Dios ni sabía que era el Hijo de Dios ni que debía cumplir determinada misión. Y, al contrario de eso, muy pronto en el Evangelio de San Juan (en el capítulo 3) muestra Jesucristo que sabe Quién y que sabe más que bien lo que ha de suceder.
Lo que más nos importa es el hecho de que Dios ama al mundo de tal manera que envía a su único hijo engendrado y no creado al mundo para que el mundo se salve. Y aunque sepamos cuáles fueron las consecuencias para el hijo de María de toda aquella verdad, la Verdad, lo bien cierto es que las palabras de Jesucristo aquí traídas muestran que sí, que sabía muy bien que era Quien sabía que era.
Es más, el Hijo de Dios pone sobre la mesa lo que le va a pasar a Él, la muerte que va a tener. Es más, sólo puede pasar lo que iba a pasar y, por mucho que muchos se opusieran a eso… pasaría lo que debía pasar.

JESÚS, gracias por ser tan franco al respecto de tu vida.

Eleuterio Fernández Guzmán

13 de septiembre de 2019

Seguir, también en esto, a Cristo

Lc 6, 39-42
"39 Les añadió una parábola: '¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? 40 No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado, será como su maestro. 41 ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? 42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: 'Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo', no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano."
COMENTARIO

Podemos decir que lo que el Hijo de Dios nos dice en este texto del Evangelio de San Lucas nos viene más que bien para hacer las cosas según Dios quiere que las hagamos. Y es que no es poco que nos aleccione un Maestro como es Jesucristo.

No estar o, mejor, no querer estar por encima del Maestro, ha de suponer algo muy importante saber. Y es que nosotros, que tantas veces somo soberbios, podemos llegar a creer que es posible estar por encima del Hijo de Dios. Y no podemos negar que eso es de ser verdaderos necios.

Y es bien cierto que, muchas veces, ponemos nuestro mal ojo en la vid del prójimo. Y eso, al Hijo de Dios, ni le gusta ni puede gustarte. Y es que, al conocernos más que bien sabe que somos más que pecadores y eso debería parar nuestras tan abundantes ansias de creer que somos lo que no somos...


JESÚS, gracias por tan sabios consejos.

Eleuterio Fernández Guzmán

11 de septiembre de 2019

Bienaventurados los que comprenden a Cristo

Lc 6, 20-26

"20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: 'Bienaventurados los pobres, porque  vuestro es el Reino de Dios. 21 Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que  lloráis ahora, porque reiréis. 22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. 23 Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas'. 24 'Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. 25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. 26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas."

COMENTARIO

En su lucha diaria y esfuerzo cotidiano de enseñar la Verdad, el Hijo de Dios ha de predicar, más de una vez, contra aquellos que creen ser algo cuando en realidad no son, a ojos del Todopoderoso, nada o casi nada. Hijos suyos sí pero poco más.

Cuando Jesucristo enseña lo que es dado en llamar las Bienaventuranzas (también recogidas en el Evangelio de San Mateo) lo hace para enseñar aquello que es elemental y que debe ser conocido y aprehendido por todo aquel que quiera ser discípulo suyo.

Hay, sin embargo, quien lleva una vida, mundanamente, muy acomodada. Y Cristo critica, no eso, que la lleve, sino que no se tenga en cuenta a quien necesita ayuda y auxilio. Y es que los hartos no son, casi nunca, buenos ejemplos para sus contemporáneos.


JESÚS, gracias por ponernos sobre la pista de cómo debemos ser.

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de septiembre de 2019

Los escogió porque supo y quiso

Lc 6, 12-19

"12 Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. 13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. 14 A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, 15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; 16 a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. 17 Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, 18 que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. 19 Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos." 

COMENTARIO
Que el Hijo de Dios suba al monte a orar no es nada raro ni extraño sino, al contrario, algo que era habitual en su forma de ser y de hacer las cosas. Pero ahora sube porque debe escoger a los que serán sus discípulos más próximos, sus Apóstoles. Y escoge a doce porque es un número muy relacionado con el mundo espiritual judío (12 tribus, por ejemplo, eran las de Israel) Y con ese grupo de hombres sabe que ha de evangelizar el mundo conocido y, luego, el que está mucho más allá.
Había quien ya conocía a Jesucristo. Por eso nos dice este texto del Evangelio de San Lucas que muchos lo tocaban porque lo reconocían como Hijo de Dios y Mesías. Y por eso, por esa confianza y esa fe en su ser divino, curaban.

JESÚS, gracias por haber escogido a aquellos primeros discípulos tuyos.

Eleuterio Fernández Guzmán

9 de septiembre de 2019

Cuando no prevalece la misericordia


Lc 6, 6-11

6 Sucedió que entró Jesús otro sábado en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. 7 Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. 8 Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: ‘Levántate y ponte ahí en medio’. El, levantándose, se puso allí. 9 Entonces Jesús les dijo: ‘Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla’. 10 Y mirando a todos ellos, le dijo: ‘Extiende tu mano’. Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. 11 Ellos se ofuscaron, y deliberaban entre sí qué harían a Jesús.”


COMENTARIO

En sábado había cosas que no se podían hacer porque así lo establecía la ley. En tiempos de Cristo, muchas actividades estaban, sencillamente, prohibidas. Y, al parecer, curar, también lo estaba por mucho que eso pueda parecer absurdo para un alma misericordiosa y buena como era la del Hijo de Dios.

Aquel hombre tenía la mano seca. Eso, seguramente, le hacía llevar una vida pobre pues debía tener muy difícil hacer un trabajo manual. Pero eso, al parecer, no era de importancia para los fariseos y los escribas. Ellos esperaban para ver qué hacía el Hijo de Dios porque querían tenderle una trampa, también, espiritual. Y es que era sábado y, como decimos arriba, había pocas cosas que se pudiesen llevar a cabo.

Cuando cura al hombre aquejado por aquella enfermedad, muchos quieran que prevalezcan las normas de los hombres por encima de la de la caridad y el amor que era la principal Ley del Reino de Dios. Ni entendían ni querían entender porque, seguramente, no les interesaba.


JESÚS, ayúdanos a aceptar la Voluntad de Dios aunque nos sea difícil y no la entendamos.

Eleuterio Fernández Guzmán

8 de septiembre de 2019

Ser consecuentes

Lc 14, 25-33

“25 Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo: 26 ‘Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. 27 El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28 ‘Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? 29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30 ‘Este comenzó a edificar y no pudo terminar.’  31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000?  32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz. 33 Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.’”

COMENTARIO

El Hijo de Dios, en el cumplimiento de la misión que tenía encomendada por parte de Dios, habla muchas veces de forma muy difícil de entender porque la realidad no era, ni entonces ni ahora, muy fácil de enderezar. Por eso, cuando dice eso de dejarlo todo para por ir con Él no podemos dudar sobre qué es lo que se puede pensar a tal respecto y no es nada bueno ni mejor (según nuestro mundano pensamiento)

Sin embargo, como siempre hace, nos da ejemplo consigo mismo porque Él ha abandonado, por decirlo así, a su propia Madre y se ha ido por el mundo a predicar y hacer lo que debía hacer. ¿Va a ser, en esto, el discípulo, menos que el Maestro)

La Cruz de Cristo sabemos cómo era. Nosotros tenemos una o más de una y también debemos cargar con ella. Nos lo dice Aquel que supo muy bien cargar con aquella carga tan pesada que no estaba constituida por el madero o maderos que llevó hasta el Calvario.


JESÚS,  gracias por enseñarnos a cargar con nuestro cruz imitándote.

Eleuterio Fernández Guzmán