15 de marzo de 2024

Querían matarlo

Jn 7, 1-2.10.25-30


"Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.

Se acercaba la fiesta judía de las Chozas. Cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también Él subió, pero en secreto, sin hacerse ver. Promediaba ya la celebración de la fiesta, cuando Jesús subió al Templo y comenzó a enseñar. Algunos de Jerusalén decían: '¿No es éste Aquél a quien querían matar? ¡Y miren como habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde es éste; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es'
.
Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: '¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, Yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco, porque vengo de Él y es Él el que me envió'.
Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre Él, porque todavía no había llegado su hora.'"

COMENTARIO

No podemos negar que el Hijo de Dios había sido enviado al mundo a cumplir una misión y que la misma la estaba cumpliendo a la perfección. Y tan bien la estaba cumpliendo que habían quien quería matarlo, precisamente, por hacer ver sus carencias y sus debilidades. 

Podemos imaginar a Jesucristo mirando a aquellos contemporáneos suyos que, en realidad, no sabían Quién era ni ante Quien estaban. Y es seguro que sentía lástima por aquellos que le odiaban porque ya estaban juzgados. 

El caso es que cuando dice que viene de Dios es cuando aquellos que lo perseguían decidieron matarlo pero, en verdad, aún no había llegado su hora. 

JESÚS,  gracias por cumplir tu misión hasta las últimas consecuencias. 

Eleuterio Fernández Guzmán

14 de marzo de 2024

Palabra de Dios

Jn 5, 31-47


"Jesús dijo a los judíos:

'Si Yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría. Pero hay otro que da testimonio de mí, y Yo sé que ese testimonio es verdadero. Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que Yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que Yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que Yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que Él envió.
Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí, y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida. Mi gloria no viene de los hombres. Además, Yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes. He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ése sí lo van a recibir. ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que viene del único Dios? No piensen que soy Yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza. Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí. Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿Cómo creerán lo que Yo les digo?'"

COMENTARIO

En realidad, poco hay que comentar sobre este texto del Evangelio de San Juan donde el Hijo de Dios dice claramente Quién es y Quién es su Padre. 

Ciertamente, conviene leer este texto algunas veces para comprender lo que supone eso que dice Jesucristo. 

Y, por cierto, no nos extraña nada de nada que algunos de los aquello escuchaban le tuvieran rabia y odio. Ellos, por supuesto, creemos que ya estaban juzgados. 

Amén a todo lo aquí dicho por el Mesías; a leer o escuchar  y a aprender. Con eso debería bastarnos...


JESÚS, gracias por Ti. 

Eleuterio Fernández Guzmán

13 de marzo de 2024

Padre e Hijo

Jn 5, 17-30


"Jesús dijo a los judíos:'

Mi Padre trabaja siempre, y Yo también trabajo'. Pero para los judíos ésta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.

Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: 'Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo.

Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados.

Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que Él quiere. Porque el Padre no juzga a nadie: Él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre.

El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.

Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en Aquél que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida. Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán.

Así como el Padre tiene la vida en sí mismo, del mismo modo ha concedido a su Hijo tener la vida en sí mismo, y le dio autoridad para juzgar porque Él es el Hijo del hombre.

No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio.

Nada puedo hacer por mí mismo.

Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que Yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de Aquél que me envió'."

COMENTARIO 

Padre e Hijo. En este texto del Evangelio de San Juan podemos apreciar a la perfección lo que supone saber que Jesucristo sabía muy bien que era Hijo del Padre Eterno y que, en suma, era el mismo Padre Eterno hecho hombre. Por eso dice aquí las cosas que dice y por eso mismo había quien tenía ira hacia lo que decía y rabia incontenida aunque, como bien sabemos, supieron contenerla hasta el momento oportuno. 

Todo lo que aquí dice Cristo es de vital importancia para sus discípulos. Y es así porque nos está diciendo con toda claridad cuál es el camino hacia el Cielo que no otro que tenerlo a Él por Mesías, en saber que es Dios hecho hombre y que no actuaba por sí mismo sino por haberle dado una misión que cumplió a la perfección. 

JESÚS, gracias por cumplir con tu misión hasta las últimas consecuencias. 

Eleuterio Fernández Guzmán

12 de marzo de 2024

Y cumplió con su misión

Jn 5, 1-16


"Se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén.

Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo «Betsata», que tiene cinco pórticos. Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, lisiados y paralíticos.

Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó:

'¿Quieres sanarte?'

Él respondió: 'Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes'.

Jesús le dijo: 'Levántate, toma tu camilla y camina'.

En seguida el hombre se sanó, tomó su camilla y empezó a caminar.

Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser sanado: 'Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla'.

Él les respondió: 'El que me sanó me dijo: 'Toma tu camilla y camina' . Ellos le preguntaron: '¿Quién es ese hombre que te dijo: ‘Toma tu camilla y camina’?'
Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí.

Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: 'Has sido sanado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía'.

El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había sanado. Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.

Él les respondió: 'Mi Padre trabaja siempre, y Yo también trabajo'. Pero para los judíos ésta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre."

COMENTARIO

Este caso de aquel hombre que, enfermo, no encontraba forma de curarse, muestra muy bien que al Hijo de Dios no le importaba para nada lo que pudieran decir los que consideraban más importante respetar una ley que tener misericordia con una persona.

Jesucristo desapareció del sitio porque sabía muy bien que siempre habrían quien quisiera afearle aquella conducta de decirle a alguien que, en sábado, tomases su camilla y se la llevase pues creían que eso no se podía hacer, precisamente, en aquel día de la semana. 

El caso es que aquellos que no le querían para nada porque les ponía sobre la mesa la Verdad, no podían consentir que hiciera lo que hiciera ni que dijera lo que decía buscaban ocasión para matarlo. Y es cierto que lo consiguieron. 


JESÚS, gracias por cumplir con tu misión pesase a quien pesase.

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de marzo de 2024

Ir a la Luz

Jn 3, 14-21


“14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, 15 para que todo el que crea tenga por él vida eterna. 16 Porque tanto amó Dios al mundo  que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 18  El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. 19 Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz,  para que no sean censuradas sus obras. 21 Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto  que sus obras están hechas según Dios.”

COMENTARIO

Podemos decir que son más que terribles las palabras que aquí dice el Hijo de Dios. Y es que se refiere, exactamente, a sí mismo comprendiendo a la perfección lo que suponen las mismas. 

Dios envió a su único Hijo engendrado y no creado. Lo envió para que el mundo se salvase pero hubo muchos hijos del Todopoderoso que no quisieron escucharlo y prefirieron las tinieblas a la Luz. 

Es, por otra parte, muy importante, lo último que recoge el Evangelio de San Juan en estos versículos: ir a la Luz supone cumplir la Voluntad de Dios. Y con está todo dicho.

JESÚS, gracias por mostrarnos la Luz que eres Tú. 

Eleuterio Fernández Guzmán