25 de septiembre de 2021

Querer saber


Lc 9, 43b-45

43b Estando todos maravillados por todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: 44 ‘Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres’. 45 Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.”

COMENTARIO

Ciertamente no era nada extraño que todos los que eran testigos de lo que hacía y decía el Hijo de Dios se maravillaran de eso pues no era nada normal que un hombre hiciera lo que hacía aquel Maestro.

Sin embargo, digamos que Jesucristo les va a aguar la fiesta que ellos tenían, viviendo en su mundo, al decirles cómo va a ser la vida futura del Hijo del hombre o, lo que es lo mismo, de Él. Y según dice no va a ser nada buena.

Ellos, sin embargo, y como nos dice este texto del Evangelio de san Lucas, tenían miedo de preguntarle. Y es que en otras ocasiones habían manifestado su total ignorancia sobre todo aquello que les estaba enseñando pues, como aquí se nos dice, aún no tenían abierto el entendimiento. Eso… ya llegaría más tarde.



JESÚS, gracias por ser tan franco acerca de tu destino.



Eleuterio Fernández Guzmán

24 de septiembre de 2021

¿Quién es Cristo para nosotros?


Lc 9, 18-22

"Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con Él, les preguntó: '¿Quién dice la gente que soy Yo?'

Ellos le respondieron: 'Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado'.

'Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy Yo?”'

Pedro, tomando la palabra, respondió: 'Tú eres el Mesías de Dios'.

Y Él les ordenó terminantemente que no lo anunciaran a nadie, diciéndoles:

'El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos 'sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”



COMENTARIO

Lo bien cierto es que puede parecernos extraño que el Hijo de Dios tuviese necesidad de saber lo que pensaba la gente de su persona, quién creían que era o, en fin, lo que pudiera decir de Él.

Los Apóstoles, al menos alguno de ellos, saben que aquel Maestro que les enseña no es un maestro más sino que, como dice Pedro, es nada más y nada menos que “El Cristo de Dios” que es lo mismo que decir que es el Mesías, el Enviado de Dios.

Sin embargo, les queda algo muy duro que escuchar y es que tal Maestro, a quien ellos han seguido dejándolo todo, va a morir de forma inmerecida. Y bien sabemos que ellos no querían que eso fuese así.



JESÚS, gracias por ser tan verdadero y leal.



Eleuterio Fernández Guzmán

23 de septiembre de 2021

Querer ver a Cristo

Lc 9, 7-9



7 Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; 8 otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. 9 Herodes dijo: ‘A juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de que oigo tales cosas?’ Y buscaba verle.”


COMENTARIO

Es más que sabido que Herodes se creía en poder de hacer todo lo que le viniese en gana pues tal era el que tenía. Por eso se permite el lujo de decir que fue él quien decapitó a Juan el Bautista. Y es que creía que todo era suyo e, incluso, la mano que mata también.

Todo le parecía extraño a Herodes. Y es que seguramente le habrían dicho que había un hombre, de nombre Jesús, que hacía cosas extraordinarias y también decía palabras muy importantes. Por eso quería verlo pues tenía curiosidad en conocer a esa persona de la que hablaban mucho.

El caso es que, como sabemos, cuando lo vio en la noche de la Pasión de Nuestro Señor demostraría su necedad y su falta de sentido común



JESÚS, gracias por cumplir con tu misión hasta las últimas consecuencias.



Eleuterio Fernández Guzmán

22 de septiembre de 2021

Proclamar el Reino de Dios



Lc 9, 1-6

"Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para sanar las enfermedades. Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos, diciéndoles: 'No lleven nada para el camino, ni bastón, ni provisiones, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno. Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir. Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos'”.

Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y sanando enfermos en todas partes.


COMENTARIO

Ciertamente, como el Hijo de Dios había escogido a Doce que iban a ser sus Apóstoles, creyó que lo mejor era que empezaran a hacer su trabajo y los envía por el mundo conocido (suponemos que cerca) para que cumpla con tal misión.

El caso es que el Señor no los envía, así, sin más sino que les da autoridad sobre el Mal para que puedan controlarlo y dominarlo como Él mismo puede controlar y dominar a todo aquel ser que se oponga a la Voluntad de Dios.

De todas formas Jesucristo no quiere obligar a nadie a creer en la Buena Noticia ni a que el Reino de Dios ya está el mundo. Deja la posibilidad de aceptar el mensaje que sus Apóstoles iban a llevar por los caminos o no aceptarlo.

JESÚS, gracias por enviar, gracias por enviarlos.



Eleuterio Fernández Guzmán

21 de septiembre de 2021

Los consejos fuertes de Dios

Mt 9, 9-13


"Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: 'Sígueme'. Él se levantó y lo siguió.

Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con Él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: '¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?'
Jesús, que había oído, respondió: 'No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: 'Yo quiero misericordia y no sacrificios'. Porque Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores'”.



COMENTARIO

Francamente podemos decir que este texto del Evangelio de San Mateo está repleto de palabras que, dichas por el Hijo de Dios, deberían hacernos pensar, al menos, un poco. Así, por ejemplo, que:

-Son los necesitados de auxilio espiritual a los que Cristo ayuda,

-Cristo vino por primera vez al mundo a salvar a los pecadores.

Esto, dicho así pudiera parecer cosa de poca importancia. Sin embargo, nos muestra hasta qué punto la misión a la que fue enviado por Dios su Hijo no era poca cosa sino que, sin duda alguna, le supuso, por ejemplo, tener que enfrentarse con personas que no lo querían, precisamente, por lo que hacía.

Y es que, por decirlo pronto, Cristo es Salvador y tuvo que serlo.


JESÚS, gracias por haber venido al mundo a salvarnos a los pecadores.



Eleuterio Fernández Guzmán

20 de septiembre de 2021

Que no quede nada oculto


Lc 8, 16, 18

 

“Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará.”

 

 

COMENTARIO

 

De lo mucho que el Hijo de Dios dijo a lo largo de su vida, hay algo que nunca deberíamos olvidar porque tiene que ver con nuestra salvación eterna porque nada de lo que hacemos deja de tener trascendencia para la misma.

 

Dios, que todo lo sabe, nos ha dado gratuitamente muchos dones y bienes que no pueden quedar ciegos. También nos ha dado su Palabra que no podemos tener egoístamente sino, al contrario, transmitirla en la medida de nuestras posibilidades.

 

Y algo más que es crucial. Y es Cristo sabe que hay muchos hermanos suyos que creen tener una gran fe cuando, en realidad, son nidos hipócritas y sepulcros blanqueados. Y a esos todo se le quitará…

 

 

JESÚS,  ayúdanos a tener una fe firme y franca.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

19 de septiembre de 2021

Ser como un niño

Mc 9, 30-37

 

30 Y saliendo de allí, iban caminando por Galilea; él no quería que se supiera, 31 porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: ‘El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le  matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.’ 32      Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle. 33 Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: ‘¿De qué discutíais por el camino?’ 34 Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. 35    Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: ‘Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.’ 36 Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: 37 ‘El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.’”

 

COMENTARIO

 

Tampoco debería extrañarnos que aquellos hombres, que apenas habían entendido nada de lo que les estaba enseñando el Hijo de Dios, tampoco comprendiesen aquello de que su Maestro iba a morir y luego a resucitar.

 

Al contrario era la verdad: no entendían casi nada y lo único que les preocupaba era saber, por decirlo pronto, quién era el primero de ellos porque querían el poder que ellos entendían que eso suponía.

 

Sin embargo, las cosas no iban por ese camino sino que, al contrario, debían ser como niños si es que querían ser recibidos por Dios. Y ellos, seguros estamos de eso, aún se extrañaron más que Cristo les hablara así de aquellas personas, los niños, a los que ellos consideraban tan poca cosa…

 

JESÚS,  gracias por poner las cosas en su sitio.

 

Eleuterio Fernández Guzmán