11 de febrero de 2023

Y manifestó su poder

 Jn 2, 1-11


"Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y, como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: 'No tienen vino'. Jesús le respondió: 'Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía'. Pero su madre dijo a los sirvientes:

'Hagan todo lo que Él les diga'.

Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: 'Llenen de agua estas tinajas'. Y las llenaron hasta el borde. 'Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete'. Así lo hicieron.

El encargado probó el agua cambiada en vino y, como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: 'Siempre se sirve primero el buen vino, y cuando todos han bebido bien, se trae el de calidad inferior. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento'.

Éste fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él. 

COMENTARIO

El episodio de las bodas de Caná es síntoma de algo: el Hijo de Dios quiere mucho a su Madre y no puede negarle nada. Y eso es lo que pasa cuando en aquella boda falta el vino y María sabe más que bien que Jesús puede hacer algo bueno allí mismo. 

El caso es que hay algo que debemos tener en cuenta. Aquí también beneficia, por así decirlo, con la visión de algo extraordinario a los más pobres, a los sirvientes. Y es que ellos son los únicos que todo lo ven. 

Cuando el texto bíblico nos dice que así manifestó el Hijo de Dios su gloria es que, en efecto, aquella fue la primera vez que mostró su poder. 


JESÚS, gracias por cumplir a la perfección con tu misión. 

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de febrero de 2023

Y es que todo lo hizo bien

Mc 7, 31-37


"Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.

Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: 'Efatá', que significa: 'Ábrete'. Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.

Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: 'Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos'”.


COMENTARIO

Cuando leemos o escuchamos lo que hizo el Hijo de Dios en el mundo cuando fue enviado, es cierto y verdad que nos sorprende eso. Sin embargo, ni es nada extraño ni era otra cosa lo que podía hacer. Había sido enviado para eso. 

Lo que resulta siempre curioso es que muchas veces  Jesucristo les dice a los que ha librado de algún mal que no digan lo que ha pasado. Y es que sabía que muchos no estaban preparados para aquella nueva doctrina. 

Sin embargo, aquellos que veían lo que hacían tenían muy claro que aquello no lo podía hacer cualquiera sino, en todo caso, quien todo lo hacía bien. 


JESÚS, gracias por hacerlo todo bien. 

Eleuterio Fernández Guzmán

9 de febrero de 2023

Lo que puede la fe y la confianza

Mc 7, 24-30


"24 Desde allí fue a la región de Tiro. Entró en una casa procurando pasar desapercibido, pero no logró ocultarse. 25 Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. 26 La mujer era pagana, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. 27 Él le dijo: 'Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos'. 28 Pero ella replicó: 'Señor, pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños'. 29 Él le contestó:

'Anda, vete, que por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija'. 30 Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.

COMENTARIO

No podemos negar que aquella mujer tenía una necesidad muy grande que ser cubierta. Lo que pasa es que la necesidad no era para ella sino para una prójimo, a saber, su propia hija. Y no dudaba lo más mínimo en pedir a quien tenía que pedir. 

El caso es que aquella mujer no era judía sino pagana. Y podría pensarse, equivocadamente, que el Hijo de Dios no iba a hacerle caso. Pero muy lejos de realidad tal pensamiento pues, bien sabemos, que Jesucristo, vino al mundo para salvar a quien necesitaba ser salvado. 

Aquella mujer le debió hacer gracia a Jesucristo con aquellas palabras acerca de los perritos. Pero lo que más tuvo que influir en Cristo es que aquella mujer, que era pagana, acudiera a los pies del Hijo de Dios a pedirle una merced. Y claro que la obtuvo, faltaría más. 


JESÚS, gracias por tu Bondad y tu Misericordia. 

Eleuterio Fernández Guzmán

8 de febrero de 2023

Las impurezas del corazón

Mc 7, 14-23


"Jesús, llamando a la gente, les dijo: 'Escúchenme todos y entiéndanlo bien. Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!'

Cuando se apartó de la multitud y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron por el sentido de esa parábola. Él les dijo: '¿Ni siquiera ustedes son capaces de comprender? ¿No saben que nada de lo que entra de afuera en el hombre puede mancharlo, porque eso no va al corazón sino al vientre, y después se elimina en lugares retirados?' Así Jesús declaraba que eran puros todos los alimentos.

Luego agregó: 'Lo que sale del hombre es lo que lo hace impuro. Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino.

Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre'”.

COMENTARIO

Por creencias particulares, el pueblo judío tenía por verdad que había alimentos que eran, en sí mismos, impuros. Y eso hacía que, lógicamente, no quisieran saber nada de ellos. Sin embargo, el Hijo de Dios también sabía que eso no era cierto ni verdad. 

En realidad, lo dice muy bien Jesucristo: es lo que sale de dentro, del corazón, lo que hace que un comportamiento sea bueno o, al contrario, pueda ser considerado reprobable. 

El caso es que el mismo Cristo pone ejemplos de lo que sale del corazón. Y es cierto que es verdad y es verdad que es cierto. 


JESÚS, 

Eleuterio Fernández Guzmán

7 de febrero de 2023

Tergiversando la Ley de Dios

Mc 7,1-13


"Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar.

Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras, de la vajilla de bronce y de las camas.

Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: '¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?' Él les respondió: '¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice:

'Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.

En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos'.

Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres'.

Y les decía: 'Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios. Porque Moisés dijo: 'Honra a tu padre y a tu madre', y además: 'El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte'. En cambio, ustedes afirman: 'Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán -es decir, ofrenda sagrada- todo aquello con lo que podría ayudarte…'. En ese caso, le permiten no hacer nada más por su padre o por su madre. Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como éstas, hacen muchas otras cosas!'” 

COMENTARIO 

Es más que cierto que cuando el Hijo de Dios fue enviado al mundo había mucho que debía ser cambiado. Y, en realidad, había sido enviado, precisamente, para cambiar lo que debía ser cambiado y no dejar que las cosas siguieran por el camino por el que había sido llevadas.

Lo que dice aquí Jesucristo a los que le escuchan es seguro no gustó a muchos de ellos. Y es decir a la cara la verdad no siempre gusta, ni entonces ni ahora. Sin embargo, debía hacerlo por el bien general de su pueblo. 

Y añade Cristo que "como éstas, hacen otras muchas cosas". Y es que, es cierto y verdad, debía mucho se cambiado. Ya no valía el odre viejo, como también dijo en una ocasión.


JESÚS,  gracias por poner las cosas en el sitio que deben estar. 

Eleuterio Fernández Guzmán