Lc 1, 26-38
7 de octubre de 2022
Anunciación
6 de octubre de 2022
Debemos estar agradecidos a Dios
Lc 11, 5-13
‘Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: ‘Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle’, y desde adentro él le responde: “No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos’.
Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.
También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquéllos que se lo pidan!’”
5 de octubre de 2022
Saber que somos malos
Mt 7, 7-11
4 de octubre de 2022
Cuando las cosas del mundo embotan nuestro corazón
Lc 10, 38-42
Pero el Señor le respondió: ‘Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, una sola cosa es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada’”.
3 de octubre de 2022
Lo que debemos hacer lo dice Cristo
Lc 10-25-37
“25 Se levantó un legista, y dijo para
ponerle a prueba: ‘Maestro, ¿Qué he de hacer para tener en herencia vida
eterna?’ 26 El le dijo: ‘¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?’ 27
Respondió: = ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma,
con todas tus fuerzas = y con toda tu mente; = y a tu prójimo como a ti mismo.’
= 28 Díjole entonces: ‘Bien has respondido. Haz eso y vivirás.’ 29 Pero él,
queriendo justificarse, dijo a Jesús: ‘Y ¿quién es mi prójimo?’
30 Jesús respondió: ‘Bajaba un hombre de
Jerusalén a Jericó, y cayó
en manos de salteadores, que, después de
despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. 31 Casualmente,
bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. 32 De igual
modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. 33 Pero un
samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; 34 y,
acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole
sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. 35 Al día
siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: “Cuida de él y,
si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.” 36 ¿Quién de estos tres te
parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?’
37 El dijo: ‘El que practicó la
misericordia con él.’ Díjole Jesús: ‘Vete y haz tú lo mismo.’
COMENTARIO
Podemos pensar que aquel hombre le
pregunta a Jesús con intención, de verdad, de saber. Quiere conocer qué debe
hacer para alcanzar la vida eterna. Y tal anhelo no era poca cosa sino, al
contrario, muy mucho y muy mucho.
Jesucristo no le dice que, para alcanzar
la vida eterna, deba hacer grandes cosas, grandes empresas emprender ni nada
por el estilo. Simplemente pone ante la mesa la parábola del buen samaritano.
El buen samaritano es aquel que, de
verdad, quiere alcanzar la vida eterna y es misericordioso con su prójimo
aunque el mismo (y seguramente entonces más aún) no sea de su agrado. Auxilia a
quien lo necesita sin mira cuáles son las circunstancias de su vida.
JESÚS, ayúdanos a ser
buenos samaritanos.
Eleuterio Fernández Guzmán
2 de octubre de 2022
Es que somos siervos inútiles
Lc 17, 5-10
“5 Dijeron los apóstoles al Señor; ‘Auméntanos la fe.’ 6 El Señor dijo: ‘Si
tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro:
“Arráncate y plántate en el mar", y os habría obedecido.’ 7 ‘¿Quién de
vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le
dice: ‘Pasa al momento y ponte a la mesa?’ 8 ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame
algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y
después comerás y beberás tú?’ 9 ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque
hizo lo que le fue mandado? 10 De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo
lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que
debíamos hacer.’”
COMENTARIO
Todo
en este texto del Evangelio de San Lucas se resume en una palabra que lo contiene
todo: humildad. Y en la misma todo lo que dice el Hijo de Dios se contiene y se
dice.
Cuando
dice lo que dice Jesucristo es para que se den cuenta que la fe no es algo así
como una realidad que tenga poca importancia sino para que se den cuenta
aquellos que lo escuchan de la verdad: la fe mueve, como se dice, montañas.
Y,
por último, algo que es crucial para nuestra vida de discípulos de Cristo:
somos siervos inútiles. Es decir, después de haber hecho el bien debemos saber
eso, que somos siervos inútiles. Y nada, por tanto, de soberbia…
JESÚS, gracias por
decir las cosas como deben ser dichas.
Eleuterio Fernández Guzmán