Mt 2, 1-12
6 de enero de 2024
Epifanía
5 de enero de 2024
Ven y verás
Jn 1, 43-51
"Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: 'Sígueme'. Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
Felipe encontró a Natanael y le dijo: 'Hemos hallado a Aquél de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José'.
Natanael le preguntó: '¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?'
'Ven y verás', le dijo Felipe.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: 'Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez'.
'¿De dónde me conoces?', le preguntó Natanael.
Jesús le respondió: 'Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera'.
Natanael le respondió: 'Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel'.
Jesús continuó: 'Porque te dije: ‘Te vi debajo de la higuera’, crees. Verás cosas más grandes todavía'.
Y agregó: Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre'.
4 de enero de 2024
Encontrarse con Cristo
Ellos le respondieron: 'Rabbí -que traducido significa Maestro- ¿Dónde vives?'
Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: 'Hemos encontrado al Mesías', que traducido significa Cristo.
3 de enero de 2024
Cuando Juan lo supo
Jn 1, 29-34
Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que Él fuera manifestado a Israel'.
Yo lo he visto y doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios”'"
2 de enero de 2024
El Bautista cumple con su parte de la misión
Jn 1, 19-28
“19
Y este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron donde él desde
Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: ‘¿Quién eres tú?’ 20 El confesó,
y no negó; confesó: ‘Yo no soy el Cristo.’ 21 Y le preguntaron: ‘¿Qué, pues?
¿Eres tú Elías?’ Él dijo: ‘No lo soy.’ - ‘¿Eres tú el profeta?’ Respondió: ‘No.’
22 Entonces le dijeron: ‘¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que
nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?’ 23 Dijo él: ‘Yo soy = voz del que
clama en el desierto: Rectificad el camino del Señor, = como dijo el profeta
Isaías.’ 24 Los enviados eran fariseos. 25 Y le preguntaron: ‘¿Por qué, pues,
bautizas, si no eres tú el Cristo ni Elías ni el profeta?’ 26 Juan les
respondió: ‘Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no
conocéis, 27 que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa
de su sandalia.’ 28 Esto ocurrió en Betania, al otro lado del Jordán, donde
estaba Juan bautizando.”
COMENTARIO
Cuando
Juan comienza su labor, digamos, predicadora, los poderosos de su tiempo se
preguntan acerca de aquella persona a la que todos tenían por profeta. Si era
el Enviado de Dios, debían saberlo; también si no era. Vamos, que querían
conocer más acerca de Juan el Bautista.
Aquel
hombre, que vivía en el desierto y, por decirlo pronto, tenía muy claro qué
había venido a hacer en el mundo, sabe más que bien que no es él el Mesías.
Sabe, también, que ha de venir y, es más, que ya está entre aquellos mismos que
le preguntan.
Quien
ha de venir, que vendrá detrás de Juan no es otro que su primo Jesús. Y es que,
en efecto, en cuanto a su nacimiento, vino detrás del hijo de Isabel y Zacarías
y, luego, también era Quien debía venir a bautizar con fuego.
JESÚS, gracias por haberte dejado bautizar,
para ejemplo de muchos, por aquel que supo lo que debía hacer… y lo hizo.
Eleuterio Fernández Guzmán