18 de enero de 2025

Salvar a quien necesita ser salvado

Mc 2, 13-17


"Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía a Él, y Él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: 'Sígueme'. Él se levantó y lo siguió.

Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores se sentaron a comer con Él y sus discípulos; porque eran muchos los que lo seguían. Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a los discípulos: '¿Por qué come con publicanos y pecadores?'

Jesús, que había oído, les dijo: 'No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores'."


COMENTARIO 

El Hijo de Dios había sido enviado al mundo para el mundo se salvase. Y por eso Jesucristo hacía lo que tenía que hacer en tal sentido fuera cual fuera la situación ante la que se encontraba. 

Había quien creía que los recaudadores de impuestos eran pecadores porque debían tener mucho amor al dinero... Pero eso a Cristo no le importó nada de nada para "reclutar" para su apostolado a Leví, Mateo. 

Lo último que nos dice el Hijo de Dios es bien claro y contundente: no necesitan médico los que están sanos... los otro sí. Pues eso, curó a los enfermos de todo tipo de enfermedades y no sólo físicas. 


JESÚS, gracias por ser bueno y misericordioso.

Eleuterio Fernández Guzmán

17 de enero de 2025

Sanar a quien lo necesite... eso hizo Cristo

Mc 2, 1-12


"Jesús volvió a Cafarnaúm y se difundió la noticia de que estaba en la casa. Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siquiera delante de la puerta, y Él les anunciaba la Palabra.

Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres. Y como no podían acercarlo a Él, a causa de la multitud, levantaron el techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron la camilla con el paralítico. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: 'Hijo, tus pecados te son perdonados'.

Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior: '¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?'

Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: '¿Qué están pensando? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate, toma tu camilla y camina'? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados, dijo al paralítico: Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa'.

Él se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: 'Nunca hemos visto nada igual'."


COMENTARIO 

Aquellos que no querían para nada al Hijo de Dios ni tenían en cuenta ni sus palabras ni sus acciones se escandalizaron cuando le dijo Jesucristo al paralítico que le perdonaba los pecados. Y es que ellos sabían que sólo Dios podía perdonarlos. 

Aquel hombre, para que comprobaran que Cristo era Dios mismo hecho hombre, se levantó y se fue curado porque aquellos que no querían para nada al Hijo de Dios necesitaban una demostración de que era quien algunos sabían que era. Y la tuvieron allí mismo. 

Lo otro era lo normal: las personas que no se dejaban llevar por sus egoístas intereses como aquellos escribas de arriba sabían que allí había pasado algo extraordinario. Y fueron los sencillos los que lo reconocieron. 


JESÚS, gracias por ser bueno y misericordioso.

Eleuterio Fernández Guzmán

16 de enero de 2025

Es lo que tiene confiar en Dios

Mc 1, 40-45


"Se le acerca un leproso, suplicándole de rodillas: 'Si quieres, puedes limpiarme'. Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: 'Quiero: queda limpio'. La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: 'No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio'. Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.'"

COMENTARIO 

Ya podemos imaginar que la vida que llevaba aquel leproso no era nada buena ni agradable. Apartado de la sociedad por considerarlo pecador y, además, por su propia enfermedad, necesitaba la intervención de alguien más que importante. Y es lo que hace dirigiéndose al Hijo de Dios.

La forma en la que se dirige aquel hombre no es cualquier forma sino que lo hace con plena confianza en que va a ser curado.  Y es que le dice ese "si quieres" lo que muestra una creencia en que si quiere aquel Maestro se curará. 

Lo que hace Jesucristo ante aquella manifestación de fe es curarlo. No podía hacer otra cosa y, además, no quería pues para eso "había salido", como Él mismo dice en otro Evangelio. 

JESÚS, gracias por ser bueno y misericordioso. 

Eleuterio Fernández Guzmán

15 de enero de 2025

Haciendo el bien

Mc 1, 29-39

 

"En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.

La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
 
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.

Se levantó de madrugada, cuando todavía era muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron:

'Todo el mundo te busca'.

Él les responde:

'Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido'

Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios."


COMENTARIO 

Como el Hijo de Dios había sido enviado al mundo para que, al menos, se salvase el mundo que creyese en Él, eso es lo que hacía Jesucristo. 
 
Es cierto eso y también que lo sigue haciendo... ahora mismo y entre nosotros.
 
 
JESÚS, Gracias, hermano, por un tan gran Amor hacia nosotros. 


Eleuterio Fernández Guzmán

14 de enero de 2025

Los demonios lo conocían

Mc 1, 21-28


"Jesús entró en Cafarnaúm, y cuando llegó el sábado, fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar: '¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios'.

Pero Jesús lo increpó, diciendo: 'Cállate y sal de este hombre'. El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un alarido, salió de ese hombre.
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: '¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y éstos le obedecen!' Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea."

COMENTARIO 

Cuando el Hijo de Dios fue enviado al mundo para que el mundo se salvase sabía muy bien Jesucristo que debería lidiar con no muy buenas realidades. Y el caso de los endemoniados era una de ella.

Los demonios conocían muy bien a Jesucristo porque era Dios h echo hombre. Por eso sabe que no va a hacer nada bueno con ellos sino, como mínimo, obligarles a dejar de atormentar a las personas que tenían sometidas. 

No de extrañarnos nada que muchos se preguntasen qué significaba que alguien pudiera hacer eso con los demonios porque nadie salvo Dios podía hacer lo que hacía aquel Maestro.


JESÚS,  gracias por cumplir con tu misión de una forma tan perfecta. 

Eleuterio Fernández Guzmán

12 de enero de 2025

Aquel a quien Dios había enviado

Lc 3, 15-16. 21-22

 

“Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos, diciendo: ‘Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego’.

Sucedió que cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo,  y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo:  ‘Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado’”.

COMENTARIO 

La misión que le habían encomendado a Juan la estaba cumpliendo a la perfección. Pero él sabía también a la perfección que no era el Enviado de Dios, que no era el Mesías. 

Sabía, de todas formas, Juan que el Mesías iba a bautizar con Espíritu Santo y fuego que es, seguramente, algo que no entendían aquellos que lo escuchaban pero era lo que se iba a producir en muy poco tiempo. 

Y cuando Jesús fue a bautizarse, más que nada, para dar ejemplo (pues no tenía pecado alguno que purificar) se escucha o, al menos, Juan escuchó, la voz de Dios. Todo se había cumplido.


JESÚS, gracias por tu fidelidad. 

Eleuterio Fernández  Guzmán