Mt 8, 5-17
26 de junio de 2021
Curar por Amor
25 de junio de 2021
Limpios por Cristo
Mt 8, 1-4
“Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran
multitud. Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: ‘Señor, si
quieres, puedes purificarme.’ Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: ‘Lo
quiero, queda purificado.’ Y al instante quedó purificado de su lepra. Jesús le
dijo: ‘No se lo digas a nadie, pero ve a presentarse al sacerdote y entrega la
ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio’”.
COMENTARIO
Lo que muchas pasa con el Hijo de Dios es que tiene muy en cuenta a las personas que tienen fe y confían en que es el Enviado de Dios. Y eso es lo que pasa con aquel hombre leproso y apartado de la sociedad por su enfermedad.
La
confianza la expresa en leproso diciendo que si quería Jesucristo podía
curarle. Y el caso es que aquella era la manera de llegar más directamente al
corazón del Mesías. Y llegó.
Y Cristo lo purifica, lo cura de aquella terrible enfermedad que lo apartada de todo y de todos. Pero Cristo no quiere que se sepa que fue Él pues sabe que eso le iba a traer problemas.
JESÚS, gracias por ser bueno y misericordioso.
Eleuterio Fernández Guzmán
24 de junio de 2021
El Precursor de Cristo
Lc 1,57-66.80
“Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo.
Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y
se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al
niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando
la palabra, dijo: ‘No; se ha de llamar Juan’. Le decían: ‘No hay nadie en tu
parentela que tenga ese nombre’. Y preguntaban por señas a su padre cómo quería
que se le llamase. Él pidió una tablilla y escribió: ‘Juan es su nombre’. Y
todos quedaron admirados.
Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió
el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas
estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: ‘Pues
¿qué será este niño?’. Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él. El
niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de
su manifestación a Israel.”
COMENTARIO
Que la vida del ser humano está
totalmente relacionada con la voluntad de Dios se comprueba en el caso
particular de Zacarías y de su hijo Juan, que sería llamado el Bautista pues lo
sería, entre otros, del Hijo de Dios.
Se le había dicho a Zacarías que nacería
un hijo de quien llamaban la estéril Isabel. Él no se había fiado del Ángel del
Señor y fue castigado a permanecer mudo hasta que naciera el niño. Y así pasó.
Eso vino a confirmar la voluntad del Padre expresada a través de su Ángel.
No es de extrañar que aquellos que vivían
donde había nacido Juan se preguntarán qué iba a ser de un niño al que tantas
señales apuntaban como ser humano importante. Y llevado de la me mano de Dios
crecía a la espera de la llegada de su momento.
JESÚS, ayúdanos a mantener una fe grande como la de tu primo
Juan.
Eleuterio Fernández Guzmán
23 de junio de 2021
Conocernos por los frutos
Mt 7, 15-20
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.'"
22 de junio de 2021
Mucho que aprender
Mt 7, 6.12.14
21 de junio de 2021
No juzgar
Mt 7, 1-5
Jesús dijo a sus
discípulos:
No juzguen, para no ser
juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la
medida con que midan se usará para ustedes.
¿Por qué te fijas en la
paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el
tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Deja que te saque la paja de tu ojo”,
si hay una viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y
entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
COMENTARIO
Lo que dice el Hijo de Dios
en este texto del Evangelio de San Mateo debe ser entendido en la medida de lo
que dice pues, en muchas ocasiones, se entiende mal. Y es que las palabras de
Cristo son como son.
Dice Cristo que es
recomendable no juzgar porque entonces seremos juzgados. Pero lo seremos con la
misma medida con la que nosotros juzguemos. Y si lo hacemos con la medida de
Dios, la del Amor, la comprensión y la misericordia…
Y lo otro. Eso sí que es
importante. Y es que, en muchas ocasiones diera la impresión de que no
conocemos nuestros fallos o que, al menos, nos olvidamos pronto de ellos.
JESÚS, gracias
por decir las como son.
Eleuterio Fernández Guzmán
20 de junio de 2021
El poder de Dios
Mc 4,
35-40
“35 Este día, al atardecer, les dice: ‘Pasemos a la
otra orilla.’ 36 Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e
iban otras barcas con él. 37 En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas
irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. 38 Él estaba en
popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: ‘Maestro, ¿no te
importa que perezcamos?’ 39 El, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: ‘¡Calla,
enmudece!’ El viento se calmó y sobrevino
una gran bonanza. 40 Y les dijo: ‘¿Por
qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?’”.
COMENTARIO
La
verdad es que podemos imaginar a los que van en aquella barca cuando se desata
la tormenta. Y el miedo debía ser el comportamiento ordinario pues no era muy
normal no tenerlo. Y ellos lo tienen y bien que lo tienen.
Ellos
deben tener algo de confianza en el Señor porque lo despiertan para preguntarle
si es que a Él le importa poco que perezcan todos por aquella tormenta. Pero ya
podemos imaginar que eso no puede ser así.
El
Hijo de Dios sabía que nada debían temer porque tenía el poder decirle al mal
que enmudeciera. Y es lo que hace. De todas formas, les afea la conducta tenida
pues su fe, al parecer, aún no era muy grande.
JESÚS, gracias por manifestar el poder de Dios.
Eleuterio Fernández Guzmán