Mt 7, 6.12.14
6 “’No déis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. 12 Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. 13 Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella.’”
COMENTARIO
No podemos decir que el Hijo de Dios no haya enseñado poco en tan escasas palabras. Y es que Jesucristo, como suele hacer siempre, dice mucho aunque a veces no queramos entender porque no nos convenga entender.
Debemos tener cuidado con quién tratamos. Y es que es fácil que creamos que nos estamos relacionando con personas que van a tener en cuenta nuestra fe cuando, en realidad, están contra ella, se ríen de la misma y, en fin, hacen mofa y escarnio de lo que creemos los discípulos de Cristo.
Y, por último, algo que es más que útil: la puerta estrecha que lleva al Cielo es la del sacrificio, el saber perdonar al enemigo, tener misericordia y otra serie de actuaciones que no siempre tenemos en cuenta. La otra, la ancha es, justamente hacer lo contrario y, además, gozarse del mundo y en el mundo sin tener en cuenta la Voluntad de Dios.
JESÚS, gracias por ser tan claro.
Eleuterio Fernández Guzmán
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