19 de enero de 2024

Escogió a los que quiso

Mc 3, 13-19


"Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él, y Jesús instituyó a doce, a los que les dio el nombre de Apóstoles, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios.

Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó."

COMENTARIO

Es cierto y verdad que en otros Evangelios de los que tenemos por canónicos la elección de los Doce se hace de otra manera. Sin embargo, lo que verdaderamente importa es que el Hijo de Dios escogió a los que quiso escoger y lo hizo por alguna buena razón. 

El caso es que Jesucristo, como hace otras veces antes de hacer algo importante, sube a la montaña. Allí podemos imaginar sin desviarnos mucho de lo que pudo pasar, habla con su Padre del Cielo y le pide lo que deba pedirle para aquella ocasión. 

Los nombres de los Doce son más que conocidos y lo que hicieron a partir de entonces lo damos por seguro. Y eso nos hace pensar que Jesucristo hizo bien, otra vez más, lo que debía hacer. 


JESÚS,  gracias por escoger a aquellos Doce. 

Eleuterio Fernández Guzmán

18 de enero de 2024

Muchos lo seguían

Mc 3, 7-12


"Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea. Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.

Porque, como sanaba a muchos todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre Él para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: '¡Tú eres el Hijo de Dios!' Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.'"

COMENTARIO

Seguramente aún no había llegado el momento en que el Hijo de Dios se manifestara como Quien era. Por eso ordena a los malos espíritus que no manifiesten que es, en realidad, Dios hecho hombre. 

De todas formas, aunque eso aún no se conociese así, como era de verdad, eso no quería decir que las personas que veían lo que hacía o la forma que tenía de manifestarse no quisieran buscarlo.

En realidad, para eso había venido Jesucristo al mundo aunque, es verdad, eso no quisiera decir que no tuviera que tener algo de tranquilidad para enseñar a sus Apóstoles. 

JESÚS, gracias por hacer siempre lo que debías hacer. 

Eleuterio Fernández Guzmán

17 de enero de 2024

Querían acabar con Jesucristo

Mc  3, 1-6



"Jesús entró en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo sanaba en sábado, con el fin de acusarlo.

Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: 'Ven y colócate aquí delante'. Y les dijo: '¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?'

Pero ellos callaron.

Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: 'Extiende tu mano'. Él la extendió y su mano quedó sana.

Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con Él.'"


COMENTARIO

Como muy bien hacía el Hijo de Dios cumpliendo la misión para la que había sido enviado al mundo, Jesucristo cura a un hombre que estaba enfermo. Y eso, así dicho, no debería sino no causar otra cosa que no fuera gozo y alegría y no sólo para el curado.

Allí había quien no estaba de acuerdo con eso. Y lo peor es que no lo estaban porque era sábado y, según la ley (del hombre) no se podía hacer según qué cosas en tal día de la semana. 

Jesucristo hizo lo que quería hacer: ser misericordioso y bueno con aquella persona. De todas formas, no nos extraña nada de nada que hubiese quien quisiese matarlo. Así eran algunos. 


JESÚS, gracias por ser bueno y misericordioso a pesar de algunos...

Eleuterio Fernández Guzmán

16 de enero de 2024

El vino nuevo que trajo Cristo

Mc 2, 23-28


"Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: '¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?' Jesús les respondió: '¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!'"

COMENTARIO 

Algunos, que eran muy estrictos a la hora de aplicar y contemplar la aplicación de la Ley, no pueden comprender ciertas cosas en cuanto a la actuación del Hijo de Dios. Sin embargo, lo que pasa es que no acaban de comprender la verdadera voluntad de Dios sino que van a la suya, al trasunto de ley que han hecho con la que es del Todopoderoso. 

Jesucristo sabe muy bien de qué se trata todo esto. En realidad, ellos no entienden que ha venido al mundo a que el mundo se salve y, por tanto, muchas cosas han de cambiar pues, como bien dice Cristo, lo nuevo es difícil que quepa en lo viejo...


JESÚS,  gracias por explicar lo que nos debe importar de forma que seamos capaces de entenderlo.

Eleuterio Fernández Guzmán

14 de enero de 2024

Los escogió y ellos lo siguieron

Jn 1, 35-42


"Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: ‘He ahí el Cordero de Dios’. Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: ‘¿Qué buscáis?’. Ellos le respondieron: ‘Rabbi’ – que quiere decir ‘Maestro’ - ‘¿dónde vives?’. Les respondió: ‘Venid y lo veréis’. Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron aquel día. Era más o menos la hora décima.

Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Este se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: ‘Hemos encontrado al Mesías’, que quiere decir Cristo.  Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: ‘Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas’, que quiere decir ‘Piedra’".

COMENTARIO 

Los que entonces eran discípulos de Juan el Bautista es de creer que tenían confianza en aquella persona que enseñaba y bautizaba en el Jordán. Por eso cuando escuchan de su boca que aquella persona a la que señalaba era "el Cordero de Dios" no dudan lo más mínimo en preguntarle y seguirle. 

Desde aquel mismos instante otras personas se incorporan al grupo de los que siguen muy de cerca al Maestro de Nazaret. Incluso le cambia el nombre a Pedro para llamarle "Cefas" que, como aquí se dice, quiere decir "Piedra" porque sobre aquella piedra iba a construir Su Iglesia.

Es cierto y verdad que, conocida como es para nosotros la vida y circunstancias de aquel hombre, Pedro, no es poco que Cristo hiciera lo que hizo con su persona.

JESÚS, gracias por haber escogido de tal manera y así a tus discípulos más cercanos. 

Eleuterio Fernández Guzmán