4 de julio de 2020

Lourdes-Sinaí-Lolo: desde entonces hasta hoy (IV)

Lourdes-Sinaí-Lolo: desde entonces hasta hoy (IV): El Día de la Prensa Católica es más que apropiado para que, aquellos que ofrecen su sufrimiento por la misma, hagan un esfuerzo más para mostrar un amor así.

Lo nuevo de Dios es lo de siempre abriéndose paso

Mt 9, 14-017
"Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: '¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: '¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo, los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan.'"

COMENTARIO

Cuando habla el Hijo de Cristo, en aquellos años en los que predicó por el mundo, lo hace de forma que puedan entenderlo aquellos que lo escuchan. Por eso lo hace en parábolas y con imágenes que todos comprendiesen.
Jesucristo habla, aquí mismo, de cuál será su futuro. Es decir, que cuando a Él se lo lleven, cuando lo maten, entonces será el momento de ayunar. Y eso es lo que pasó cuando fue subido en la Cruz.
Pero hay algo hay muy importante: para comprender todo esto que podía parecer nuevo se debía cambiar el corazón. Por eso habla de vino nuevo que debe ponerse en odre nuevo; corazón nuevo porque el viejo ya no sirve para acoger a Dios y a su Voluntad.

JESÚS, gracias por explicar las cosas de forma que las podamos entender.



Eleuterio Fernández Guzmán

3 de julio de 2020

Tener fe es esto

Jn 20, 24-29
"Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: 'Hemos visto al Señor'. Pero él les contestó: 'Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré'.

Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: 'La paz con vosotros'. Luego dice a Tomás: 'Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente'. Tomás le contestó: 'Señor mío y Dios mío'. Dícele Jesús: 'Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído'".

COMENTARIO

Quien no comprenda que aquellos discípulos que estaban escondidos tuvieran miedo de sus hermanos en la fe es que no entiende que, en efecto, iban a muerte contra Cristo (ya lo habían matado o eso creían ellos) y, claro, contra todo aquel que le siguiera. No querían testigo alguno de aquellos años de predicación y de Verdad

Tomás, que no había estado la primera vez que Jesucristo apareció entre ellos, no creía que, de verdad, hubiera aparecido entre ellos. Y duda. Y manifiesta que necesita pruebas, sí, de que ha resucitado su Maestro…

Jesucristo, cuando se vuelve a aparecer, hace gala de amor, de perdón y de misericordia. Y, además, define la fe a la perfección: creer sin ver. Eso es la fe.


JESÚS, gracias por definir de forma tan perfecta qué es la fe.

Eleuterio Fernández Guzmán

2 de julio de 2020

Perdona pecados Quien puede perdonar

Mt 9, 1-8

"Subiendo a la barca, Jesús pasó a la otra orilla y vino a su ciudad. En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: '¡Ánimo!, hijo, tus pecados te son perdonados.' Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: 'Éste está blasfemando.' Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: '¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: `Tus pecados te son perdonados', o decir: `Levántate y anda'? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice entonces al paralítico-: `Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa'.' Él se levantó y se fue a su casa. Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres."
COMENTARIO

No podemos negar que aquellos que, entonces, estaban viendo lo que el Hijo de Dios había dicho al paralítico, creen tenerlas todas consigo. Por eso se permiten el lujo de murmurar que Jesucristo ha blasfemado cuando le ha perdonado los pecados al hombre. Y es que, para la concepción judía de aquel entonces, cuando alguien padecía un mal era porque había pecado y Dios lo había castigado.
Aquel hombre, es cierto, no lo debía pasar nada mal. Pero, con toda seguridad, confiaba en que el Maestro de Nazaret podía hacer algo bueno por él. Y, en efecto, lo hace Jesucristo porque conoce de la necesidad imperiosa del paralítico.
Jesucristo no atiende a falsas razones para hacer el bien. Aquellos que lo critican creen hacerlo porque están seguros de que Jesucristo está blasfemando. Lo que pasa es que, al parecer no sabían que podía perdonar pecados porque era Dios hecho hombre.

JESUS, gracias por ser misericordioso a pesar de muchos...

Eleuterio Fernández Guzmán

1 de julio de 2020

No comprender nada


Mt 8, 28-34

"Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino. Y se pusieron a gritar: '¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?' Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo. Y le suplicaban los demonios: 'Si nos echas, mándanos a la piara de puercos.' Él les dijo: 'Id.' Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas. Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados. Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su territorio."

COMENTARIO

Es más que cierto que el Hijo de Dios predicó durante unos años en la tierra que le había visto nacer. Por tanto, no era difícil que su fama de santidad corriera por los campos y lagos de Tierra Santa. Por eso, la reacción de aquellas personas que vieron lo que vieron, no es nada extraña.
Aquellos hombres, poseídos por demonios, no lo debían pasar nada bien pues la posesión demoníaca no deber ser lo mejor del mundo. Y ellos se encuentran, en aquel momento, con Jesucristo, que no podía permitir aquella situación.
Cuando Cristo expulsa a los demonios y les permite que entren en los cerdos y estos se matan… en fin. Aquello no gustó a los dueños de los cerdos que, al parecer, apreciaban más lo material que lo espiritual. Y es que Jesucristo, como vemos, tenía mucho trabajo que hacer.

JESÚS, gracias por hacer lo que debías hacer.

Eleuterio Fernández Guzmán

30 de junio de 2020

Tener confianza en Cristo

Mt 8, 23-27
"Subió a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido. Acercándose ellos le despertaron diciendo: ' ¡Señor, sálvanos, que perecemos!» Díceles:  '¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe? 'Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza. Y aquellos hombres, maravillados, decían: '¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?'"

COMUNICAR

Podemos decir que los Apóstoles del Hijo de Dios habían escuchado muchas cosas de parte de Jesucristo. Y es que la misión que debía llevar a cabo suponía que muchas cosas debían cambiar y, para eso, otras tantas. Y es lo que hace cada vez que echa en cara a muchos que se consideran sabios y eso le acarrea muchos enemigos y ya sabemos cómo terminó todo eso.
Ahora la situación es peliaguda. Y es que podían irse al agua y, a lo mejor, ahogarse más de un Apostol. Sin embargo, su Maestro estaba allí para sacarlos de aquella situación, decimos, peliaguda y difícil.
Tener confianza en Jesucristo supone estar a lo que quiere Dios. Por eso, aquellos que están allí no saben, al parecer, que están salvados. Y es que era Dios hecho hombre. Por eso.

JESÚS, gracias por ser cómo eres.

Eleuterio Fernández Guzmán

29 de junio de 2020

Escoger a Pedro


Mt 16, 13-19

“Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus  discípulos: ‘¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?’.
Ellos le respondieron: ‘Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas’.

‘Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?’.

Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: ‘Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo’.

Y Jesús le dijo: ‘Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo’”.


COMENTARIO

Seguramente, aquella pregunta que hace el Hijo de Dios la hace para probar a sus Apóstoles: primero, para ver si han prestado atención a lo que dice la gente de su Maestro; luego, para ver si ellos saben quién es su Maestro

Aquel hombre, Cefas, conocía muy bien a su Maestro. Y es que le había visto hacer prodigios y decir palabras que no habían salido nunca de la boca de otro Maestro. Y aquellas pruebas apuntaban a que Jesús era el Mesías.

Aquellas palabras, por otra parte, hacen que Pedro se distinga de los demás y pase a ser considerado por Jesucristo como el primus inter pares porque, en cuanto a discípulos todos eran iguales pero aquello que dijo le sirvió para ser escogido como el primer Papa.

JESÚS,  gracias por comprender a Pedro, gracias por escogerlo.


Eleuterio Fernández Guzmán

28 de junio de 2020

Seguir, de verdad, a Cristo

Mt 10, 37-42

“37 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a  mí, no es digno de mí. 38 El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. 39 El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. 40   ‘Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. 41 ‘Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. 42 ‘Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa.’”

COMENTARIO

No hay duda alguna que las palabras, algunas de ellas, que dice el Hijo de Dios, son difíciles. Y es que no es fácil escuchar que hay que dejarlo todo para seguirlo. Pero es que, como suele suceder, no se acaba de entender bien lo que quiere decir Jesucristo: dejar lo que pueda estorbar seguirlo.

Ahora bien, todo lo deja bien dicho Quien todo lo puede. Y es que seguirlo supone que, quien no tenga en cuenta eso, pagará en su momento lo que deba pagar ante Dios.

Al contrario, quien haga lo contrario que es, precisamente, aceptar a los discípulos de Cristo y beneficiarlos aunque sea en lo más pequeño que pudiéramos imaginar, tendrá una gran recompensa cuando eso deba recibirse.


JESÚS, gracias por ser tan bueno.


Eleuterio Fernández Guzmán