Lc 11, 15-20.23-26
"Pero algunos de ellos dijeron: 'Por Beelzebul, príncipe de los demonios, expulsa los demonios.' Otros, para ponerle a prueba, le pedían un signo del cielo. Pero él, conociendo sus intenciones, les dijo: 'Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado y una casa se desploma sobre la otra. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?... porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. 'El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. 'Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: `Me volveré a mi casa, de donde salí.' Y, al llegar, la encuentra barrida y en orden. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio.'"
COMENTARIO
En este texto del Evangelio de San Lucas nos habla el Hijo de Dios de un reino dividido. Y es que se da cuenta Jesucristo que el que lo es de Dios está de tal manera dividido que no puede subsistir si así continua.
Aquellos que lo persiguen utilizan cualquier cosa para ponerlo mal ante los demás. Y el caso de expulsar demonios de quien está poseído por ellos es un paradigma de lo que siempre acaban haciendo: no puede hacer el bien, siempre, bajo cualquier excusa.
Jesucristo dice algo que es más que importante. Y es que quien no está con él es seguro que ya está perdido porque sólo con él se recoge y, así, sólo vale la pena estar a su lado.
JESÚS, gracias por decir las cosas como son.
Eleuterio Fernández Guzmán