Mt 25, 14-28
28 de agosto de 2021
¡Ay los talentos!
27 de agosto de 2021
Ser necio o no serlo
Mt 25, 1-13
26 de agosto de 2021
Estar preparados
Mt 24, 45-51
"En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: 'Velen y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre.
Fíjense en un servidor fiel y prudente, a quien su amo nombró encargado de toda la servidumbre para que le proporcionara oportunamente el alimento. Dichoso ese servidor, si al regresar su amo, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que le encargará la administración de todos sus bienes.
Pero si el servidor es un malvado, y pensando que su amo tardará, se pone a golpear a sus compañeros, a comer y a emborracharse, vendrá su amo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará severamente y lo hará correr la misma suerte de los hipócritas. Entonces todo será llanto y desesperación'"
25 de agosto de 2021
¡Qué bien nos conoce Dios!
Mt 23, 27-32
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos, diciendo: 'Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas¡' De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmen entonces la medida de sus padres!'"
24 de agosto de 2021
Conformarse con poco
Jn 1, 45-51
23 de agosto de 2021
Confundir realidades espirituales
Mt
23,13-22
“En
aquel tiempo, Jesús dijo: ‘¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que
cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis;
y a los que están entrando no les dejáis entrar. ¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y,
cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros! ¡Ay
de vosotros, guías ciegos, que decís: ‘Si uno jura por el Santuario, eso no es
nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!’ ¡Insensatos y
ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro?
Y también: ‘Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la
ofrenda que está sobre él, queda obligado’. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la
ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? Quien jura, pues, por el
altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el
Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo,
jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él’”.
COMENTARIO
No podemos negar que Jesucristo, durante
el tiempo en el que llevó a cabo su predicación, se vio en la obligación de
contradecir muchas de las prácticas espirituales que, seguramente, había visto
muchas veces llevar a cabo cuando era, sólo, el hijo del carpintero.
Ahora, sin embargo, no puede callar. Y es
que se da cuenta que determinadas formas de llevar a cabo una fe que, se dice,
tener en Dios Todopoderoso no son, precisamente, del agrado del Creador.
Teniendo en cuenta que los escribas y
fariseos eran los guías espirituales del pueblo judío, era de la mayor
importancia poner las cosas en su sitio. Ciertas cosas no se podían seguir
haciendo de la misma forma. Y eso no gustó a muchos, como bien sabemos.
JESÚS, ayúdanos a
comprender la Ley de Dios en todo su sentido y significado.
Eleuterio Fernández Guzmán
22 de agosto de 2021
Palabras de vida eterna
Jn 6, 60-69
“60 Muchos de sus
discípulos, al oírle, dijeron: ‘Es duro este lenguaje. ¿Quién puede
escucharlo?’ 61 Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos
murmuraban por esto, les dijo: ‘¿Esto os escandaliza? 62 ¿Y cuando veáis al
Hijo del hombre subir adonde estaba antes?...63 ‘El espíritu es el que da vida;
la carne no sirve para nada. Las
palabras que os he dicho son espíritu y son vida.64 ‘Pero hay entre vosotros
algunos que no creen.’ Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los
que no creían y quién era el que lo iba a entregar. 65 Y decía: ‘Por esto os he
dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.’ 66 Desde
entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. 67
Jesús dijo entonces a los Doce: ‘¿También vosotros queréis marcharos?’ 68 Le
respondió Simón Pedro: ‘Señor, ¿dónde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de
vida eterna, 69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.’”
COMENTARIO
No es de extrañar que hubiera palabras que, salidas de la boca y el corazón del Hijo de Dios resultasen duras de escuchar pues no todos los corazones estaban preparados para escuchar según qué cosas.
Era común, por otra parte,
que los miembros del pueblo judío tuviera como verdad cierta que pertenecían al
pueblo elegido y que sólo ellos iban a salvarse. Sin embargo, como dice
Jesucristo, a quien Dios concede la salvación… se salva.
Cuando Cristo pregunta a sus
Apóstoles si ellos también querían marcharse es cierto y verdad que, muy a
pesar de lo que otros dijeran sabían que su Maestro era el Enviado de Dios,.
¿Dónde mejor para ir?
JESÚS, gracias
por ser totalmente franco.
Eleuterio Fernández Guzmán