13 de mayo de 2023

Ser perseguidos con gozo

Jn 15,18-21


"A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: 'Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que Yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia. Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.'"

COMENTARIO

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que este texto del Evangelio de San Juan es rico en principios que debemos seguir todos los discípulos de Cristo si es que amamos al Hijo de Dios y es que sabemos lo que nos conviene...

En realidad, todo es crucial para nuestra vida espiritual: saber que seremos odiados por seguir a Cristo, saber que no somos de este mundo sino del Cielo, saber que no somos más que Cristo y que, por eso, seremos perseguidos con gozo por nuestra parte por tal causa y razón y, en fin, que nuestra persecución tiene razón de ser en que en realidad hay quien no conoce a Dios o no quiere conocerlo.

Ciertamente, este texto bíblico es un tesoro de dimensiones más que grandes. 

JESÚS,  gracias por revelarnos tantas verdades.

Eleuterio Fernández Guzmán

12 de mayo de 2023

Amarse como Cristo nos ama

Jn 15, 12-17


"Jesús dijo a sus discípulos:

'Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros'"

COMENTARIO

Francamente, este texto del Evangelio de San Juan pone sobre la mesa un tema tan importante que es más que probable que llegue a avergonzarnos.  Y es que lo que nos pide el Hijo de Dios pone muy algo el listón de nuestra vida espiritual.

Nos pide Jesucristo que nos amemos. Pero no de cualquier forma sino como El nos ha amado y, claro, sigue amándonos. Y es tal es el Mandamiento, llamado nuevo aunque siempre ha sido la Voluntad de Dios. 

Y, para darnos confianza, nos dice Cristo que somos sus amigos porque Él nos ha elegido. Y eso, si lo miramos como debemos mirarnos, es una gracia de parte de Dios. 


JESÚS, gracias por ser Amor, el Amor. 

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de mayo de 2023

Vid y sarmientos

Jn 15, 1-8


"A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: 'Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Él corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que Yo les anuncié. Permanezcan en mí, como Yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y Yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.'"

COMENTARIO 

Seguramente, este texto del Evangelio de San Juan es, además de muy inspirado, uno de los que marca a la perfección lo que somos los discípulos de Cristo y Quién es, precisamente, el Hijo de Dios. Y es que haciendo uso de una imagen como es la viña (muy utilizada a lo largo de la historia del propio pueblo de Israel) nos pone en nuestro sitio para que nadie se crea que es más de lo que es.

En efecto, nosotros somos como los sarmientos que no pueden vivir, salvo un escaso tiempo, separados dela viña. Y por eso debemos permanecer en la viña (por seguir con la imagen que plantea Cristo).

Y algo que es muy importante: Dios no nos ha puesto en el mundo para que pasemos por él como si nada. No. Y lo dice con toda claridad el Hijo de Dios: debemos dar fruto en abundancia...



JESÚS,  gracias por ser tan claro con lo que debemos saber. 

Eleuterio Fernández Guzmán

9 de mayo de 2023

Como Dios quiere

Jn 4, 27-31a


"Jesús dijo a sus discípulos: 'Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: ‘Me voy y volveré a ustedes’. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.'"


COMENTARIO 

Ya podemos imaginar cómo se encontraban aquellos que estaban más cerca del Hijo de Dios. Cuando se dan cuenta de que, en efecto, va a morir... ciertamente sus corazones se vinieron abajo como, humanamente, es comprensible.

Jesucristo tranquiliza sus corazones porque sabe muy bien que es lo que debe hacer. Incluso les dice que deberían alegrarse por lo que va a pasar aunque, es seguro, su estado de ánimo no era, precisamente, de alegría.

El caso es que lo que pasaba era, sencillamente, que aún no habían acabado de comprender todo lo que les había dicho el Hijos de Dios. Y por eso Jesucristo trataba de que comprendieran, al menos, lo elemental: un día creerán en todo.


JESÚS, gracias por tratar de explicar lo que, para nosotros, es inexplicable...

Eleuterio Fernández Guzmán

7 de mayo de 2023

Las mansiones del Cielo; nuestras mansiones

Jn 14, 1-12

  
“1 ‘No se turbe vuestro corazón.  Creéis en Dios: creed también en mí.   2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho;  porque voy a prepararos un lugar. 3 Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. 4Y adonde yo voy sabéis el camino.’ 5 Le dice Tomás: ‘Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?’ 6 Le dice Jesús: ‘Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.  Nadie va al Padre sino por mí. 7 Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.’  8 Le dice Felipe: ‘Señor, muéstranos al Padre y nos basta.’ 9 Le dice Jesús: ‘¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.  11 Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.  Al menos, creedlo por las obras.  12 En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún,  porque yo voy al Padre.’”

COMENTARIO

Este texto del Evangelio de San Juan es, para los discípulos de Cristo, uno que está lleno de esperanza y de todo aquello que debe anhelar todo aquel que se sepa hijo de Dios. Y es que Jesucristo nos habla, aquí mismo, de las moradas que fue a preparar al Cielo y que tales moradas tienen unos destinatarios que somos nosotros, sus hermanos. 

En realidad lo que nos está diciendo es que no podemos actuar de cualquiera manera a lo largo de nuestra vida en el mundo. Y es que nosotros, como también se dice en la Biblia, no somos de este mundo sino del Cielo. Pero, para eso, nuestro devenir no puede ser el de alguien que no sabe a dónde pertenece y a dónde quiere ir...


JESÚS, gracias por mostrarnos el camino. 

Eleuterio Fernández Guzmán