Lc 6, 1-5
4 de septiembre de 2021
Señor del sábado
3 de septiembre de 2021
Odres y corazones
Lc 5, 33-39
2 de septiembre de 2021
Seguir a Cristo
Lc 5, 1-11
Simón le respondió: 'Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si Tú lo dices, echaré las redes'. Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: 'Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador'. El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: 'No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres'.
Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron."
1 de septiembre de 2021
La Buena Nueva del Reino
31 de agosto de 2021
La fama de Cristo
Lc 4, 31-37
30 de agosto de 2021
A veces la verdad puede doler
Lc 4, 16-22.24-27.29-30
“En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se
había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se
puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y,
desarrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: ‘El Espíritu del
Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el
Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los
ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de
gracia del Señor.’
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le
ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a
decirles: ‘Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.’ Y añadió: ‘Os
aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra.’
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron
furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del
monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se
abrió paso entre ellos y se alejaba.
COMENTARIO
Suponemos
que los que estaban escuchando en la Sinagoga a Jesús lo hacían con agrado. Es
decir, les estaba explicando la parte de las Sagradas Escrituras que le había tocado
leer y, hasta ahí, todo les parecía bien. Sus palabras, seguramente dulces y
acertadas debieron llegar al corazón. Y es que aquello de curar a los enfermos
y dar la libertad a los cautivos, a ellos, les sonaba a la libertad frente al
invasor romano.
Sin
embargo, al parecer no le gustó para nada que les dijera que Él era el Ungido
de Dios, el Mesías enviado por el Creador al mundo para que el mundo se
salvase. Y no les debió gustar porque, además de aquellas palabras habían escuchado
otras de parte de Jesucristo y no estaban para nada de acuerdo con ellas. Y
así, simplemente, lo querían matar.
Nosotros
sabemos que Dios es Bueno porque, de no serlo, es fácil imaginar el destino aciago
de aquellos que pretendían, gran necedad aquella, matar a su hijo antes de
tiempo…
JESÚS, gracias por ser tan bueno con quienes no lo
merecemos.
Eleuterio Fernández Guzmán
29 de agosto de 2021
De dentro del corazón
Mt 7, 1-8.14-15.21-23
“1 Se reúnen junto
a él los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén.2 Y al ver
que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas, 3 - es que los fariseos y todos los judíos
no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición
de los antiguos,4 y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay
otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas -.5 Por ello, los fariseos y los escribas le
preguntan: ‘¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los
antepasados, sino que comen con manos impuras?’ 6 El les dijo: ‘Bien profetizó
Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: = Este pueblo me honra con
los labios, pero su corazón está lejos de mí. = 7 = En vano me rinden culto,
ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres. = 8 Dejando el
precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.’
14 Llamó otra vez a la gente y les dijo: ‘Oídme todos y entended.15 Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.
21 Porque de
dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones,
robos, asesinatos, 22 adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje,
envidia, injuria, insolencia, insensatez.’”