Lc 6, 1-5
"1.Sucedió que cruzaba en sábado por unos sembrados; sus discípulos arrancaban y comían espigas desgranándolas con las manos. 2. Algunos de los fariseos dijeron: '¿Por qué hacéis lo que no es lícito en sábado?' 3.Y Jesús les respondió: '¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, 4.cómo entró en la Casa de Dios, y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?' 5.Y les dijo: 'El Hijo del hombre es señor del sábado.'"
COMENTARIO
En no pocas ocasiones, aquellos que se creen y se sienten sabios tienen por conveniente afear la conducta del Hijo de Dios o de aquellos que lo acompañan. Y es que tienen por bueno su conocimiento de la ley y eso les hace tenerse por mejores que los demás.
Jesucristo, como suele pasar siempre, aprovecha la ocasión para decir mucho sin, apenas, decir mucho, muchas palabras. Y es que dice eso de que “El hijo del hombre es Señor del sábado”. Y ahí quedó la cosa.
Muy sabían aquellos que le preguntaron a Cristo lo que le preguntaron qué es lo que quería decir aquel Maestro de Nazaret diciendo aquello. Y es que quería decir que Él era el Mesías, el hijo del hombre. Y ya podemos imaginar que se rasgó más de una vestidura...
JESÚS, gracias por decir las cosas como deben ser dichas a pesar de muchos.
Eleuterio Fernández Guzmán
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