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23 de diciembre de 2021
Nace Juan, el Bautista
Lc 1, 57-66
61 Le decían: ‘No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre.’ 62 Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. 63 El pidió una tablilla y escribió: ‘Juan es su nombre.’ Y todos quedaron admirados. 64 Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios.
65 Invadió el temor a todos sus vecinos, y
en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; 66 todos los que
las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues ¿qué será este niño?»
Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él.
COMENTARIO
Todo debía cumplirse según lo había establecido Dios. Por eso, Isabel iba a traer al mundo a su hijo, a su único hijo. La que llamaban estéril iba a dar a la humanidad al último profeta de la Antigua Alianza, quien sería el Precursor del Mesías.
Zacarías debía estar, primero, preocupado por su propia situación pero, luego, debía estar esperanzado porque sabía que lo que le había dicho el Ángel iba a suceder como había sucedido todo lo que le había dicho. Y recupera la voz cuando hace Juan dándose cuenta de que aquel hijo suyo era un enviado de Dios.
No es de extrañar, para nada, que todos
los presentes se preguntaran qué sería de aquel niño. Y no era nada extraño
porque, desde su propia concepción hasta el nacimiento, todo lo sucedido había
sido un hecho, verdaderamente, extraordinario y propio, sólo, del poder Dios.
DIOS
NUESTRO, PADRE NUESTRO, gracias por
darnos un testigo tan fiel como fue Juan el Bautista.
Eleuterio Fernández Guzmán
22 de diciembre de 2021
Y se cumplió todo
Lc 1, 46-56
21 de diciembre de 2021
Conocer pronto a Cristo
Lc 1, 39-45
“39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; 40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; 42 y exclamando con gran voz, dijo: ‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; 43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!’”.
19 de diciembre de 2021
Cuando todo se anunció
Lc 1, 26-38
En ejercicio del amor
Lc 1, 39-45
“39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región
montañosa, a una ciudad de Judá; 40 entró en casa de Zacarías y saludó a
Isabel. 41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de
gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; 42 y
exclamando con gran voz, dijo: ‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu seno; 43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque,
apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas
que le fueron dichas de parte del Señor!’”.
COMENTARIO
Sabemos que antes de que
pase lo que nos dice San Lucas que pasó y que recoge el texto de hoy, aquella
joven María había dicho que sí a Dios. El caso es que, una vez supo que su
prima Isabel estaba embarazada de seis meses y siendo ella ya persona de edad,
no lo duda lo más mínimo y va a echarle una mano.
El caso es que el encuentro
entre María e Isabel no fue un encuentro cualquiera. Y es que la segunda sabe
que la Virgen María está embarazada del Mesías y exulta de alegría.
Sin embargo, hubo alguien
que también se alegró mucho de que el Mesías estuviera tan cerca de Él. Y es a
quien luego llamarían Juan y quien anunciaría le llegada del Enviado de Dios.
JESÚS, gracias
por haber escogido a María como Madre.
Eleuterio Fernández Guzmán