19 de diciembre de 2021

Cuando todo se anunció

 Lc 1, 26-38


"Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y, entrando, le dijo: 'Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.' Ella se conturbó por estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: 'No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.' María respondió al ángel: '¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?' El ángel le respondió: 'El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la que se decía que era estéril, porque no hay nada imposible para Dios.' Dijo María: 'He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.' Y el ángel, dejándola, se fue."

COMENTARIO


Gabriel, aquel al que se llama "Ángel del Señor", es enviado a un pueblo no grande y a Anunciar a una joven muy joven lo que Dios tenía preparado para ella. Y es que la historia de la salvación tenía su punto de salida en aquel momento. Y es lo que hace Gabriel. 


En realidad, lo que hace el Ángel Gabriel es demandar a la joven María si quiere ser Madre de Dios, así de sencillo pero así de difícil la contestación que debía darle María. Y el caso es que, como podemos imaginar, aquella jovencita otra cosa no quería que eso pues estaba entregada, seguramente desde más niña aún, al Todopoderoso.


No deja de sorprendernos, de todas formas, la valentía y la fe que muestra María. Y es que todo lo acepta de tal manera que ella misma se define como “esclava del Señor”. Y es que sabía muy bien lo que eso suponía y es que, acabar siendo Madre del Hijo de Dios no era como para decir otra cosa. Y ella bien que lo sabía.




JESÚS, gracias por haber escogido a una Madre como María.


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