21 de mayo de 2022

No conocer a Cristo

Jn 15, 18-21


A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que Yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.

Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes.

Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.’” 


COMENTARIO

Ciertamente, había muchos que, en tiempos del Hijo de Dios, no quisieron conocerlo porque, seguramente, no les convenía. Y por eso lo persiguieron hasta que consiguieron que el poder que podía condenarlo a muerte lo hiciera.

El caso es que Jesucristo que aquellos que quisieran ser sus discípulos no iban a pasarlo mejor que Él pues los poderes de aquel mundo no querían que sus palabras se difundiesen.

La persecución de los discípulos de Cristo no paró entonces pues, como sabemos, muchos siglos después han cambiado las formas de perseguir a los que siguen al Señor pero, en el fondo, la intención es la misma.


JESÚS, gracias por advertir tan sabiamente sobre lo que debe importarnos.



Eleuterio Fernández Guzmán

20 de mayo de 2022

Sabios consejos de Cristo

Jn 15, 12-17



Jesús dijo a sus discípulos:

‘Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.


No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.


Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.’” 


COMENTARIO


En este texto del Evangelio de San Juan dice el Hijo de Dios algo muy importante y que nunca deberíamos olvidar porque va a resultar esencial para nuestra vida de ahora, la que vivimos en el mundo.


El caso es que Jesucristo nos previene acerca de lo que debemos hacer: amar al prójimo como a nosotros mismos puede llegar a suponer tener que dar la vida por el mismo como al poco tiempo haría Él por cada uno de nosotros.


Por otra parte, debemos saber que, en todo caso, es Cristo quien nos elige a nosotros y no al revés como, pretenciosamente, a veces podemos hacer. Y, además, quiere que demos fruto abundante...



JESÚS, gracias por aleccionarnos con la Verdad.



Eleuterio Fernández Guzmán

19 de mayo de 2022

Guardar los mandamientos de Dios


Jn 15,9-11

 

“En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: ‘Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado’”.

 

COMENTARIO

 

El máximo interés de Jesús está en la salvación de las almas de aquellos que son hermanos suyos o, lo que es lo mismo, de la humanidad toda y entera. Por eso siempre, a lo largo de su predicación dedicó mucho tiempo a instruir sobre tal tema.

 

¿Qué hacer para salvarse? Jesús lo dice con toda claridad: hay que guardar los mandamientos de Dios. Y eso quiere decir que debemos hacer lo posible para que los mismos guíen nuestra vida y no sólo los tengamos como algo bonito y bien traído i dicho.

 

Pero Jesús no se limita a instruir sino que hace todo lo posible para que su vida sirva de ejemplo a nosotros, sus hermanos. Por eso vive de forma que de su vida pueda deducirse el cumplimiento de la voluntad de Dios. Así permanece en Dios y Dios en Él.

 

 

JESÚS, ayúdanos a consentir tu permanencia en nosotros.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

18 de mayo de 2022

Vid y sarmientos

Jn 15, 1-8


"A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: 'Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Él corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que Yo les anuncié.

Permanezcan en mí, como Yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos.

El que permanece en mí, y Yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.

La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.'"


COMENTARIO

Cuando el Hijo de Dios hace uso de imágenes que todos conocen lo hacen, sin duda, porque sabe que es la única manera de que todos entiendan a qué se refiere. Y eso hace con la de la viña y los sarmientos.

Decir que Él es la viña y nosotros los sarmientos supone lo mismo que decir que debemos estar unidos a Él si es que queremos seguir viviendo. Pero no se refiere, creemos, a la vida de aquí sino a la eterna.

Esto último lo decimos porque el Maestro de Nazaret dice que si no estamos unidos a la vid, como sarmientos que la necesitan para vivir, se nos arrojará al fuego. ¿Y a qué fuego se puede referir? Sí, a ese… al Infierno.



JESÚS, gracias por decir las cosas como deben ser dichas para que no haya duda alguna.




Eleuterio Fernández Guzmán

17 de mayo de 2022

El Amor de Cristo al Padre

Jn 14, 27-31a



Jesús dijo a sus discípulos: ‘Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: ‘Me voy y volveré a ustedes’. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.’” 


COMENTARIO


La verdad es que es no podemos extrañarnos nada si aquellos que escuchaban al Hijo de Dios acerca de que debían alegrarse de que muriera se llevaran las manos, más que a la cabeza, al corazón, y aquella idea no les gustara nada de nada.

De todas formas, Jesucristo sabía lo que decía y estaba más que seguro que en un tiempo entenderían todo aquello que iba a pasar. Y por eso les dice que no deben temer nada y que tampoco deben inquietarse.

Es cierto, sin embargo, algo que les dice y que iba a pasar: el Príncipe de este mundo, el Mal, iba a llegar y por eso era tan importante que comprendieran Quién era Él.



JESÚS, gracias por facilitar las cosas a tus discípulos.



Eleuterio Fernández Guzmán

16 de mayo de 2022

Cumplir los Mandamientos de Dios

Jn 14, 21-26

 

 

“A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: ‘El que recibe mis mandamientos y los cumple, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y Yo lo amaré y me manifestaré a él’.

 

Judas -no el Iscariote- le dijo: ‘Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?’

 

Jesús le respondió: ‘El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él.

 

El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.

 

Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho’”.

 

 

COMENTARIO

 

 

Es cierto y verdad que en muchas otras ocasiones el Hijo de Dios dice cosas como las que ahora recoge el Evangelio de San Juan. Es más, seguramente, hizo lo mismo en otras ocasiones aunque no lo sepamos.

 

El caso es que cuando habla Jesucristo no lo hace para que sus palabras se tengan por no dichas. Es decir, nosotros debemos escucharlas y, luego, poner por obra sus palabras que incluyen, claro, sus mandamientos al ser Palabra de Dios.

 

Es más, nos anuncia que el Espíritu iba a ser enviado y, entonces, iba a enseñar lo que aún no habían sido capaces de comprender.

 

 

JESÚS,  gracias por decir las cosas como deben ser dichas.

 

15 de mayo de 2022

Amarse los unos a los otros

Jn 13, 31-33a. 34-35


31 Cuando salió, dice Jesús: ‘Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre  y Dios ha sido glorificado en él. 32  Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto.’ 33 ‘Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. 34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.  35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.’”

COMENTARIO

Quizá pudiera parecer que el Hijo de Dios, después de tres años de predicación y de que salieran de su corazón y por su boca las palabras más maravillosas que puedan ser escuchadas, nada mejor pudiera decir. Pero sí.

En aquella situación en la que se encontraban los Apóstoles y su Maestro muchas cosas buenas había dicho Jesucristo. Sin embargo, le quedaba una que, no por nueva, salida de su corazón, era como algo especial que se debía tener en cuenta: debemos amarnos unos a los otros pero no de cualquiera forma sino, precisamente, como él nos ha amado… ni más ni menos.

El caso es que amar de una manera tal que así, como quiere Dios y, claro, su miso Hijo engendrado y no creado, supone manifestar de Quién se es discípulo. Y eso, precisamente, es lo que quiere Adonai.




JESÚS, gracias por proclamar a los cuatro vientos la importancia de un Amor como el tuyo.



Eleuterio Fernández Guzmán