3 de diciembre de 2022

Dar gratis...

Mt 9, 35.10,1.5a.6-8



"Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos:

'La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha'.

Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de sanar cualquier enfermedad o dolencia.

A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones:

'Vayan a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente'”. 

COMENTARIO

En realidad, lo que quería el Hijo de Dios es que el Padre suscitara, entre sus hijos, a los que iban a evangelizar y a transmitir la Buena Noticia al mundo. Por eso envía a los que Él había escogido y lo hace para que todo aquel que los escuchara supiera que el Reino de Dios era ya posible, que estaba ya entre ellos. 

Las instrucciones que les da Jesucristo son claras: deben dar muestras de que la Buena Noticia es cierta y verdad y que Dios envió a Su Hijo al mundo, a Él mismo, para que el mundo supiese que el Bien había sido implantado en la Tierra y que debían creer en Él.

Pero, además, les dice algo que muchas veces no entendemos: lo que hemos recibido gratis debemos darlo gratis. Así de sencillo...



JESÚS, gracias por dar gratis lo que recibiste de parte del Padre. 

Eleuterio Fernández Guzmán

2 de diciembre de 2022

No pudieron callar

Mt 9, 27-31


"Dos ciegos siguieron a Jesús, gritando: 'Ten piedad de nosotros, Hijo de David'. Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó: '¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?' Ellos le respondieron: 'Sí, Señor'. Jesús les tocó los ojos, diciendo: 'Que suceda como ustedes han creído'. Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: '¡Cuidado! Que nadie lo sepa'. Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región. "

COMENTARIO

Podemos imaginar, entonces y ahora, que la vida de una persona ciega no puede ser nada fácil. Pero en tiempos del Hijo de Dios aún lo era más porque no había los medios que en la actualidad hay. Por eso, aquellas personas que seguían a Jesús querían ser curadas de aquel, tan terrible, mal. 

Ellos gritan. Y no es para menos porque necesitaban la ayuda del Mesías. Y ellos hacen lo único que pueden hacer: manifiestan su confianza en Jesucristo porque saben que sólo él puede curarlos. 

El Hijo de Dios, como no puede ser de otra manera, los cura. Y lo hace, primero, porque es misericordioso y bueno pero, luego, porque se ha dado cuenta de que los dos ciegos confían en Él y, por tanto, tienen fe. 



JESÚS,  gracias por volver a demostrar que eres bueno.

Eleuterio Fernández Guzmán

1 de diciembre de 2022

Construir sobre la Roca que es Cristo

Mt 7, 21.24-27


"Jesús dijo a sus discípulos:

'No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca.

Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: ésta se derrumbó, y su ruina fue grande.'"

COMENTARIO

Como es más que sabido, el Hijo de Dios siempre hacía uso de temas, digamos, relacionados con la más inmediata realidad para que se comprendiese el mensaje que quería poner en el corazón de aquellos que le escuchaban, 

Es verdad que algunas veces (quizá muchas) creamos que con decir "Señor, Señor" es suficiente para que el Padre, Dios Todopoderoso, nos haga entrar en el Reino de los Cielos. Sin embargo, como suele pasar muchas veces, eso no es suficiente. 

Lo que, en verdad, nos conviene es escuchar la Palabra de Dios pero luego ponerla en práctica. Y es que no debemos ser como aquel que construye sobre arena...


JESÚS, gracias por querer enseñarnos de forma tan maravillosa. 

Eleuterio Fernández Guzmán

30 de noviembre de 2022

Pescadores de hombres

Mt 4, 18-22


"Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: 'Síganme, y Yo los haré pescadores de hombres'.

Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.

Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó.

Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron."

COMENTARIO

No es nada extraño que el Hijo de Dios tuviera necesidad de que aquello que iba a transmitir llegara lo más lejos posible. Por eso va, poco a poco, escogiendo a los que serían sus Apóstoles. Y no los escoge entre los que eran considerados sabios por la sociedad sino, precisamente, entre los más sencillos pero con el corazón preparado para la Buena Noticia.

El caso es que todos aquellos a los, digamos, llama, dejan todo lo que están haciendo y lo siguen. Ellos han comprendido, de una forma muy temprana, que aquel hombre, aquel Maestro, vale la pena. 

A cada uno de nosotros también nos llama Jesucristo. Y lo hace, por ejemplo, desde las Santas Escrituras donde está aquello que dijo y que hizo. Y sí, nosotros también podemos dejar lo que nos sobra atrás y seguirlo. 

JESÚS, gracias por llamar, gracias por llamarnos. 

Eleuterio Fernández Guzmán

29 de noviembre de 2022

Somos dichosos


Lc 10, 21-24

"Al regresar los setenta y dos discípulos de su misión, Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo:

'Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar'.

Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos:

'¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron'”. 

COMENTARIO 

Cuando volvieron los que había enviado el Hijo de Dios para predicar la Buena Noticia se alegró Jesucristo del resultado de aquella especial misión. Por eso se dirige a su Padre del Cielo para agradecer que, en el fondo, lo mejor lo haya reservado para aquellos que Él consideraba "pequeños" porque no se creían sabios al estilo de otros. 

Nos revela Jesucristo que sólo Él sabe Quién es el Padre. Y lo dice porque, como sabemos, sólo con su muerte y resurrección se abriría el Cielo y, desde entonces, muchas almas deben haber conocido a Dios. Pero entonces eso no pasaba...

Y lo último: al igual que el Hijo de Dios les dice, a los que le escuchan, que debe alegrarse por ver lo que están viendo y oyendo, lo mismo podemos entender nosotros que, por lo menos, lo hemos leído y/o escuchado. 



JESÚS, gracias por reservar lo mejor para los pequeños en la fe. 

Eleuterio Fernández Guzmán