18 de octubre de 2024

Anunciar el Reino de Dios

Lc 10, 1-9


"El Señor designó a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde Él debía ir.
Y les dijo: 'La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!” Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario.
No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; sanen a sus enfermos y digan a la gente: 'El reino de Dios está cerca de ustedes'."

COMENTARIO

El que trabaja merece su salario. Con estas palabras, el Hijo de Dios dejaba claro a los enviaba al mundo a dar la Buena Noticia del Reino de Dios, que no debían preocuparse por las cosas del cuerpo sino, en todo caso, de las del alma que eran las principales en aquel caso. 

Jesucristo envía a aquellos setenta y dos para fueran anunciando que su Señor iba a visitar determinados lugares. Pero debían confiar del todo en la santísima Providencia de Dios que iba a proveer para sus trabajadores, para los trabajadores de Su mies. 

Deben tener claro que debían anunciar el Reino de Dios. Es más, que el Reino de Dios estaba cerca de todos los que quisieran aceptarlo. 

JESÚS,  gracias por enviar a aquellos setenta y dos. 

Eleuterio Fernández Guzmán

17 de octubre de 2024

A los "sabios" no les gustaba Cristo

Lc 11, 47-54


"Jesús dijo a los fariseos y a los doctores de la Ley: '¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros. Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: 'Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos'. Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.

¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden'.

Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación."

COMENTARIO

Como pasó muchas veces con el Hijo de Dios, dentro del pueblo elegido por el Todopoderoso había algunas personas muy significativas que al escuchar las palabras de Jesucristo se llevaban la mano... ¡Al bolsillo! Y es que se daban cuenta (no eran ignorantes ni nada por el estilo) que las palabras que salían de la boca de aquel Rabino eran muy peligrosas para sus intereses.

Jesucristo habla de los profetas muertos, precisamente, por no decir a algunos lo que algunos querían escuchar. Y bien sabía, no siendo Él profeta sino Dios hecho hombre, lo que iba a pasar con Su Persona. 

Por todo lo dicho arriba y por lo que nos dice este Evangelio de San Lucas, no era de extrañar que los "sabios" zaheridos quisieran, simplemente, matar al Enviado de Dios.

JESÚS,  gracias por poner las cosas en su sitio.

16 de octubre de 2024

La verdad

Lc 11, 42-26


"Jesús dijo a los fariseos:

'¡Ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.
¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y ser saludados en las plazas!
¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven y sobre los cuales se camina sin saber'

Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: 'Maestro, cuando hablas así, nos insultas también a nosotros'.

Él le respondió: '¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!'."

COMENTARIO

Como el Hijo de Dios había sido enviado al mundo para que el mundo se salvase es cierto y verdad que no podía permanecer en silencio porque había muchas cosas que corregir.

Aquellos fieles judíos a los que Jesucristo se dirige no debieron recibir muy bien aquellas sabias palabras que los caracterizaba a la perfección y, en fin, los ponía en su sitio. 

Cada cual, en este caso y en todos, ha de cargar con aquello que lo hace como persona y si eso no es nada bueno... pues debe recibir la correspondiente lección como, por cierto, es el caso de fariseos y doctores de la ley...

JESÚS,  gracias por decir la verdad aunque esta pueda doler. 

Eleuterio Fernández Guzmán

15 de octubre de 2024

Ir a Cristo

Mt 11, 25-30


"Jesús exclamó: '¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien. El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera'."

COMENTARIO 

No podemos negar que este texto del Evangelio de San Mateo está repleto de verdades espirituales que, para los hijos de Dios, han de ser tan importantes que nunca deben ser olvidadas: que Dios estima mucho a los que son sencillos, que sólo conoce a Dios el Hijo y que nosotros, en todo caso, conoceremos a Dios si es que Jesucristo estima oportuno que lo conozcamos. 

Sin embargo, también nos habla Cristo aquí mismo de que los que estemos cansados y agobiados por la carga que llevamos en la vida acudamos a Él. Y si alguien cree que acudir al Hijo de Dios puede suponer una carga aún mayor ya nos previene Cristo de que eso no es así. Y es que su yugo no es tan duro como solemos creer sino, al contrario, suave.


JESÚS, gracias por ser tan tierno con nosotros. 

Eleuterio Fernández Guzmán