17 de octubre de 2024

A los "sabios" no les gustaba Cristo

Lc 11, 47-54


"Jesús dijo a los fariseos y a los doctores de la Ley: '¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros. Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: 'Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos'. Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.

¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden'.

Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación."

COMENTARIO

Como pasó muchas veces con el Hijo de Dios, dentro del pueblo elegido por el Todopoderoso había algunas personas muy significativas que al escuchar las palabras de Jesucristo se llevaban la mano... ¡Al bolsillo! Y es que se daban cuenta (no eran ignorantes ni nada por el estilo) que las palabras que salían de la boca de aquel Rabino eran muy peligrosas para sus intereses.

Jesucristo habla de los profetas muertos, precisamente, por no decir a algunos lo que algunos querían escuchar. Y bien sabía, no siendo Él profeta sino Dios hecho hombre, lo que iba a pasar con Su Persona. 

Por todo lo dicho arriba y por lo que nos dice este Evangelio de San Lucas, no era de extrañar que los "sabios" zaheridos quisieran, simplemente, matar al Enviado de Dios.

JESÚS,  gracias por poner las cosas en su sitio.

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