15 de octubre de 2024

Ir a Cristo

Mt 11, 25-30


"Jesús exclamó: '¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien. El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera'."

COMENTARIO 

No podemos negar que este texto del Evangelio de San Mateo está repleto de verdades espirituales que, para los hijos de Dios, han de ser tan importantes que nunca deben ser olvidadas: que Dios estima mucho a los que son sencillos, que sólo conoce a Dios el Hijo y que nosotros, en todo caso, conoceremos a Dios si es que Jesucristo estima oportuno que lo conozcamos. 

Sin embargo, también nos habla Cristo aquí mismo de que los que estemos cansados y agobiados por la carga que llevamos en la vida acudamos a Él. Y si alguien cree que acudir al Hijo de Dios puede suponer una carga aún mayor ya nos previene Cristo de que eso no es así. Y es que su yugo no es tan duro como solemos creer sino, al contrario, suave.


JESÚS, gracias por ser tan tierno con nosotros. 

Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario