21 de enero de 2023

Jesús predicaba

 

Mc 3, 20-21

 

En aquel tiempo, Jesús volvió a casa y se aglomeró otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de Él, pues decían: ‘Está fuera de sí’.

 

 

COMENTARIO

 

De vez en cuando Jesús volvía al lugar donde había vivido muchos años. Allí todos le conocían como el hijo del carpintero. Seguramente acudía para hacer lo mismo que hacía en todos los lugares: salvar a quien debían ser salvado y anunciar la Buena Noticia.

 

También es más que seguro que su Madre sabía que allí había llegado porque, no lo dudamos, iría a visitarla antes que a nadie. También al resto de su familia que, por ser judía, la imaginamos compuesta por muchas personas, por muchos parientes.

 

El texto de este evangelio nos dice que fueron a buscarlo allí donde se encontraba porque estaba fuera de sí. Seguramente se nos quiere decir que estaba predicando y lo hacía con tal intensidad que no parecía Jesús, aquel que había crecido en Nazaret. Y es que Dios hecho hombre parecería Quien era.

 

 

JESÚS, ayúdanos a escuchar lo que tengas que decirnos.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

19 de enero de 2023

Los malos espíritus reconocen a Cristo

Mc 3,7-12

 

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y le siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran muchedumbre, al oír lo que hacía, acudió a Él. Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. Pues curó a muchos, de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarle. Y los espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies y gritaban: ‘Tú eres el Hijo de Dios’. Pero Él les mandaba enérgicamente que no le descubrieran”.

 

 

COMENTARIO

 

Muchos seguían a Jesús

 

Como los más pobres de entre los pobres y los más necesitados de salvación física o espiritual reconocían en Jesús a quien podían hacerles mucho bien no dejaban de seguirlo. Allí donde iba una multitud de personas le seguían.

 

Cumplía con su misión

 

Jesús sabía perfectamente que era Dios y que había venido al mundo a cumplir lo que tenía encargado. Por eso siempre ayuda a los que, de verdad, necesitan ayudan porque había venido a salvar los que necesitaban salvación.

 

Los malos espíritus

 

La verdad sobre que Jesús era Dios la certifican aquellos malos espíritus que lo reconocían como el Hijo de Dios. En realidad, aquello era como decir que también tenía poder sobre ellos. Y lo tenía.

 

JESÚS, ayúdanos a reconocerte siempre en nuestra vida.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

18 de enero de 2023

Justamente indignado

Mc 3, 1-6


"Jesús entró en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo sanaba en sábado, con el fin de acusarlo.

Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: 'Ven y colócate aquí delante'.

Y les dijo: '¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?'

Pero ellos callaron.

Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: 'Extiende tu mano'. Él la extendió y su mano quedó sana.

Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con Él."


COMENTARIO

Es algo extraño, podría pensar alguno, que el Hijo de Dios se indignase. Sin embargo, teniendo en cuenta la misión que había venido a cumplir al mundo, lo raro sería que no le pasara lo que le pasó en algunas ocasiones (que nosotros sepamos)

Salvar a quien tenía necesidad de ser salvado era lo que había venido a hacer al mundo Jesucristo. Y aquel hombre, enfermo de la mano paralizada, necesitaba ayuda aunque aquel día fuera "sábado". 

Como no podía ser de otra forma, Cristo cura al enfermo. Entonces, aquellos que, con su silencio, demostraron que era preferible que una vida se perdiera si tal día era sábado, querían matar al Hijo de Dios. En eso sí fueron consecuentes. 



JESÚS, gracias por haber cumplido tu misión pesara a quien pesara. 

Eleuterio Fernández Guzmán

17 de enero de 2023

Odres nuevos

Mc 2, 23-28


"Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: '¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?' Jesús les respondió: '¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!'” 

COMENTARIO

No podemos negar que la doctrina que el Hijo de Dios vino a traer al mundo muchas veces chocaba con la que había. Y no es de extrañar para nada porque era la de Dios que había sigo muy tergiversada a lo largo de los siglos desde que le fue dada al hombre. 

Hay quien no entiende que los discípulos de Jesucristo hagan lo que hacen. Y es que, como decimos arriba, no podían estar a las cosas de la ley del mundo porque su Maestro había venido a traer un vino nuevo...

El vino nuevo que, en realidad, era el mismo que nunca debía haber sido aguado por el hombre y sus leyes, era el que necesitaba corazones nuevos porque los viejos, como odres viejos frente a vino nuevo, no podían contenerlo. Y eso era lo que quería el Hijo de Dios y, vamos, eso de lo que quiere ahora mismo...


JESÚS, gracias por hacer lo que debías hacer a pesar de muchos...

Eleuterio Fernández Guzmán

16 de enero de 2023

Seguir a Cristo


Mc 2, 18-22

 

“Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: ‘¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?’ Jesús les dijo: ‘¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día. Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.”

 

COMENTARIO

 

No es poco cierto que aquellos que no querían a Jesús y tenían intención de ponerlo mal en cualquier circunstancia aprovechaban lo que fuera para hacer eso. Y, evidentemente, el tema del ayuno era uno de los preferidos. Al parecer, sus discípulos no ayunaban los días que eso estaba prescrito.

 

Pero Cristo, que sabe que su vida tendrá un final, ciertamente, terrible, sabe cómo hacer frente a aquellas alegaciones. En realidad, Él es el novio de la boda y sus amigos han de festejar que están con Él hasta que se lo lleven o, lo que es lo mismo, hasta que muera. Pero ellos, eso de la muerte seguramente no lo entendieron.

 

Y entonces el Hijo de Dios aprovecha para hablarles de lo que deben cambiar: sus corazones. Y es que para recibir el vino nuevo que es, en realidad, la antigua Palabra de Dios, necesitan venir a ser otros, que todo cambie para que sus vidas se vean interpeladas, de verdad, por Dios.

 

JESÚS, ayúdanos a tener nuestros corazones bien dispuestos para Ti.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

15 de enero de 2023

Y Juan dio testimonio

Jn 1, 29-34


 
“29 Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: ‘He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.30 Este es por quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. 31 Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel.’ 32 Y Juan dio testimonio diciendo: ‘He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él. 33 Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo.’ 34 Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios.’”


COMENTARIO 


Juan, el Bautista, no lo podía decir más claro. "Ahí está el Cordero de Dios". Y con eso señalaba al Hijo del Creador que era, además, su primo: Jesucristo. Y añade lo de que "quita el pecado del mundo". Porque él, Juan, bautizaba para la conversión pero era Cristo quien iba a venir a bautizar con Espíritu Santo. 

El caso es que , para confirmar aquello que se le había dicho acerca de Quién era el Mesías, fue Juan quien vio bajar al Espíritu Santo en forma de paloma sobre su primo cuando fue bautizado. Todo se había cumplido. 

Da Juan testimonio, es testigo, de lo que dice porque, sí, vio lo que dice que vio. Y por eso sabemos que Jesucristo es el Elegido de Dios, en Enviado del Padre, el Mesías esperado.

JESÚS, gracias por haber hecho lo que tenías que hacer. 

Eleuterio Fernández Guzmán