Mt 5, 33-37
12 de junio de 2021
Sí y no
11 de junio de 2021
La Providencia de Dios
10 de junio de 2021
La verdad de la Voluntad de Dios
Mt 5, 20-26
9 de junio de 2021
Cumplir con la Voluntad de Dios
Mt 5, 17-19
8 de junio de 2021
Ser lo que debemos ser
Mt 5, 13-16
7 de junio de 2021
Bienaventurados
Mt 5,1-12
“1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. 2 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: 3 ‘Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4 Bienaventurados = los mansos =, porque = ellos poseerán en herencia la tierra. = 5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. 6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 11 Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. 12 Alegráos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.’”
COMENTARIO
En
realidad, aquellas palabras que, seguramente, juntó el evangelista Mateo para
formar esto que podemos considerar casi un listado de cosas buenas, no es más
que el consejo de Dios a sus hijos. Por eso se refieren a todo lo que, de una
manera o, de otra, debemos ser y hacer.
En
realidad, las Bienaventuranzas no vienen a terminar con los Mandamientos sino,
al contrario, a confirmar que la Voluntad de Dios era la que fue en su momento
y sigue siendo la misma.
En
realidad, siendo mandos, pidiendo justicia y trabajar por la paz, además de
todo lo demás, no es más (ni menos) que la plasmación del camino que nos lleva
al definitivo Reino de Dios llamado Cielo.
JESÚS,
gracias por querer que seamos bienaventurados.
Eleuterio Fernández
6 de junio de 2021
La Sangre y el Cuerpo de Cristo
Mc 14, 12-16. 22-26
“12 El primer día de los Ázimos, cuando se
sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: ‘¿Dónde quieres que
vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?’ 13 Entonces,
envía a dos de sus discípulos y les dice: ‘Id a la ciudad; os saldrá al
encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle 14 y allí donde
entre, decid al dueño de la casa: ‘El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde
pueda comer la Pascua con mis discípulos?’ 15 Él os enseñará en el piso
superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos
para nosotros.’ 16 Los discípulos salieron,
llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la
Pascua. 22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo
dio y dijo: ‘Tomad, este es mi cuerpo.’ 23 Tomó luego una copa y, dadas las
gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. 24Y les dijo: ‘Esta es mi sangre
de la Alianza, que es derramada por muchos. 25 Yo os aseguro que ya no beberé
del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.’
26 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.”
COMENTARIO
Como
es natural, el Hijo de Dios, que conocía más que bien lo que le iba a pasar
(recordemos que todo estaba escrito), no duda lo más mínimo en prepararlo todo
de forma adecuada. Y aquellos que son enviados, estamos seguros de que se
preguntaban qué era todo aquello que les decía su Maestro.
Lo
que sucede en la llamada Última Cena es lo conocido: Cristo instaura la Santa
Misa con aquel dar su Cuerpo y dar su Sangre. Y así debería repetirse en lo
sucesivo hasta que volviese en su Parusía.
Y
luego… marcharon al Huerto de los Olivos donde se iba a consumar la traición.
JESÚS, gracias por cumplir del todo con tu misión.
Eleuterio Fernández Guzmán