13 de junio de 2020

10 años y un día

10 años y un día: Hay momentos en la vida de un creyente en Dios Todopoderoso que marcan su existencia. Lolo, ayer mismo hace 10 años subió a los altares por gracia de Dios.

Sí y no

Mt 5, 33-37
"Habéis oído también que se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Pues yo os digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje: `Sí, sí' `no, no': que lo que pasa de aquí viene del Maligno."

COMENTARIO

El Hijo de Dios tenía mucho trabajo que hacer al ser más que importante que los que le había dado su Padre del Cielo para que fueran suyos no se perdieran. Y para eso debía corregir mucho de lo que se creía bueno y mejor. Por eso habla del juramento y de otras muchas realidades que debían ser corregidas si es que se quería ir por el mundo de acuerdo a la Voluntad de Dios.
Había algo, sin embargo, que era muy importante para tener en cuenta. Y nos referimos a la forma de hacer y de estar en el mundo. Y es que Jesucristo sabía que las cosas sólo podían ser de una forma y que no se podía tergiversar para estar de acuerdo con la voluntad de cada cual. Por eso dice el Hijo de Dios que donde es sí no se puede decir no y donde es no, no se puede decir sí.

JESÚS, gracias por decir las cosas como han de ser.

Eleuterio Fernández Guzmán

12 de junio de 2020

¡Feliz aniversario!

¡Feliz aniversario!: Reflexión de José Utrera Infantes, amigo personal de Lolo, en el X aniversario de la Beatificación de Manuel Lozano Garrido, 'Lolo'.

La Ley de Dios

Mt 5, 27-32
"Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
'También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.'"

COMENTARIO

No podemos negar que Dios, en cuanto a su Ley, no deja duda alguna acerca de cómo es y cómo debe cumplirse. Por eso su Hijo, cada vez que hablaba acerca de la misma y, claro, venía a decir que debía cumplirse, causaba verdaderos estragos en aquellas personas que lo escuchaban.
En realidad, no era nada extraño que la Ley de Dios fuera como era. Es decir, que, por ejemplo, el corazón se convierte en adúltero cuando se mira a una mujer con ánimo de deseo si es que el hombre que lo hace está casado, a lo mejor podría parecer exagerado pero es, ciertamente, llevar las cosas al origen del mal y, así, procurar evitarlo.
Así con todo lo que dice Jesucristo. Es decir, cuando habla en el sentido de las palabras de este Evangelio de San Mateo no lo hace, digamos, para fastidiar a sus hermanos los hombres sino para que, al contrario, sepan a qué atenerse al respecto de Dios y su santísima Voluntad.

JESÚS, gracias por advertirnos acerca de lo que Dios quiere de nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán

11 de junio de 2020

Aceptar o no a Dios

Mt 10, 7-13
"Yendo proclamad que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis. No os procuréis oro, ni plata, ni cobre en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento.
'En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros. Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, al salir de la casa o de la ciudad aquella sacudíos el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.'" 

COMENTARIO

El Hijo de Dios, que había sido enviado al mundo para que el mundo se salvase debía enviar a sus Apóstoles para que se conociese la Buena Noticia. Y por eso, por decirlo así, les otorga una serie de bienes espirituales y de gracias para que la misión que se les ha encargado la puedan cumplir contra las asechanzas del Maligno. Por eso, a partir del momento de ser enviados, podrán curar enfermos e incluso resucitar muertos. Y así harán comprender que la Buena Noticia es verdad y que se ha cumplido la promesa de Dios de enviar al Mesías al mundo.
Lo que dice Jesucristo es, sin duda, muy importante: habrá quien no acepte lo que ellos digan. En tal caso, no deberán tenerlos en cuenta porque no habrán querido estar de acuerdo con la Verdad.
JESÚS, gracias por enviar a tus Apóstoles.

Eleuterio Fernández Guzmán

10 de junio de 2020

Sólo el cielo puede empapar la tierra

Sólo el cielo puede empapar la tierra: Testimonio de Juan Carlos Córdoba, sacerdote diocesano de Jaén, en el X aniversario de la beatificación de Lolo y de su ordenación.

En el Centenario de Lolo, X aniversario de su Beatificación

En el Centenario de Lolo, X aniversario de su Beatificación: X Aniversario de la Beatificación de Manuel Lozano Garrido, Lolo. Fue beatificado el 12 de junio de 2010 en Linares, Jaén.

La Ley de Dios cumplida

Mt 5, 17-19

17 ‘No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. 18 Sí, los lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. 19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.”

COMENTARIO

No es poco cierto que la misión que debía cumplir el Hijo de Dios era más que difícil. Y es que no era fácil hacer comprender a muchos judíos que la Ley de Dios, en realidad, no se estaba cumpliendo sino que, al contrario, era la verdad.
Jesucristo lo dice con toda claridad: no había venido al mundo a abolir la Ley de Dios sino, justo, al contrario: debía cumplirse todos y cada uno de sus preceptos porque tal era la Voluntad de Dios.
Todo esto tenía una clara conclusión: hay que cumplir la Ley de Dios y, además, no hacer que los demás la incumplan porque, de hacer esto, en el Reino de los Cielos no será gran cosa y, justo, además, lo contrario.

JESÚS, gracias por cumplir la Voluntad de Dios.

Eleuterio Fernández Guzmán

9 de junio de 2020

Ser sal y luz


Mt 5, 13-16
"Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.
'Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."

COMENTARIO

Es bien cierto y conocido que el Hijo de Dios hacía uso, en su predicación, de imágenes de la vida ordinaria de todos los que escuchaban y de él mismo. Por eso cuando habla de la sal y de una lámpara, todos estaban al cabo de la calle de lo que quería decir.
Ser sal. Dice Jesucristo que sus discípulos han de ser sal porque la sal da sabor a la comida y ellos, en materia espiritual, deben darlo allí donde se encuentren y, además, deben procurar no dejar de ser sal, de dar tal tipo de sabor porque, de hacerlo, el porvenir no es demasiado agradable: ser pisoteados.
En cuando a la lámpara. La misma está hecha para dar luz e iluminar allí donde esté puesta. No se esconde, por tanto, porque de hacerlo de nada serviría. Y los discípulos de Cristo, con la forma de ser y de hacer, han de ser la luz que el mundo que necesita.

JESÚS, gracias por decir las cosas de forma que se entiendan a la perfección.

Eleuterio Fernández Guzmán

8 de junio de 2020

Bienaventurados seamos

Mt 5, 1-12

“Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y, tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
‘Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.’”

COMENTARIO

El Hijo de Dios, como tenía que cumplir la misión de transmitir la Buena Noticia del Reino de Dios, era más que importante que sentara, para que se supiera, cuáles eran las generales de la ley para que todos supieran a qué atenerse.

Cuando pronuncia las que se han dado en llamar “Bienaventuranzas” no lo hizo, digamos, para echar de menos a los Diez Mandamientos que Dios había dado al mundo y había entregado a Moisés. No. Lo hacía para que se conociera la Voluntad de Dios.

Lo que, en suma, nos dice Jesucristo, es que debemos tener muy en cuenta que lo que le importa a Dios no es lo grandilocuente sino que es lo pequeño, pero lo pequeño que sale del alma, lo que es crucial para Quien todo lo ha creado y mantiene.
  


JESÚS, gracias por dejarlo todo más que claro.


Eleuterio Fernández Guzmán

7 de junio de 2020

Dio a su Único Hijo



Jn 3, 16-18

16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo,  sino para que el mundo se salve por él. 18 El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.


COMENTARIO


Lo que nos dice este texto del Evangelio de San Juan es, digamos, bastante grave. Y es que siente las bases mismas de la salvación eterna y, por decirlo de alguna forma, pone las cosas en su sitio.

Dios envió al mundo a su Hijo, engendrado y no creado. Y lo hizo porque sabía que el mundo debía ser salvado. Por eso no lo envió a juzgar sino a cumplir con la misión fundamental de su vida de hombre: procurar que se salvasen aquellos que se les había entregado.

Curiosamente, al final de este texto se sientan las bases de la salvación: hay que creer en Jesucristo como el Enviado de Dios, el Mesías. Sólo así es posible salvarse. De otra forma, no.



JESÚS, gracias por haberte entregado hasta el extremo.



Eleuterio Fernández Guzmán