11 de junio de 2020

Aceptar o no a Dios

Mt 10, 7-13
"Yendo proclamad que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis. No os procuréis oro, ni plata, ni cobre en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento.
'En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros. Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, al salir de la casa o de la ciudad aquella sacudíos el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.'" 

COMENTARIO

El Hijo de Dios, que había sido enviado al mundo para que el mundo se salvase debía enviar a sus Apóstoles para que se conociese la Buena Noticia. Y por eso, por decirlo así, les otorga una serie de bienes espirituales y de gracias para que la misión que se les ha encargado la puedan cumplir contra las asechanzas del Maligno. Por eso, a partir del momento de ser enviados, podrán curar enfermos e incluso resucitar muertos. Y así harán comprender que la Buena Noticia es verdad y que se ha cumplido la promesa de Dios de enviar al Mesías al mundo.
Lo que dice Jesucristo es, sin duda, muy importante: habrá quien no acepte lo que ellos digan. En tal caso, no deberán tenerlos en cuenta porque no habrán querido estar de acuerdo con la Verdad.
JESÚS, gracias por enviar a tus Apóstoles.

Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario