17 de febrero de 2023

Perder la vida por Cristo

Mc 8, 34-9.1


"Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: 'El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.

¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?

Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con sus santos ángeles'.

Y les decía: 'Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de haber visto que el Reino de Dios ha llegado con poder'”.

COMENTARIO

Lo que el Hijo de Dios nos dice en este pasaje del Evangelio de San Marcos es totalmente recomendable para que sus discípulos comprendan lo que significa, precisamente, ser Su discípulo.

Nos dice Jesucristo que es muy importante la Buena Noticia. Tan importante es que quien pierde la vida por ella, y por Cristo por supuesto, en realidad la gana. Y es que las cosas del espíritu no son como las del cuerpo. 

Es cierto, por tanto, que no debemos avergonzarnos de lo que significa la Palabra de Dios. Y es que hace eso supone, más que nada, un alejarse del Creador que ha de querer que la Buena Noticia se extienda y sea recibida por todos. 

JESÚS, 

Eleuterio Fernández Guzmán

16 de febrero de 2023

El Hijo de Dios vivo

Mc 8,27-33

 

En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: ‘¿Quién dicen los hombres que soy yo?’. Ellos le dijeron: ‘Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas’. Y Él les preguntaba: ‘Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?’. Pedro le contesta: ‘Tú eres el Cristo’. 


Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: ‘¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres’”.

 

COMENTARIO

 

A Jesús le gustaba saber qué pensaban las personas e Él porque era una buena forma de ver si entendían lo que estaba haciendo y diciendo. Y por eso le pregunta a sus apóstoles que tenían un contacto muy directo con sus vecinos y conocidos.

 

La verdad es que muchos no sabían, a ciencia cierta, quién era. Por eso equivocaban su decir y, por eso mismo, no acababan entender exactamente la misión que tenían  que cumplir.  Pero Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, entendía perfectamente que Jesús era el Hijo de  Dios. Y así lo dice.

 

Pero a Jesús no le gusta nada de nada que Pedro, aquel a quien escogerá para ser el primera Papa diga lo que dice sobre lo que tiene que pasarle. Y le llama Satanás porque, en efecto, en aquel momento el Maligno le había hecho decir lo que no debía haber dicho nunca.

 

 

 

JESÚS, los que te conocen saben que eres Dios hecho hombre o, al menos, el Hijo de Dios. Ayúdanos a no olvidarlo nunca.

 

 

 

 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

15 de febrero de 2023

Hasta el ciego vio

Mc 8, 22-26


"Cuando Jesús y sus discípulos, llegaron a Betsaida, le trajeron un ciego a Jesús y le rogaban que lo tocara. Él tomó al ciego de la mano y lo condujo a las afueras del pueblo. Después de ponerle saliva en los ojos e imponerle las manos, Jesús le preguntó: '¿Ves algo?' El ciego, que comenzaba a ver, le respondió: 'Veo hombres, como si fueran árboles que caminan'.

Jesús le puso nuevamente las manos sobre los ojos, y el hombre recuperó la vista. Así quedó sano y veía todo con claridad. Jesús lo mandó a su casa, diciéndole. 'Ni siquiera entres en el pueblo'".

COMENTARIO 

Como bien sabían aquellos que conocían al Hijo de Dios no podía, ni quería, dejar pasar ocasión para salvar a quien necesitara ser salvado. Y aquel caso, el del ciego, era uno más de los muchos a los que se enfrentó.

Aquel hombre tenía confianza en Jesucristo. Es decir, sabía que podía obtener aquello que quería quera era, ¡nada más y nada menos!, que ver.

Como no podía ser de otra forma, y ante la muestra de confianza de aquel hombre en el Maestro, Jesucristo lo cura de aquella terrible enfermedad. Y, aunque, le dice al que fue ciego que no dijera nada, es casi seguro que no pudo callar aquella merced de parte del Mesías


JESÚS, gracias por mostrar una bondad tan abundante de tu corazón. 

Eleuterio Fernández Guzmán

14 de febrero de 2023

Trabajadores para la mies del Señor

Lc 10, 1-9


"El Señor designó a otros setenta y dos, además de los Doce, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde Él debía ir.

Y les dijo: `'La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.

Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!' Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario.

No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; sanen a sus enfermos y digan a la gente: “El reino de Dios está cerca de ustedes'”. 

COMENTARIO

Cuando el Hijo de Dios envía al grupo de setenta y dos discípulos para que transmitieran la Buena Noticia antes de que llegara a las ciudades y lugares el mismo Maestro lo hace, digamos, para que esté preparado el pueblo que debe recibir una nueva doctrina. Pero sabe que, como dice, los envía como ovejas que van a ir al lugar donde están los lobos...

Podemos decir que no los envía con las manos vacías. Y es que les otorga la posibilidad de curar como podía hacerlo él mismo. 

El caso es que no quiere Jesucristo que se obligue a nadie a creer sino que debe ser propuesta la Buena Noticia y si es recibida por quien la escucha eso estará bien y si no lo es...

JESÚS, gracias por haber enviado a los que fueron por delante de ti. 

Eleuterio Fernández Guzmán

13 de febrero de 2023

Los que quieren señales

 

 Mc 8,11-13

En aquel tiempo, salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: ‘¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal’. Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.”

 

COMENTARIO

 

Los que en su tiempo, casi como ahora, no querían a Jesús ni gozaban, precisamente, con su mensaje, buscan cualquier ocasión para dejarlo en evidencia. Ellos no sabían, al parecer, que en eso tenían poco que hacer.

 

Podemos imaginar lo que debía pasar por el corazón de Jesús cuando aquellos que veían lo que había dicho y hecho, además, le pedían señales… Debió pensar que en aquel campo no se podía sembrar mucho.

 

El Hijo de Dios era consciente de que, de todas formas, debía continuar con su labor evangelizadora. Si allí había corazones que no estaban dispuestos a recibir la Palabra de Dios, habría otros que sí lo estaría, campos fértiles donde sembrar la verdadera semilla de la salvación.

 

JESÚS,  ayúdanos a tener confianza en Ti y a seguirte.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

12 de febrero de 2023

Cosas a tener muy en cuenta

 Mt 5, 17-37


“17 ‘No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.  18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.  19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los  Cielos.  20  ‘Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.  21  ‘Habéis oído que se dijo a los antepasados: = No matarás; = y aquel que mate será reo ante el tribunal.22   Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame 'renegado', será reo de la gehenna de fuego.  23  Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,

24  deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas  tu ofrenda. 25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. 26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo. 27  ‘Habéis oído que se dijo: = No cometerás adulterio. = 28  Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Si,  pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. 30 Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. 31 ‘También se dijo: = El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. = 32 Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.33 ‘Habéis oído también que se dijo a los antepasados: = No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. =  34 Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el = Cielo =, porque es = el trono de Dios, =  35 ni por = la Tierra, = porque es = el escabel de sus pies; = ni por = Jerusalén =, porque es = la ciudad del gran rey. = 36 Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. 37 Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí"; “no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno.”
       
COMENTARIO

El Hijo de Dios, lo dice bien claro en este texto del Evangelio de San Mateo, no había venido a abolir ni a la Ley ni a los profetas. Y eso quería decir, para muchos, algo que no les gustaba porque la Ley y los profetas habían sido muy manoseadas, como normas que era de Dios y de parte del Todopoderoso. 

Todo lo que aquí dice Jesucristo debería ser tenido muy en cuenta por sus discípulos. Y es que habla con la Palabra de Dios al ser Dios hecho hombre. Por eso ni uno de los conceptos que aquí trata debe ser tenido por no dicho sino, precisamente, por todo lo contrario. 

De todas formas, debemos tener cuidado con lo que dice Jesucristo sobre cortarse ciertos miembros del cuerpo. Seguro que no quiere decir eso literalmente sino que nos abstengamos de lo que los mismos pueden hacer contra la Ley los profetas...


JESÚS, gracias por dejar las cosas claras para que no haya duda alguna sobre ellas. 

Eleuterio Fernández Guzmán