27 de agosto de 2022

Cuidado con los talentos


Mt 25, 14-28

 

 

“14 ‘Es también como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: 15 a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. 16 Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar

con ellos y ganó otros cinco. 17 Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. 18 En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor. 19 Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. 20 Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado.’ 21 Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.’ 22 Llegándose también el de los dos talentos dijo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado.’ 23 Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.’ 24 Llegándose también el que había recibido un talento dijo: ‘Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. 25 Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo.’ 26 Mas su señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; 27 debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al

volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. 28 Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos.’”

 

 

COMENTARIO

 


Seguramente, la llamada parábola de los talentos es una de las más comentadas del Nuevo Testamento por lo que nos dice acerca de lo que Dios entrega a cada uno de sus hijos.

 

Cada uno de nosotros recibimos toda una serie de bienes espirituales que podemos llamar talentos. Pues bien, Quien nos los entrega quiere que los mismos den un rendimiento adecuado.

 

A quien, recibiendo tales talentos, no los hace rendir y los guarda de forma egoísta, no se le puede retribuir con nada bueno sino, al contrario, con algo que no espera pero que, por lo hecho, va a recibir.

 

JESÚS,  gracias por advertirnos sobre lo que nos importa.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

26 de agosto de 2022

No debemos ser necios...

Mt 25, 1-13



1 Entonces se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. 2 Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. 3 Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; 4 en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. 5 El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. 6 A medianoche se oyó una voz: ‘¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!’. 7 Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. 8 Y las necias dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas’. 9 Pero las prudentes contestaron: ‘Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis’. 10 Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. 11 Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: ‘Señor, señor, ábrenos”. 12 Pero él respondió: ‘En verdad os digo que no os conozco’, 13 Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora’”.


COMENTARIO


En muchas ocasiones el Hijo de Dios nos pone sobre la pista de, primero, cómo es el Reino de los Cielos y, luego, de cómo podemos pisar sus praderas. Y siempre viene a ser lo mismo: depende de nosotros mismos.

El caso de las vírgenes que van a contraer matrimonio no es algo que diga Jesucristo como ejemplo sin sentido. Nosotros, al fin y al cabo, también queremos entre por la puerta en el banquete eterno.

En realidad, depende de nosotros que tengamos las lámparas preparadas o, en fin, el alma preparada. Y no es cosa de Dios, aunque pudiera parecer otra cosa, que eso sea así pues el Todopoderoso no da libertad para hacer lo que creamos conveniente...



JESÚS, gracias por ponernos sobre la pista de lo que, verdaderamente, importa.



Eleuterio Fernández Guzmán

25 de agosto de 2022

Estar preparados

Mt 24, 42-51



Jesús habló diciendo:

‘Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.


¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si es un mal servidor que piensa: ‘Mi señor tardará’, y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.’”



COMENTARIO


A lo largo de todo el Nuevo Testamento no son pocas las ocasiones en las que el Hijo de Dios dice algo parecido a lo que hoy nos trae el Evangelio de San Mateo. Y es que estamos seguros que quería que supiéramos a qué se refería.

Debemos estar no sólo preparados sino, además, prevenidos. Y es que no es lo mismo estar preparado que estar al tanto de lo que sucede. Y por eso tanto debemos hacer una cosa como la otra.

Debemos tener el alma limpia para cuando seamos llamados por el Todopoderoso a comparecer ante su Tribunal. Pero, además, no debemos hacer como si eso no fuera a suceder nunca sino que, al contrario, bien sabemos que siempre debemos estar prevenidos. Es, además, algo que recalca mucho Jesucristo en otras muchas ocasiones.



JESÚS, gracias por advertirnos tantas veces acerca de aquello que nos conviene saber.


Eleuterio Fernández Guzmán

24 de agosto de 2022

Creer

Jn 1, 45-51



Felipe encontró a Natanael y le dijo: ‘Hemos hallado a Aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José.’

Natanael le preguntó: ‘¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret’
‘Ven y verás’, le dijo Felipe.

Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: ‘Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez’.

‘¿De dónde me conoces?’, le preguntó Natanael.


Jesús le respondió: ‘Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera’.


Natanael le respondió: ‘Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel’.


Jesús continuó: ‘Porque te dije; ‘Te vi debajo de la higuera’, crees. Verás cosas más grandes todavía’.


Y agregó: ‘Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre’”.



COMENTARIO


Podemos decir que la situación en la que se encuentra Natanael es verdaderamente curiosa. Y es que, al escuchar las palabras del Hijo de Dios acerca de que lo había visto debajo de una higuera, cree y le dice que es Él el Hijo de Dios.

Ciertamente, no es nada frecuente que alguien pueda decir a otra persona que lo ha visto si la persona a quien eso se le dice sabe que quien lo ha visto no podía estar cerca. Y aquella era una prueba de que, en efecto, aquel hombre el que le había hablado Felipe sólo podía ser el Mesías.

De todas formas, por muy maravilloso que eso le pudiera parecer a Natanael, Jesucristo aún lo sorprende más cuando le dice que han de ver algo mucho más impresionante y misterioso. ¿Y cuándo será eso? Pues cuando Dios quiera que sea.



JESÚS, gracias por decir las cosas como tienen que ser dichas.



Eleuterio Fernández Guzmán

23 de agosto de 2022

Lo que es verdad… lo es

Mt 23, 23-26



Jesús habló diciendo:

‘¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno! ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.’”


COMENTARIO


No podemos negar que el Hijo de Dios, en determinadas ocasiones, utilizaba palabras muy duras que es seguro molestaran a las personas a las que las dirigía. Sin embargo, la verdad siempre es la verdad.

Si hay algo que Jesucristo no soportaba era la hipocresía. Y es que haciendo uso de ella y sirviéndose de su concurso, muchas personas podían hacer creer que eran lo que no eran.

Es verdad que muchas veces creemos que con aparentar ser de determinada forma hacemos lo bueno. Sin embargo, el Hijo de Dios dice con toca claridad que primero debemos limpiar el corazón porque de él, como dice en otra ocasión, salen las obras...




JESÚS, gracias por decir la verdad de la Verdad.



Eleuterio Fernández Guzmán

22 de agosto de 2022

La Reina del Universo


Lc 1, 26-38

  

“26 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando, le dijo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.’

29 Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.

30 El ángel le dijo: ‘No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; 31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.

32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le

dará el trono de David, su padre; 33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.’ 34 María respondió al ángel: ‘¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?’

35 El ángel le respondió: ‘El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder

del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. 36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, 37 = porque ninguna cosa es imposible para Dios.’ = 38 Dijo María: ‘He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.’ Y el ángel dejándola se fue. 39 En aquellos días, se levantó,”

 

COMENTARIO

 

Misión de Gabriel

 

El enviado de Dios al mundo para comunicar a una niña que había sido elegida por el Creador par ser su hermano debía cumplir su misión con perfección absoluta. Por eso se dirige a María con dulzura y llamándola “llena de gracia”.

 

 

Escoger a María

 

Debía Dios, porque eso era lo que quería para salvar a la humanidad caía, escoger a quien iba a ser su Madre. Y conociendo a María, la joven de Nazaret, de su piedad y castidad, no dudó lo más mínimo en escogerla.

 

 

El sí de la Madre

 

 

Es bien cierto que María podía haber dicho otra cosa al Ángel Gabriel. Sin embargo, en teniendo en cuenta que era piadosa y amaba a Dios sobre todas las cosas que dijera que ella era la “esclava del Señor” era expresión de un amor bien cierto y verdadero.

 

 

JESÚS, gracias por María, gracias por la Madre.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

21 de agosto de 2022

La puerta estrecha que lleva al Cielo

Lc 13, 22-30



Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. Una persona le preguntó: ‘Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?’

Él respondió: ‘Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’.


Y Él les responderá: ‘No sé de dónde son ustedes’.


Entonces comenzarán a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y Tú enseñaste en nuestras plazas’. Pero Él les dirá: ‘No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!


Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.


Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos’”.



COMENTARIO


No podemos negar que este texto del Evangelio de San Lucas es una clara advertencia que nos hace el Hijo de Dios a todo aquel que quiera tener una vida que sea, verdaderamente, eterna.

Es cierto que hay quien cree que la vida es un vivir sin sentido espiritual alguno. Quieren pasar por las puertas anchas del mundo y, en efecto, eso es lo que hace. Pero Jesucristo nos dice que eso no es lo más conveniente para sus hermanos los hombres.

Nos dice el Hijo de Dios que debemos entrar por la puerta estrecha porque la misma es la que lleva al Cielo. Es decir, que nada de querer ser servidos sino, al contrario, tener un espíritu de servicio de sacrificio y mortificación. Sólo así se entra por la puerta estrecha.


JESÚS, gracias por saber hablarnos de la forma como nos hablas.



Eleuterio Fernández Guzmán