29 de mayo de 2024

Ser servidores

Mc 10, 32-45


"Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: 'Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos: ellos se burlarán de Él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y tres días después, resucitará'. Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: 'Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir'.

Él les respondió: '¿Qué quieren que haga por ustedes?' Ellos le dijeron: 'Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria'.

Jesús les dijo: '¡No saben lo que piden! ¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé y recibir el bautismo que Yo recibiré?” 'Podemos', le respondieron.

Entonces Jesús agregó: “Ustedes beberán el cáliz que Yo beberé y recibirán el mismo bautismo que Yo. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados'.

Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos. Jesús los llamó y les dijo: 'Ustedes saben que aquéllos a quienes se considera gobernantes dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande que se haga servidor de ustedes, y el que quiera ser el primero que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud'."

COMENTARIO

Tampoco debería extrañarnos mucho que aquellos que seguían más de cerca al Hijo de Dios quisiese ocupar buenos puestos sociales. Era una forma de reaccionar muy humana. 

Jesucristo, sin embargo, entendía las cosas de una forma muy distinta y podría decirse que pone las cosa en su sitio. 

Hay que servir, ser servidores de nuestro prójimo. Así manifestaremos amor hacia el mismo y Dios nos lo tendrá en cuenta. Y es que si Cristo vino a servir... ¿Qué debemos hacer nosotros?

JESÚS,  gracias por servir como Tú serviste. 

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