9 de septiembre de 2020

Bienaventurados

Lc 6, 20-26
"Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía:
'Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.
Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.
Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.
'Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre.
¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.
¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas."
COMENTARIO

En este texto del Evangelio de San Lucas aparecen, digamos, algunas de las denominadas Bienaventuranzas que también aparecen en el de San Mateo. Aquí, sin embargo, lo hacen refiriéndose a temas muy concretos.
El evangelista recoge que el Hijo de Dios, que tenía muy en cuenta a los pobres, les dice que de ellos es el Reino de Dios. ¿Hay, pues, que ser pobre para alcanzar la vida eterna?
En realidad, Jesucristo se ha de referir a los que son injustamente tratados por la sociedad. Por eso habla de los ricos y los zahiere si es que no hacen uso de sus muchos bienes para mitigar algo la pobreza ajena. Y es que Cristo dice las cosas de una manera que parece no seamos capaces de entender.

JESÚS, gracias por salir siempre en defensa del Bienaventurado, por serlo.

Eleuterio Fernández Guzmán

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