Jn 6,16-21
COMENTARIO
Los apóstoles-pescadores llevaban una vida relacionada con lo que
era su vida ordinaria. En aquella ocasión, al parecer, no estaban pescando sino
que, simplemente, habían subido a una barca para ir al otro lado del lago.
Iban, en concreto, a Cafarnaúm.
Ellos quisieron acercarse a Jesús. En principio sintieron miedo
pues no era lo más normal ver a nadie caminar sobre las aguas como lo hacía, en
aquel momento, Jesús. Pero, luego, por sus palabras, quisieron recogerlo.
Jesús, que conocía la naturaleza de aquellos que había escogido
como sus apóstoles, sabe que debe calmarles. Y se presenta: es Él, el Maestro,
quien les estaba enseñando la santa doctrina del Amor de Dios. “No temáis” les
dice sembrando en su corazón la paz que, luego, les daría en cierta casa en la
que estarían escondidos por miedo a los judíos.
JESÚS, ayúdanos a
descubrirte en todo lo mejor que nos pasa.
Eleuterio Fernández Guzmán
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