4 de octubre de 2018

Todos han de conocer la Palabra de Dios



Lc 10,1-12

En aquel tiempo, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: ‘La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. 

En la casa en que entréis, decid primero: ‘Paz a esta casa’. Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘El Reino de Dios está cerca de vosotros’. 

‘En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid: ‘Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos. Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca’. Os digo que en aquel día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad’”.


COMENTARIO


Jesús sabe que es muy importante que su labor evangelizadora se difunda allá por donde eso sea posible. Por eso escoge a setenta y dos discípulos y los envía predicar. Y les da las oportunas instrucciones a tal efecto.

No han de contar salvo que con la Palabra de Dios. Nada han de llevar consigo pues Dios ha de proveer para los trabajadores de su mies. Pero, a la vez, han de rogar a Dios para que envíe a más trabajadores a su mies porque es grande y ha de ser labrada con la savia de su Palabra.

No obliga, sin embargo, Jesús a aceptar la Palabra de Dios y su doctrina. El ser humano es libre. Sin embargo, no deja de reconocer que Dios es justo y que, cuando sea el momento oportuno, se apartará de los que antes se apartaron de Él.




JESÚS, quieres que todos conozcan la Palabra de Dios. Ayúdanos a ser modernos apóstoles tuyos.

Eleuterio Fernández Guzmán


No hay comentarios:

Publicar un comentario