14 de enero de 2017

Necesitados de salvación

Sábado I del tiempo ordinario
Mc 2,13-17

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a Él, y Él les enseñaba. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: ‘Sígueme’. Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían. Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos: ‘¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?’. Al oír esto Jesús, les dice: ‘No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores’”.

COMENTARIO

Jesús, cuando necesita escoger a los hombres que van a ser sus discípulos más allegados, sus Apóstoles, sabe que debe escoger a algunos que, a lo mejor, no son bien recibidos. Y Mateo es uno de ellos.

Aquel hombre, Leví, era recaudador de impuestos, publicano, para el invasor romano. No era nada bien visto por sus hermanos de nación y de religión. Sin embargo, lo deja todo cuando Jesús lo llama y, luego, acude a su casa a comer.

Muchos de los contemporáneos de Cristo no entendían cómo era posible que hiciera aquellas cosas con los que ellos consideraban pecadores. Sin embargo, Jesús desmonta toda sus objeciones al decirles que no necesitan médico los sanos pero sí los pecadores.


JESÚS, ayúdanos a no a aceptar tu santa voluntad.


Eleuterio Fernández Guzmán





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