Jueves V de Pascua
Jn 15,9-11
“En
aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: ‘Como el Padre me amó, yo
también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de
mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en
vosotros, y vuestro gozo sea colmado’”.
COMENTARIO
El máximo interés de Jesús está en la salvación de las almas de aquellos
que son hermanos suyos o, lo que es lo mismo, de la humanidad toda y entera.
Por eso siempre, a lo largo de su predicación dedicó mucho tiempo a instruir
sobre tal tema.
¿Qué hacer para salvarse? Jesús lo dice con toda claridad: hay que
guardar los mandamientos de Dios. Y eso quiere decir que debemos hacer lo posible
para que los mismos guíen nuestra vida y no sólo los tengamos como algo bonito
y bien traído i dicho.
Pero Jesús no se limita a instruir sino que hace todo lo posible para
que su vida sirva de ejemplo a nosotros, sus hermanos. Por eso vive de forma
que de su vida pueda deducirse el cumplimiento de la voluntad de Dios. Así
permanece en Dios y Dios en Él.
JESÚS, ayúdanos a consentir tu permanencia en nosotros.
Eleuterio Fernández Guzmán
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