Mc 10,
2-12
“2 Se
acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: ‘¿Puede el
marido repudiar a la mujer?’ 3 Él les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?’ 4
Ellos le dijeron: ‘Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.’
5 Jesús les dijo: ‘Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió
para vosotros este precepto. 6 Pero desde el comienzo de la creación, = El los
hizo varón y hembra. =7 = Por eso dejará
el hombre a su padre y a su madre, =8 = y
los dos se harán una sola carne. = De manera que ya no son dos, sino una sola carne.9 Pues bien, lo que Dios unió,
no lo separe el hombre.’10 Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar
sobre esto. 11Él les dijo: ‘Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete
adulterio contra aquélla; 12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro,
comete adulterio.”
COMENTARIO
Como
era lógico para aquellos que formaban parte del pueblo judío, lo que era su costumbre
a la hora de tener en cuenta su vida les hacía imposible creer que otra forma
de hacer las cosas fuera posible.
El
Hijo de Dios, sin embargo, tenía algo que decir que era muy importante: aquello
que ellos creían, ahora al respecto del matrimonio, no era la voluntad de Dios pero
el Todopoderoso, viendo que ellos, sus padres y antepasados, permitió ciertas
actuaciones.
La
verdad es que las palabras de Jesucristo pueden parecer muy duras pero la
verdad es que son la Voluntad de Dios y sólo por eso deben ser respetadas y
cumplidas.
JESÚS, gracias por decir las cosas como son aunque puedan
doler.
Eleuterio Fernández Guzmán
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