23 de octubre de 2017

Confiar siempre en Dios en su santa Providencia

Lc, 12, 13-31

“13 Uno de la gente le dijo: ‘Maestro, di a mi hermano que reparta la
herencia conmigo.’ 14 Él le respondió: ‘¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?’ 15 Y les dijo: ‘Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.’ 16 Les dijo una parábola:   ‘Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; 17 y pensaba entre sí, diciendo: ‘¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?’ 18 Y dijo: ‘Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, 19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.’ 20 Pero Dios le dijo: ‘’Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?’ 21 Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.’

22 Dijo a sus discípulos: ‘Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis: 23 porque la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido; granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves! 25 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un codo a la medida de su vida? 26 Si, pues, no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué preocuparos de lo demás?  27 Fijaos en los lirios, cómo ni hilan ni tejen. Pero yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, Dios así la viste ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca fe! 29 Así pues, vosotros no andéis buscando qué comer ni qué beber, y no estéis inquietos. 30 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe vuestro Padre que tenéis la necesidad de eso. 31 Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura.”


COMENTARIO

Lo que Dice Jesucristo acerca de que hay algo más importante que los bienes no debería ser olvidado por nadie, fuera o no discípulo suyo. Y es que el Hijo de Dios sabe lo que dice al ser Dios hecho hombre.

Tampoco debemos olvidar, como bien nos dice nuestro hermano Jesucristo que somos poca cosa. Incluso los lirios son como son sin nada hacer ellos.

Nosotros, por tanto, sólo debemos buscar a Dios, amar a Dios, tenerlo en nuestro corazón como Quien es: nuestro Creador y Aquel que, habiéndolo hecho todo, nada abandono ni ha abandonado nunca.

JESÚS, ayúdanos a comprender su santa Palabra.
                                        

Eleuterio Fernández Guzmán


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