27 de junio de 2017

Puertas anchas y puertas estrechas

Martes XII del tiempo ordinario

Mt 7,6.12-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran’”.


COMENTARIO

Haced lo que debemos hacer

El Hijo de Dios pone sobre la mesa una gran verdad que tiene que ver con nuestro actuación de hijos del Todopoderoso y hermanos suyos. Y es que, para comportarnos según quiere nuestro Creador no podemos hacer los demás cosas que a nosotros no quisiéramos que nos hiciesen.

La puerta de entrada al Cielo

Para entrar en el Cielo hay quienes creen que será cosa fácil conseguirlo. Sin embargo, bien dice Jesucristo que es estrecha la puerta pues han de ser muchos los sacrificios y las cruces que carguemos para conseguirlo.

Debemos ser de los escogidos

De todas formas, una cosa es la estrechez de la puerta por la que se entra en el definitivo Reino de Dios y otra, muy distinta, que queramos entrar por ella. Y tal es una forma de actuar propia de los hermanos del Hijo de Dios.


JESÚS,  ayúdanos a escoger la puerta estrecha por la que se entra en el Cielo.



Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario