Lunes XII del tiempo
ordinario
Mt 7,1-5
“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos: ‘No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con
que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.
¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en
la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: ‘Deja que te saque
la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la
viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu
hermano’”.
COMENTARIO
Muchas
veces el Hijo del hombre nos propone formas de ser que, francamente lo decimos,
son muy difíciles de implementar. Así, por ejemplo, entiende más que mal la
forma de juzgar. Y es que no quiere, del todo, que no juzguemos, sino que
tengamos en cuenta cómo juzgamos.
En
realidad, Jesucristo quiere que tengamos muy en cuenta la forma de ser que
mostramos al prójimo. Por eso nos dice que debemos saber que según nosotros juzguemos…
así seremos juzgados. Luego, juzgar podemos juzgar pero a ver cómo hacemos eso.
Algo
de lo dicho por Jesucristo nos puede venir la mar de bien porque viene referido
a lo que, en demasiadas ocasiones, solemos hacer: miramos al otro por encima
del hombro sin tener en cuenta que es posible que nosotros pequemos más…
JESÚS, ayúdanos a
no juzgar como no quieres que juzguemos.
Eleuterio
Fernández Guzmán
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