26 de enero de 2017

La medida con la que midamos


Jueves III del tiempo ordinario
Mc 4,21-25

En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: ‘¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga’. 

Les decía también: ‘Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará’”.

COMENTARIO

No se puede esconder la Verdad

A pesar de lo que el ser humano, semejanza de Dios, crea o entienda que cree, no puede hacer como si lo que conoce del Todopoderoso y de su voluntad no existiese. Eso no puede esconderse.

Todo lo sabe Dios

Hay algo que muchas veces no se tiene en cuenta: Dios todo lo conoce y todo lo sabe. Por eso sus hijos debemos actuar reconociendo que nada de lo que hagamos quedará oculto al corazón del Padre.

La medida con la que midamos

Cristo nos dice algo que es muy importante para sus hermanos los hombres: debemos tener en cuenta que según hagamos con nuestro prójimo así se nos tendrá en cuenta a nosotros. A lo malo, malas consecuencias; a lo bueno, buenas espirituales.


JESÚS, ayúdanos a medir al prójimo con una medida de amor y misericordia.



Eleuterio Fernández Guzmán

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