24 de mayo de 2011

Hacer según Dios quiere

Jn 14,27-31a


“En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: ‘Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros’. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado’”.



COMENTARIO


La paz que el mundo da suele ser falsa porque se refiere no a la propia paz sino a la que considera como buena para convivir dentro de la mundanidad. Tal paz no era la de Dios ni podía ser la de Cristo.

Jesús avisa a sus discípulos de lo que tiene que pasar. Es algo más que un don de profecía porque, en realidad, sabía a la perfección lo que iba a suceder y por eso les avisa para que sepan que todo lo que les había dicho era verdad. Es más, era la Verdad.

En realidad, cuando Jesucristo dice que obra según el Padre, su Padre, le ha ordenado, lo que quería darles a entender es que Él mismo era Dios hecho hombre y que, aunque en aquel entonces no llegasen a comprender lo que quería decir con eso, tras su resurrección lo tendrían más que claro: era el Mesías, quien tenía que venir, quien vino.


JESÚS, obrabas según te había dicho tu Padre, Dios mismo, que tenías que obrar. Los hechos extraordinarios son y la misma Ley que haces cumplir es lo que debías hacer y, en efecto, hiciste. A nosotros, a veces, nos falta creer, del todo





Eleuterio Fernández Guzmán

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